Las dos plataformas lideran el boicot a los Globos de Oro después de descubrir que no había periodistas negros entre sus miembros votantes. Tras un par de años donde parecía que la diversidad tomaría el control vuelven los viejos fantasmas.
Ni un año sin polémica
Netflix y Amazon encabezan el descontento ante los Globos de Oro, populares por sus elegantes fiestas y reconocimientos a las mejores actuaciones, películas y shows televisivos de cada año. Su organización, la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), está compuesta por 90 periodistas cinematográficos extranjeros de aproximadamente 55 países en todo el mundo.
A los Globos de Oro han asistido las estrellas más importantes de Hollywood desde 1944, lo que ha ganado la atención de los medios y la influencia de la industria. Sin embargo, su relevancia ha ido disminuyendo en los últimos años debido a una serie de controversias. En primer lugar, los Globos de Oro dividen sus premios por género, principalmente Drama o Comedia / Musical, detalle que ha provocado algún que otro problema en los últimos años con ciertas películas que no parecían pertenecer a la categoría en la que estaban nominadas.
‘Déjame salir‘ fue nominada a Mejor Comedia o Musical, algo con lo que mucha gente no estuvo de acuerdo y no dudo en poner en tela de juicio la validez de los Globos de Oro. La entrega más reciente se vio envuelta en la polémica en torno a su elección de nominaciones (especialmente sonado fue el asunto de ‘Emily en París‘), la falta personas negras entre su base de votantes o que ‘Minari‘ fuera nominada a Mejor Película.
Ted Sarandos, Co-CEO de Netflix, declaró hace unas horas: «Vamos a detener cualquier actividad con la organización hasta que se realicen cambios más significativos». La respuesta de la organización no se ha hecho esperar: «Escuchamos sus preocupaciones sobre los cambios que nuestra asociación necesita hacer y queremos asegurarles que estamos trabajando diligentemente en ellos. Nos encantaría reunirnos con ustedes y su equipo para que podamos revisar las acciones específicas que ya están en marcha. Un diálogo abierto ayudará a abordar estas preocupaciones lo más rápido posible».