¿Efecto Will Smith? La televisación de los Oscar 2022 convocó en Estados Unidos a 15,36 millones de espectadores, una cifra que significa un aumento del 56 por ciento desde el piso histórico del año pasado, cuando sólo vieron la ceremonia 10,4 millones de personas, siempre según datos de la consultora Nielsen.
La 94ta edición de los Oscar, cuya transmisión duró desde las 20 hasta las 23.40 (en el horario del este estadounidense) siguen siendo de todos modos los segundos premios de la Academia de Hollywood menos vistos de la historia. Aunque todavía restan computarse los datos finales de las mediciones, que incluyen los números de la costa oeste y el ajuste según zona horaria.
Los Oscar del domingo empezaron con una interpretación de Beyoncé de la canción Be Alive, de la banda sonora de la película Rey Richard, desde una cancha de tenis en Compton. Terminaron con CODA consagrándose como mejor película.
El elenco de CODA posa con el Oscar. Foto AP/Jordan Strauss
En el medio, el escándalo fuera de libreto del que todavía habla todo el mundo, cuando el presentador Chris Rock hizo una broma sobre Jada Pinkett Smith, algo que molestó al nominado a mejor actor (y luego ganador) Will Smith, marido de Jada, que subió al escenario y le dio un cachetazo a Rock.
Barranca abajo
Cabe recordar que en 2021 la ceremonia se realizó en medio de la pandemia, en una fecha inusual (25 de abril) y sin conductor, con pocos invitados y en un escenario inédito, como la Union Station de Los Ángeles. Esa edición registró un piso histórico de 10,5 millones de espectadores.
El cachetazo de Will Smith a Chris Rock. A partir de allí, aumentó el rating de la ceremonia del Oscar. Foto Reuters/Brian Snyder
En 2020 había habido otra transmisión sin maestros de ceremonias, que se emitió el 9 de febrero, una fecha más típica para la entrega de premios, y con un promedio de 23,6 millones de espectadores.
En 2019, el primer año en décadas en que el programa no contó con un anfitrión, la 91ª edición de los Oscar había atraído a 29,6 millones de espectadores que sintonizaron la gala en la que Green Book se llevó el premio de Mejor Película y Roma, de Alfonso Cuarón, hizo lo propio como Película Extranjera.
El regreso de los conductores
Las anfitrionas Regina Hall, Amy Schumer y Wanda Sykes. Foto Reuters/Brian Snyder
La ceremonia del domingo, que contó con el trío de Regina Hall, Amy Schumer y Wanda Sykes al frente, marcó el final de una pausa de tres años en el trabajo de los anfitriones. El último había sido Jimmy Kimmel, en 2018, cuando los premios atrajeron a 26,6 millones de espectadores. Siempre dentro de los Estados Unidos.
En 2017 los medios habían destacado que la gala había tenido el peor rating desde 2008, con un registro de 32,9 millones de espectadores, una cifra que según los números actuales parece deseable y aspiracional.
Lejos quedaron los dorados años ’90, cuando prácticamente la mitad de los hogares de Estados Unidos estaba atenta a la ceremonia. En esa época se llegó a un pico en 1998, con 55,2 millones de televidentes, cuando Titanic se impuso con once premios de las catorce nominaciones que recibió.
El aumento de los Oscar con respecto a la muy pobre audiencia del año pasado se produce en un momento en el que casi todas las entregas de premios están sufriendo una tendencia a la baja. Se trata de un fenómeno que empezó en la última década y se acentuó con la pandemia. La de los Emmy fue la única ceremonia importante de premios que atrajo a más espectadores en 2021 que el año anterior.
WD
