Cuando una pareja toma la desición de separarse, vienen a la mente sentimientos negativos hacia el otro. Sin embargo, es fundamental mantener una buena relación para no dañar a los hijos, principalente si son pequeños.
Llevar adelante un divorcio sano no es fácil, pero si necesario para el bienestar de los hijos. Al notar que entre sus padres las cosas quedaron claras y no existen rencores, los ayudará a asimilar mejor esta nueva etapa.
Efectos del divorcio en los hijos
Un divorcio representa un gran cambio y pérdida para ellos. El hogar que les daba seguridad y estabilidad ya no está. Además, deben afrontar la experiencia de privarse de uno de sus padres, el que se va de la casa. Así mismo, el padre con el que conviven adquiere un nuevo significado para ellos.
Todos los pasos que conlleva un divorcio pueden ser confusos y, si son pequeños, no siempre encuentran la forma de expresar sus inquietudes.
Cabe recordar que la respuesta a la separación varía en función a la edad:
- De 3 a 5 años: predomina el sentimiento de culpa y el temor a quedarse solos.
- Desde los 6 a los 12 años: reconocen que poseen alguna especie de sufrimiento, pero no saben cómo tratarlo. Por lo que crean la ilusión de que la separación no es para siempre.
- Adolescentes: generan inseguridades sobre sus propias posibilidades de tener una pareja. Pueden experimentar culpa, soledad y depresión.
Consejos para llevar un divorcio sano
1. Mantener la situación bajo control
Como padre, lo primero es ocuparse de tu propio bienestar. Si vos no estas bien, menos lo estarán tus hijos por lo que es muy importante ponerse en paz con uno mismo.
Es clave que los padres mantengan los detalles del divorcio en privado y sin involucrar a los hijos en temas que no son necesarios.
2. Comunicar la noticia correctamente
Lo ideal es que ambos padres lo comuniquen. Es clave dejarles en claro que la separación no tiene nada que ver con ellos. La ex pareja debe estar lista para responder todas las preguntas que surgan.
3. Manejar la reacción inicial
Al conocer la noticia puede haber muchas reacciones. Lo común es la presencia de rechazo y enojo, por lo que es fundamental que los padres validen esos sentimientos en los hijos. Deben dejarlos expresarse.
4. Ayudarles a gestionar sus sentimientos
Lo indicado es hacerles ver que los padres están para hablar del tema la cantidad de veces que haga falta.
5. Mantener su rutina
No se deben producir situaciones excepcionales, como faltar al colegio o inventar un viaje de la nada. La rutina los mantendra estables.
6. No pelear delante de los hijos
Si los ven enfrentarse, será más dificil para ellos asimilar la situación. Ademas, reciben un mal ejemplo frente a la forma de tramitar un conflicto.
Fuente: https://mejorconsalud.as.com