El salto de la televisión a la gran pantalla no siempre deja bien paradas a según qué series, pero ‘Downton Abbey’ supo capear el temporal y con honores con su primera película. Con la pandemia y ajustes de calendarios, la secuela se ha hecho de rogar, pero por fin este 29 de abril llega a nuestras salas de cine ‘Downton Abbey: Una nueva era’.
Renovarse o morir
‘Downton Abbey: Una nueva era’ arranca unos meses después de su predecesora con varias sorpresas para la familia Crawley. La primera es que Lady Grantham (Maggie Smith) ha heredado una villa en el sur de Francia y parte de la familia decide viajar al país vecino para visitar la propiedad y tratar de desentrañar el misterio tras la extraña herencia.
Mientras tanto en Yorkshire las cosas no están tan calmaditas, ya que un estudio de cine ha elegido Downton para rodar una película, y a pesar de las reticencias entre la «vieja guardia», Lady Mary decide que es la clase de oportunidad que necesitan para poder renovar el edificio y prepararlo para la nueva década.
Si bien la anterior película podía verse como un drama de época más al margen de la serie,** hay que ir avisando que esta es una secuela en toda regla y que por lo menos sería necesario ver la primera película** para entender de dónde salen algunos personajes. ‘Downton Abbey: Una nueva era’ es una película para los fans (muy fans) de la serie, y si se llega de cero a ella muchas dinámicas e incluso trasfondos de personaje no quedan demasiado claros.
Aún así, ‘Una nueva era’ funciona a la perfección como un capítulo largo y consigue equilibrar mucho mejor la enorme cantidad de personajes con los que tiene que hacer la malabares. Julian Fellowes y el director Simon Curtis logran darles a todos sus propias pequeñas tramas y momentos para brillar, incluso aunque a veces se pasen de drama innecesario que no lleva a nada. En especial, los personajes que hasta ahora se han ido quedando como personajes de apoyo por fin tienen más momentos en pantalla o redimirse con un final feliz que no terminaban de encajar.
También gana frente a su antecesora con el balance de tramas y ojo, con el propio planteamiento de salida de estas, mostrándonos también lo intrincado de los rodajes de los años 20 e incluso dejándonos alguna referencia un tanto meta por el camino.
Downton Abbey: despidiéndonos de toda una era
La coletilla ‘Una nueva era’ le viene que ni pintada a la secuela, y nos lo deja muy claro durante toda la película. ‘Downton Abbey’ mira hacia el futuro, preocupándose por dejar a toda la familia Crawley muy bien situada y lista para lo que está por llegar.
De nuevo nos recuerda una vez más que la época de las grandes casas y salones cerrados de familias aristocráticas está acabando, y que Downton debe ponerse al día si no quiere perecer como tantas otras mansiones palaciegas. Mary se vuelve a situar como la figura central al frente de la hacienda, con Michelle Dockery siendo la heredera perfecta para Maggie Smith cuando toca repartir una de cal y otra de arena con «one liners«. Eso sí, Smith demuestra de una vez más que todavía le queda mucha mecha y roba por completo todas las escenas en las que esta (que ojalá fueran más).
Todo el reparto está espectacular, aunque al final lógicamente los que más brillan son la propia Dockery, Hugh Bonneville, Laura Carmichael y Jim Carson. Hugh Dancy es un nuevo jugador perfecto en la ausencia del Henry Talbot de Matthew Goode, y Dominic West y Laura Haddock tienen la presencia perfecta de las estrellas de cine clásico a las que encarnan.
Sorprendentemente, también es una película llena de nostalgia que tiene sus momentos para acordarse de toda la trayectoria de la serie y lo que han vivido los protagonistas hasta estar donde están, incluyendo a algunos que se han ido perdiendo por el camino. Es una película que celebra lo mejor de la serie, pero que también nos deja con un regustillo un poco agridulce por la posibilidad de haber llegado al final.
‘Downton Abbey: Una nueva era’ sería un perfecto broche de oro para la serie si Julian Fellowes y su equipo decidiese dejar aquí la historia, con un homenaje precioso a todo el reparto y a los personajes que la han hecho icónica… y aún así deja con ganas de más si decidiesen continuar la historia de los Crawley como hasta ahora con películas esporádicas. Así que ahora tocará cruzar los dedos para ver si no hemos llegado al final de ‘Downton Abbey’.