No voy a negar que, en ocasiones, y pese a ir viendo religiosamente cada una de las películas que nos van sirviendo cada pocos meses, sueño con un mundo en el que la gente de Marvel Studios dosificase su parrilla largometrajes y convirtiese cada estreno en un evento cinematográfico al que acudir con ganas e ilusión en lugar de con la sensación de “fichar” y estar cumpliendo con un simple trámite más.
El exceso de producciones del MCU está, en cierto modo, haciendo que se pierda la magia para muchos espectadores, y el aluvión de contenido anunciado en la Comic-Con 2022 no plantea un escenario demasiado halagüeño; algo que el guionista Damon Lindelof —responsable de la fantástica ‘Watchmen’ y la revolucionaria ‘Perdidos’— también percibe.
Menos es más
Durante el podcast ‘Into It’ de Vulture, Lindelof ha hablado sobre la problemática de poner punto y final a una serie o a una franquicia de largometrajes que está viviendo un boom de popularidad; algo que, prácticamente, juega a la contra de nuestra naturaleza humana.
“Siempre va a ser difícil, porque una vez que has captado la atención de alguien, quieres mantenerla. Así que la idea de dejarlo pasar y no saber si vas a volver a ello otra vez es antitética para el modo en que estamos programados”.
Esto plantea un escenario en el que los carices industrial y creativo del medio cinematográfico chocan, dando lugar a un conflicto difícil de resolver.
“Desde un punto de vista algo más cínico, esto es un negocio. Es una industria. Y si haces un par de grandes películas de Marvel, el instinto es, ‘Necesitamos hacer más películas de Marvel, necesitamos expandir esto’. Y yo tengo esta especie de sentimiento interior en plan, ‘Wow, desearía que hiciesen menos porque haría que cada una de las que saliesen fuese un poco más especiales’. Pero las veo todas. La gente no quiere que las cosas terminen. Yo sí”.
Bajo mi punto de vista, al señor Lindelof no le falta razón; pero si algo legitima su punto de vista es el modo en que no se limita a ver la paja en el ojo ajeno, sino que hace autocrítica y se reconoce como otra pieza del engranaje industrial.
“He hecho precuelas, secuelas y reboots, así que no puedo ser un hipócrita y decir, ‘Dios, dame una idea original’ mientras yo estoy haciendo dos películas de ‘Star Trek’ y ‘Prometheus’”.