Si ya es lo suficientemente complicado dar forma a una secuela que satisfaga a quienes disfrutaron de su predecesora mientras iguala —ya no digamos superar— los niveles de calidad de la cinta original, imaginad intentar dar continuidad a un largometraje que revolucionó su género y terminó trascendiendo como uno de los primeros filmes de culto del siglo XXI. Pues nada menos que a esta gesta es a la que se enfrentó Juan Carlos Fresnadillo en 2007.
Elipsis e infecciones
Un lustro antes, Danny Boyle puso patas arriba el cine de terror no-muerto con una escalofriante ’28 días después’ que abrió paso a unos «infectados» muchísimo más rápidos y letales que los patosos zombis de George A. Romero en un ejercicio impecable en su narrativa y forma —magnífica la combinación de fotoquímico y digital—. Pero, entonces, los días terminaron transformándose en semanas.
Con ’28 semanas después’, Fresnadillo supo afrontar el imponente reto de ampliar el universo ideado por Boyle y el guionista Alex Garland, dando forma a un espectáculo aterrador, violentísimo y entretenido como pocos mientras amplia la escala y ambición conceptual del título de 2002; todo ello en 99 ajustadísimos minutos que serán recordados por su sobrecogedora secuencia de apertura.
Junto al talento del cineasta canario, la película se beneficia enormemente de la dirección de fotografía de Enrique Chediak —esta vez mezclando material en 35mm, 16mm y video— y de un reparto impecable en el que figuran nombres como los de Robert Carlyle, Rose Byrne, Idris Elba, Imogen Poots y un Jeremy Renner que encontró el que, probablemente, sea el primer papel que le puso en el candelero.
’28 semanas después’, presupuestada en unos 15 millones de dólares, supuso un éxito considerable en taquilla tras llegar a recaudar 65 millones en todo el mundo. Si quieres comprobar por qué —o si, simplemente, quieres pasar un muy buen mal rato—, puedes disfrutar de este cóctel de horror y acción en Disney+.