A quienes ya sabéis de qué pie cojeo no os sorprenderá si empiezo diciendo que a mí los juegos de investigación me suelen dar bastante pereza. Sin embargo hay veces que, por la originalidad de la propuesta, es irresistible rendirse a ideas como la Micro Macro Crime City.
Y es que en el mundo de los juegos de mesa, como en el de los videojuegos comerciales y las innovaciones indie, también hay hueco para experiencias más alejadas de lo que estamos habituados a ver. Este Buscando a Wally de asesinatos en una ciudad capaz de ocupar la mesa entera va un poco por ahí.
Un Buscando a Wally de asesinatos
En un mapa inmenso de una ciudad con sus edificios, peatones y vehículos, se esconden distintos casos escondidos entre una maraña de tiendas, peatones y diminutas curiosidades de las que te invitan a perderte repasando los mil y un detalles que se han dibujado para la ocasión.
Lejos de ser como una fotografía estática al estilo Buscando a Wally, en realidad se nos muestran distintos momentos del día en los que, por ejemplo, en una esquina del mapa vemos cómo alguien sale tan tranquilo de su casa y, en la otra punta, aparece la misma persona tras haber sido asesinada.
Lo que hay entre medio, si sabemos seguir las pistas y el recorrido de ese personaje, es la explicación a qué ha ocurrido entre ambas situaciones mientras recorría la ciudad. En qué tiendas se ha parado, qué vehículos ha cogido y, por descontado, en qué momento alguien se ha acercado para darle muerte.
La gracia del juego es que, a través de una serie de pistas, o sólo una pista inicial si quieres jugar en modo hardcore, sepas encontrar todo el recorrido para averiguar las típicas preguntas que se haría cualquier investigador: qué ha pasado, dónde ha pasado, por qué ha pasado y quién es el culpable.
Cómo se juega a Micro Macro Crime City
De la mano de 16 casos con 120 cartas de pistas que se jugarán como si fuésemos desgranando una historia, la idea es que nos juntemos en familia, con amigos o en solitario frente al mapa de 75 x 110 cm de la ciudad para ir resolviéndolos uno a uno.
Separados en distintos niveles de dificultad y con diferentes recomendaciones de edad dependiendo de lo escabroso que pueda llegar a ser el caso, la gracia del juego no está sólo en intentar encontrar al asesino, sino que a veces se nos pide averiguar otras cuestiones como qué pasó con el arma homicida, cuál fue el motivo del asesinato, o incluso rebobinar en todo lo sucedido para saber dónde vivía la víctima.
Sin presiones o exagerada dificultad, más allá de luchar contra la similitud entre unos ciudadanos y otros para ver si estamos siguiendo la pista a la persona correcta, en realidad todo lo que necesitas para sacar adelante cada caso es paciencia, una buena capacidad de deducción para saber dónde estará el siguiente fotograma en el mapa, y una lupa incluida en el propio juego por si tu vista ya no es lo que era.
Tan fácil de jugar y explicar como colocar el mapa y empezar a investigar, Micro Macro Crime City es uno de esos juegos ideales para jugar en familia que no requieren de una preparación previa demasiado exhaustiva. Una propuesta tan diferente como divertida en la que la única pega posible es que te acabes sin casos después de una buena enganchada.
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