El ganador de tres Oscar dice que cinco de sus proyectos fueron rechazados por estudios de Hollywood en los últimos dos meses.

Durante el Festival de animación de Annecy, y a través de declaraciones a The Hollywood Reporter, Guillermo del Toro reveló que «cinco» de sus último proyectos fueron rechazados por los estudios en los últimos dos meses.

“Me dicen que no”, dijo el director de una original versión de Pinocho. “En los últimos dos meses me rechazaron no uno sino cinco de mis proyectos». Enojado, agregó que «hacer cine es comerse un bocadillo de mierda. Siempre hay mierda, solo que a veces obtenés un poco más de pan”.

«La industria cinematográfica está orientada a que comas mierda y a destruir tu arte», dijo.

Guillermo del Toro con su Oscar por "Pinocho" a la mejor película de animación, en marzo de este año. Foto Reuters


Guillermo del Toro con su Oscar por «Pinocho» a la mejor película de animación, en marzo de este año. Foto Reuters

Y continuó: “La tasa de productividad frente a nuestros esfuerzos seguirá siendo frustrantemente difícil y frustrantemente larga. Y siempre encontrarás imbéciles que intenten poner un palo en la rueda. Lo que hay que tratar de hacer, sin embargo, es tenerse fe, tener fe en las historias que querés contar y esperar la posibilidad de que alguien quiera comprarlas”.

De acá en más, a la animación

Del Toro, según agrega el medio especializado IndieWire, dejó en claro que a mediano plazo se centrará, principalmente, en «largometrajes animados», y esto lo hará después de su adaptación en stop-motion de Pinocho, y la próxima Buried Giant, basada en la novela de Kazuo Ishiguro. Ambas películas provienen de Netflix.

“Hay un par de películas de acción en vivo más que quiero hacer, pero no muchas…”, comentó el famoso realizador. “Después de eso, sinceramente sólo pretendo dedicarme a hacer animación. Ese es el plan A».

El "Pinocchio" de Del Toro, producido por Netflix.


El «Pinocchio» de Del Toro, producido por Netflix.

El director nacido en Guadalajara, México, continuó: “La animación para mí es la forma de arte más pura y ha sido secuestrada por un grupo de matones. Tenemos que rescatarla. Creo que podemos introducir un montón de cosas buenas en el mundo de la animación, como un caballo de Troya».

Contestatario y con mirada propia, su Pinocho no tenía que obedecer, no tenía que cambiar, era amado por quién era. Eso lo hacía muy personal. De alguna manera esas características terminaban conectándolo más con historias del director como El espinazo del diablo o El laberinto del fauno, que con el cuento de hadas que ya conocemos.

«Se me ocurre que podés hacer un drama de fantasía para adultos con stop-motion y conmover emocionalmente a la gente. Creo que el stop-motion puede ser intravenoso, puede ir directamente a tus emociones de una manera que ningún otro medio puede hacerlo”, aseguró.

Michael Stuhlbarg, Michael Shannon, del Toro y David Hewlett en el set de "La forma del agua". Foto Archivo Clarín


Michael Stuhlbarg, Michael Shannon, del Toro y David Hewlett en el set de «La forma del agua». Foto Archivo Clarín

Stop motion es el anglicismo que da nombre a una técnica cinematográfica que logra que imágenes estáticas cobren vida. Con una cámara bien orientada, un poco de paciencia y un ojo entrenado para los detalles, el stop-motion permite crear imágenes en movimiento y animaciones fascinantes.

Del Toro le dijo previamente a IndieWire, en noviembre de 2022, que la experiencia en Pinocho lo llevó a repensar sus películas pasadas en términos de potencial animado.

“Quiero centrarme mucho más en la animación. Es mucho más mi velocidad creativa”, dijo del Toro. «¿Podrías hacer una versión animada de La forma del agua?», se le preguntó: «No me parece. ¿Podrías hacer una versión de El laberinto del fauno? Tal vez, creo que sí».

POS

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