Más alucinante que en Mega Drive, tan original como en Game Gear… Y todavía más divertido que en ambas. Análisis de Sonic Origins Plus

Correr tan rápido que hasta te adelantas poco a poco a la velocidad de la propia pantalla. Alcanzar tanta velocidad que hasta la dejas atrás y, una vez más, perder todos los anillos en el proceso. Desafiar la lógica y la gravedad a base de incontables loopings, resortes y portales. Sonic Origins es un juegazo de principio a fin, y ahora con su versión definitiva lo es todavía más. Mucho más. Sobre todo, si quedaste deslumbrado por el poderío -vampirizador de pilas- de la Game Gear.

Y es que para disfrutar plenamente de la grandeza atemporal de los Sonic clásicos, los de su sensacional y eternamente divertida etapa en los 16 bits, no hace falta una pizca de nostalgia: con ganas de pasarlo bomba vas sobrado. SEGA y Headcannon (responsables del intachable Sonic Mania) lo demostraron haciendo gala del retron Engine justo a tiempo para conmemorar el 30 aniversario de Sonic. Exactamente un año después, esa celebración no ha acabado. Más bien lo contrario.

Sonic Origins Plus es como si SEGA hubiese regresado tras soplar las velas trayendo un álbum de fotos antiguas que, además, viene acompañado de sus respèctivas historias. Muchas de ellas cuales ya conocemos, y otras no tanto. Y, en el proceso se saca de la chistera un volumen completamente desconocido: ¿qué estaba haciendo la adorable Amy Rose durante los eventos de los tres primeros juegos de Sonic? ¿Y, qué pasaría si intercambiase su rol de damisela en apuros en Sonic CD?

Preguntas que Sonic Origins Plus responde de maravilla, dándonos una nueva excusa para abordar y exprimir todavía más clasicazos cuya rejugabilidad tiende al infinito -y más allá- aprovechando la soberbia base sobre la que se sostienen los juegos ya incluidos en la propuesta de 2022: Sonic Origins no es una recopilación con los juegos que ya vimos en Mega Drive y jamás lo fue: es la remasterización definitiva de los mismos, reensamblada pieza por pieza y acomodada a las pantallas actuales. Lo cual, de hecho, les permite crear los nuevos contenidos que nos llegan en Sonic Origins Plus.

Algo que, como veremos, queda mucho más patente al ver el cómo y de qué manera nos han llegado los rescatados clásicos sin retocar de Game Gear.

En VidaExtra hemos disfrutado como niños de Sonic Origins Plus, un empujón adicional a la más que merecida revitalización de la época dorada del abanderado de SEGA. Dicho lo cual, y como iremos viendo, las acertadísimas novedades le harán mucha más ilusión a los nostálgicos o a los apasionados por el retro que a los nuevos jugadores. Y eso no es malo, que conste.

Amy Rose le da una nueva capa de diversión a los clásicos

La primera cuestión despejada y desde el principio: Amy Rose es la mejor adición que se le ha hecho a las cuatro entregas clásicas desde que empezaron a reeditarse y recopilarse. Y es un doble hito en sí mismo, por cierto: la carismática fan número 1 del mismísimo Sonic había estado ausente como personaje jugable en las entregas 2D desde 2016 con Sonic Boom: Fire & Ice y, técnicamente, en lo que respecta a la saga principal han tenido que pasar 20 años si contamos Sonic Advance 3.

Y eso nos lleva a la primera pregunta esencial de cara a la hora de recuperar el personaje: ¿qué es lo que aporta Amy Rose a las cuatro entregas clásicas? Más allá de su propia presencia, claro, se ha aprovechado el tratamiento dado a la trilogía de Mega Drive y el imprescindible de Mega CD para crear un personaje que a nivel jugable se siente completamente familiar, pero para los apasionados del Sonic más plataformero aporta elementos divertidos y nuevos matices.

Lo esencial: Amy se puede seleccionar en los cuatro juegos desde el modo Aniversario. Es más, podemos jugar con ella y en compañía de Tails en Sonic 2 y Sonic 3 & Knuckles en ausencia del héroe de zapatillas coloradas. Y eso requiere varios ajustes interesantes que se van viendo sobre la marcha tanto en las físicas como a la hora de atacar y desenvolverse en los escenarios o contra los enemigos. 

Detalles simples, pero muy entretenidos como que al arrancar Sonic 3 veremos cómo Amy es la que esta sobre las alas del tornado antes de estamparse en Angel island, aunque agazapada para que no se la lleve el viento. Porque Amy no es Sonic de otro color: es un personaje con su propia velocidad, su propia capacidad de salto y un martillo muy parecido al del Chapulín colorado que usará con enorme generosidad.

De hecho, las propiedades de Amy son realmente divertidas: 

• Su martillo Piko Piko no hace ese característico sonido que escuchamos en otros juegos, pero se activa al doble salto haciendo que gane muchísimo más área de daño, lo cual es todavía más interesante contra jefazos finales.
• Pero es que, además, las propiedades al golpear con Piko Piko se benefician de la inercia, con lo que el número de golpes que da va en relación a los giros de Amy. Mientras más vueltas da, más martillazos pueden golpear.
• Y ahí no acaba la cosa: aprovechando esa inercia, si mantenemos pulsado el botón de ataque Amy realiza un ataque adicional al caer. Pero también se aplican las propiedades del Drop Dash de Sonic, con lo que al tocar el suelo empieza a correr repartiendo martillazos a todo lo que le sale al frente.
• Por último, pero no menos importante, si nos transformamos en Super Amy al obtener todas las esmeraldas de cada juego podremos lanzar martillitos a disección. Un pequeño gran detalle que redondea todo lo anterior.

El hecho de añadir a Amy no obedece a la idea de que haya un personaje femenino seleccionable, sino a la posibilidad de añadirle una nueva capa de variedad a cuatro juegazos que, tras ser restaurados y reensamblados en Retro Engine, abren esa posibilidad y ofrecen la excusa perfecta para disfrutar de juegazos por los que jamás pasan los años. 

Y sí, para la ocasión se diseñaron montones de nuevas animaciones que encajan de maravilla con las originales, como debe ser, pero en el caso de Knuckles hubo que hacer algún retoque adicional en los niveles. Totalmente justificado, que conste.

SEGA no solo ha hecho que Amy sea jugable en los cuatro juegos, sino que en el proceso ha logrado que por primera vez Knuckles se abra paso (a golpes) en Sonic CD. Un proceso que va más allá de añadir la opción en el menú inicial, todo sea dicho, ya que a diferencia de Sonic 2 sus niveles no estaban diseñados para ser recorridos por un personaje con sus habilidades y características.

Dicho de otro modo: Sonic 2 y Sonic 3 & Knuckles son juegos en los que prima el plataformeo en horizontal y la velocidad, mientras que Sonic CD juega mucho más con las físicas, las falsas paredes y el recorrido vertical -además de los saltos en el tiempo- con lo que el hecho de llevarlo a Sonic Origins requería algo más que el hecho de habilitarlo en la pantalla de selección. Y Sonic Origins Plus da ese paso sumando nuevos caminos diseñados para específicamente para el personaje.

Que no se me malinterprete: al jugar con Knuckles en Sonic CD puedes escalar a la zona más alta y lanzarte planeando hasta la línea de meta saltándote a la torera todo el nivel en según que fase, pero hacerlo es darle la espalda al descubrimiento de nuevas creadas para la ocasión. Y eso es un tesoro en sí mismo.

Por primera vez en 20 años, todos los Sonic de Game Gear juntos

Tenemos buenas noticias para los fans de Sonic, todavía mejores para los poseedores de una Game Gear y una advertencia obligada para los más sibaritas de la emulación: a través de Sonic Origins Plus, SEGA recupera los todos los juegos protagonizados por Sonic y sus spin-off lanzados en la vanguardista portátil a color de SEGA. Algo que no se había visto por parte de SEGA desde que Sonic Adventure DX: Director’s Cut fue lanzado en 2003 (¡Hace 20 años!) y que supone el otro máximo reclamo dentro de las novedades. Sin embargo, a estos clásicos sí se le ven las costuras. Y de lejos.

Los juegos de Game Gear no reciben el mismo tratamiento que las remasterizaciones (o restauraciones integrales) de los cuatro juegos de Mega Drive, con lo que SEGA ha optado por incluir versiones emuladas de los originales sin retoques ni mejora. De hecho, ni siquiera esperes encontrar opciones para mejorar la calidad de la emulación: olvídate de poder ajustar la pantalla, aplicarle filtros que maquillen la resolución original de los juegos o acomodar los controles. Del uso del DualSense ya ni hablamos, aunque tampoco contábamos con ello.  

Lejos de replicar lo visto en los clásicos de Game Boy de Nintendo Switch Online, en los que se le daba un empujoncito visual a cada título y se le añadían opciones online, la manera en la que SEGA suma los 12 juegos de Game Gear acaba resultando funcional y rudimentaria. Las dos únicas diferencias, además de poder en una pantalla mayor con o sin bordes, pasan por la posibilidad de guardar la partida al vuelo y la opción de multijugador local, de la que hablaremos un poquito después.

Otra cosa distinta es la selección de juegos, que conste. Y estamos hablando de joyitas que, sumadas a los cuatro juegos anteriores, nos dan una perspectiva total del legado y el impacto del Sonic clásico en los 90 con versiones completamente originales de los primeros Sonic de Mega Drive, con sus propios ritmos y físicas, o propuestas completamente originales creadas para la portátil de 8 bits de SEGA.

Y es que a través de Sonic Origins Plus no solo se recuperan juegos notablemente ausentes de Mega Drive, como son Sonic Spinball o Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine, sino que se redondea la oferta con dos títulos que originalmente jamás salieron de Japón como fueron el Sonic Drift original y Tails’ Skypatrol, la primera aventura en solitario del mejor amigo del destello azulado.

¿De qué juegos estamos hablando? Como verás, la adición que recibe Sonic Origins es sensacional.

Mención especial a que, pese a que muchos de los títulos fueron lanzados en Master System adaptados a las televisiones, se ha optado por las versiones de Game Gear en las que lo que se muestra en pantalla es tremendamente limitado. Sobre todo si ponemos el juego en teles de más de 30 pulgadas. Sin embargo, y frente a la enorme oportunidad que supone esta estupenda adición, el gran problema no reposa en la presentación o lo que vemos, sino cómo lo escuchamos.

Cada juego se ha acomodado al sistema de audio original de Game Gear, con lo que al ponerlo en los sistemas actuales los sonidos digitalizados, los temas musicales e incluso determinadas acciones petardean o se nota cierto ruido molesto. Especialmente si jugamos con auriculares, Si bien, no podemos esperar que SEGA haga el mismo trabajo de restauración que con los juegos de Mega Drive, cabía desear que ofreciese una solución para un apartado que en los juegos clásicos de la compañía siempre ha sido una prioridad: el sonido.

Con todo, también toca quitarse el sombrero con determinadas soluciones bien planteadas: al igual que Game Boy, la portátil de SEGA ofreció multijugador con cable en determinados títulos. Tres de ellos están presentes en Sonic Origins Plus y si tienes dos mandos (o Joy Cons) vas a poder disfrutarlos a pantalla dividida.

En lugar de contar con su propia isla independiente (como el resto de títulos clásicos restaurados), todos los juegos de Game Gear de Sonic Origins Plus se encuentran en su propia sección dedicada dentro de Misiones, junto con el modo Historia o los desafíos adicionales. Al acceder a esta colección y repasar los juegos nos topamos con que hay 15 entradas, dado que Sonic Drift, su secuela y Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine aparecen por duplicado. El motivo es que las versiones «J2» de esos juegos habilitan que conectemos un mando adicional y organizar partidas. Y eso es un acierto de todas todas.

El rescate de juegazos como el mítico Sonic 2 en 8 bits, Sonic Chaos o un terriblemente adictivo Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine le da un mayor valor y atractivo al conjunto, sobre todo si tenemos en cuenta que los materiales de estos juegos ya estaban presentes en el Sonic Origins de 2022. Y pese a que títulos como Sonic Blast siguen siendo un despropósito, se habrían echado de menos de cara al gran plan detrás de la iniciativa: redoblar el valor del Sonic clásico a través de su legado.

Cuál es ese Plus que llega a Sonic Origins

Con la novedades principales de Sonic Origins Plus por delante y colocadas sobre la mesa, sería totalmente injusto pasar de puntillas por lo aciertos de éstos frente al conjunto y cómo se le añade valor a la iniciativa definitiva por revitalizar los clásicos.  No solo a nivel artístico o visual, que también, sino en un empeño incesante por llevarlos al mayor público posible. Incluyendo los más pequeños de la casa.

De hecho, en Sonic Origins (y, por extensión, Sonic Origins Plus) no se retoca la dificultad original. Algo que rozaría la herejía, todo sea dicho. Sino que se apuesta por una doble experiencia que pasa por ofrecer todas las entregas conectadas en una misma historia (que se puede disfrutar del tirón o juego a juego) entrelazadas por divertidas animaciones con un toque de nostalgia y, a la vez, con un sistema de vidas infinitas en los que obtenemos monedas canjeables por nuevos intentos en las fases de bonus y desbloqueos en el modo Museo.

Dicho así puede parecer que Sonic Origins convierte los clásicos en un paseo, y nada más lejos de la realidad: los laberínticos y trepidantes niveles originales se sientes de maravilla a los controles incluso habiendo pasado tanto tiempo. Su casi infinita rejugabilidad está fuera de toda duda. Y la nueva posibilidad de poder jugar por primera vez a todos los juegos clásicos con todos los personajes -algo imposible hasta ahora- supone un acertadísimo plus al conjunto. Nunca mejor dicho.

Que no se me malinterprete: si somos muy puristas o sencillamente deseamos la experiencia original, tal y como se ofreció en Mega Drive, siempre tenemos la alternativa de empezar el modo Clásico con su sistema de vidas y continuaciones tradicional. Eso sí, no conseguiremos monedas y corremos el riesgo de perder la cabeza en las fases de bonus. Sobre todo, en las de Sonic 3 & Knuckles. Una cosa no quita la otra y en ambos casos lo pasaremos bomba poniendo a prueba las físicas y disfrutando del plataformeo supersónico al estilo Mega Drive.

Y sí, en el modo clásico disfrutaremos de guardado automático en cada juego para que podamos retomar la partida si apagamos la consola. 

Es más, el contraste entre el modo Aniversario y el Clásico de Sonic Origins Plus no se queda en replantear las opciones para que todo el mundo pueda disfrutar de los clásicos como más le guste: gracias a la remasterización del Retro Engine SEGA, dependiendo del modo disfrutaremos de una gloriosa pantalla completa con elementos con una nitidez exquisita o la proporción original de cada juego adaptada a la anchura de los televisores de tubo de la época. Y eso es un Win-Win de campeonato.

Dicho lo cual, en S0nic Origins Plus seguimos sin tener la opción de rebobinado cada vez más estandarizada a la hora de restaurar o repescar clásicos (incluyendo los de Nintendo Switch Online) o la posibilidad de hacer guardados al vuelo en el punto de la pantalla en la que nos encontremos. Aunque, por otro lado, SEGA da un paso al frente y acierta -comedidamente- al permitir que en el modo Aniversario podamos guardar las partidas de manera individual en cada juego.

Llegados a este punto, y como vemos justo ahora, aquellos jugadores más pícaros y veteranos saben que no tardarán demasiado en saltar de una pantalla a otra o plantarse directamente en los compases al finales de cada juego.

• Si bien, se nos da la opción de continuar la partida en curso tanto desde el modo historia como desde cada juego en Aniversario (o Clásico) ahora que todos los personajes están habilitados en cada título se nos permite hacer un guardado de partida por cada opción. Incluyendo una adicional si jugamos con tails en Sonic 2.

• Pero es que, además, los trucos clásicos de Mega Drive funcionan exactamente igual, con lo que con sencillas secuencias de botones al inicio de la partida podremos acceder a las pantallas de selección de fase, acceder al modo Debug y activar las transformaciones. Y sí, como puedes ver, estas pantallas se han actualizado con las novedades de en Sonic Origins Plus, con lo que podremos jugar con Amy o Knuckles.

Llegados a este punto toca plantear el atractivo de las novedades de Sonic Origins Plus. Además de las anteriores, que no son pocas, depende directamente de si ya contábamos con una copia de Sonic Origins y qué edición teníamos. 

Entre otras cosas, porque además de poder adquirirse en físico (por primera vez), se puede actualizar nuestro juego y, en el proceso, sumarle también todos y cada uno de los extras en forma de misiones y desafíos adicionales, más piezas de arte o más personajes que nos saludan desde las islas de los menús. Y vamos a ser sinceros, pese a que se podía haber trabajado mucho más en ofrecer los juegos de Game Gear en mejores condiciones, hay un trabajo brutal a la hora de crear los desafíos.

¿El recopilatorio definitivo de Sonic en Mega Drive? Desafortunadamente, y pese a la generosa hornada de novedades que se suman, hay sonadas ausencias como la versión de 16 bits de Sonic Spinball o unos completamente desaparecidos Sonic 3D Blast (pese a que nos queda el no tan grato consuelo de Sonic Labyrinth) o el mítico Knuckles Chaotix de la eternamente olvidada Mega Drive 32X. Y pese a que, puestos a pedir, la inclusión de los Sonic Advance redondearía el conjunto, a todos los efectos ya habríamos entrado en la era del Sonic Moderno y eso se pasa de frenada.

La opinión de VidaExtra

Para toda una generación, entre la que me encuentro, hablar de los clásicos de Sonic de una manera subjetiva es completamente imposible. He perdido la cuenta de las veces que he comprado el original. Literalmente, no se ni cuantas copias tengo repartidas en todas las consolas que han ido pasando por mis manos. Y, pese a ello, dejando al lado la nostalgia el merecido carisma del personaje, Sonic Origins Plus es compra obligada para todo enamorado del plataformeo pixelado. 

Un lote de adiciones irresistible que, además, se amortiza sola en forma de expansión si ya tenías el original a base de novedades bien planteadas y contenidos que, o bien tenias la edición deluxe o eran necesarios comprar por separada. Pero no lo vamos a negar: la llegada de Amy a los clásicos es un acierto total. Y la sensación de redescubrir Sonic CD con Knuckles, pese a que se podía haber sido más ambicioso, es igual o mejor.

Irresistible no quiere decir intachable, que conste: al incuestionable acierto de sumar los juegos de Game Gear al conjunto, que nos llega como maná venido del cielo para los que tuvimos aquella portátil, y sus posibilidades de multijugador local hay que restarle el hecho de que se le podía haber dado un mejor tratamiento a esos títulos. Pedir que se hiciera una remasterización y restauración es demasiado, lógicamente, pero añadirles mejoras a base de ajustes básicos o que el sonido no sea un drama sí estaba al alcance de SEGA.

Sería razonable hasta cierto punto pedir, como comentamos, la inclusión de otros juegos clásicos de Sonic pero volvemos al punto de partida: con Sonic Origins la propia SEGA y Headcannon convirtieron las cuatro entregas principales en una gran aventura atemporal. Devolvieron Sonic 3 & Knuckles a los sistemas actuales (al precio de renunciar dolorosamente a temas musicales) y demostraron la atemporalidad de obras maestras de la legendaria Mega Drive. No a base de exprimir la nostalgia, sino impulsados por genuina devoción por los clásicos y su excelencia.

Sonic Origins Plus no es el recopilatorio definitivo de juegos del destello azulado y jamás pretendió serlo. En su lugar, tenemos una propuesta de juego que ya reivindicaba con acierto la gloria de los primeros juegos de Sonic y que, más de 30 años después, deja patente que su legado no solo es incluso mayor, sino que puede llegar a ser todavía más divertido. Y en el proceso, en pleno 2023, nos vuelve a deja rembobados al ver algo tan absurdo y fascinante cómo un erizo pixelado de zapatillas coloradas atraviesa loopings a velocidades supersónicas.

Precio de Sonic Origins Plus

Sonic Origins Plus está valorado en 39,99 euros en todas las plataformas, tanto las ediciones en físico como en digital y en todas se incluye el original como todos los DLCs. Ahora bien, si preferimos que nuestra copia venga en una caja recibiremos interesantes incentivos: además de una carátula reversible que rinde homenaje a las portadas de Mega Drive, al abrirlo encontraremos un pequeño un libro de arte de 20 páginas. Puede que no sea un manual de instrucciones, pero es un bonito detalle.

Por otro lado, si ya tenemos Sonic Origins en nuestra consola o PC (que únicamente fue publicado en digital) la alternativa de hacerse únicamente con el contenido descargable es igual de golosa: el Pack de Expansión para actualizar nuestra copia a Sonic Origins Plus está valorado en 9,99 euros incluye todas las novedades además de los DLCs de Premium Fun Pack y Classic Music Pack, con lo que pasa a ser la edición completa con todos los extras.

Duración de Sonic Origins Plus

Puedes completar las cuatro entregas de Sonic Origins en unas 12 horas si juegas el modo Historia. Eso sí, partiendo de que no usas los trucos para elegir pantalla y gracias al sistema de guardados y vidas infinitas. Pero, claro, a esto hay que añadirle la obtención de todas las esmeraldas y sus fases de bonus o la exquisita rejugabilidad de cada entrega y el extra de variedad de cada uno de los personajes.

Además de lo anterior hay que tener en cuenta que cada uno de los 12 juegos de Game Gear tiene su propia duración y en algunos, como Sonic Drift 2 o Dr. Robotnik Mean Bean Machine es incalculable. Y las horas que no le dediques al primero, de manera más que justificadas, irán a pasar al segundo.

Por último tenemos el tema de los modos multijugador de Sonic 2 y Sonic 3 & Knuckles y la enorme cantidad de desbloqueables en forma de piezas de arte, cinemáticas y hasta conciertos que depende de manera proporcional de tu capacidad de sumar vidas extra. Asi que, en conjunto, vas a tener Sonic para todo el verano y, si además eres fan, una selección de juegos clásicos a los que vas a regresar de manera recurrente.

Imagen de portada de @GigiD_Sonic creada para Sonic Origins Plus

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