Todavía no he probado la dura escalada de un rocódromo, pero lo cierto es que la modalidad deportiva se ha puesto de moda en los últimos tiempos. Es muy habitual la proliferación de estos negocios junto a una gran cantidad de público que quiere poner a prueba su destreza intentando alcanzar alturas no recomendadas para los más aprehensivos al vértigo.

Si formas parte de mi equipo, del que valora tener los pies anclados al suelo, Jusant te ofrece la dosis perfecta de montañismo sin poner en riesgo tus huesos. Si también eres de los que disfrutaste de lo lindo pateando mundo en Death Stranding, prepárate porque Don’t Nod ha desarrollado uno de los imprescindibles que debes tener bien apuntado en tu lista.

P’arriba, que es gerundio

La humanidad tiene una necesidad imperiosa de imponerse desafíos por motivos aparentemente absurdos. ¿La montaña más alta del mundo? Debe ser escalada ¿El mar más vasto de la Tierra? Ha de ser surcado. Y así con innumerables ejemplos a lo largo de la historia, por lo que no es de extrañar que Jusant parezca partir desde la misma base.

Nuestro protagonista llega hasta una torre que se pierde entre las nubes y sin una razón de peso, decide comenzar a escalarla. La peculiaridad de la misma, así como del entorno, es que todo indica que estamos hablando de una estructura que no hace mucho estuvo rodeada de agua hasta alturas enormes; sin embargo, ahora es un yermo repleto de barcos de madera, redes de pesca y conchas que se han anclado a las paredes.

Jusant

Siguiendo la filosofía de los moluscos, tendremos que encararmarnos a cualquier asidero que tengamos a mano -o a pie- para poder ascender. Como si fuésemos Sam Bridges, una barra de resistencia nos indica cuántos esfuerzos más podemos llevar a cabo con una secuencia mecánica muy intuitiva. Los gatillos se corresponden a cada mano del protagonista, por lo que es sencillo desarrollar una soltura propia de un mono en cuanto le cogemos el truco a la dinámica.

A pesar de ello, las paredes pueden ser traicioneras. Cada una de ellas tiene un diseño propio, los cuales podemos recorrer con cierta libertad asumiendo riesgos o desviándonos para encontrar caminos alternativos. Puede que el tramo de escalada se nos haga demasiado largo, calculemos mal los saltos y nos quedemos sin resistencia. La solución a nuestros problemas serán los tres pitones que podemos colocar a nuestra elección y asegurarnos que un fallo nuestro no sea fatal. Es imprescindible recurrir a toda suerte de formas de maniobrar, ya sea balanceándonos o usando tirolinas para continuar.

Aunque no estemos escalando el Everest, no podemos librarnos de las inclemencias del tiempo. El calor en Jusant puede llegar a ser infernal, lo cual se refleja en la rojez de la piedra y sirve como indicativo de que las vamos a pasar canutas si optamos por la vía del sudor. La resistencia durará menos y acusaremos los esfuerzos mucho más, sobre todo si no encontramos un soporte donde descansar o relajamos los brazos unos instantes para recuperarnos.

Jusant

El mundo en el que nos topamos es de pura fantasía, por lo que no faltan a la cita elementos tan curiosos como Balasto, una criatura acuática que actúa como nuestra mascota. Su función es la de guiarnos hacia el siguiente punto y despertar a la naturaleza a nuestro alrededor, tal y como sucede con las plantas que pueden florecer a lo largo de varios metros y que sirven como agarres más que idóneos. De la misma forma cumplen su cometido pequeños cangrejos que portan piedras encima de ellos y resultan apoyos móviles perfectos  para continuar nuestro ascenso.

No querrás pasar demasiado tiempo en tierra, pues apenas hay nada que hacer cuando nos movemos solo con las piernas. Los controles en el suelo no son los más precisos y provocan que el personaje se atasque con facilidad, por lo que mejor es sufrir de tortícolis intentando ascender. Hay que llegar a la cima a toda costa, cueste lo que cueste.

Ni una palabra, solo escucha

He podido explorar dos biomas en las poco más de dos horas de partida que he disfrutado de Jusant, pero posee todos los elementos propios de un montañista veterano. La experiencia se cierra mucho alrededor del propio hecho de escalar, de subir, de superarnos poco a poco y demostrar que esa pared no puede con nosotros. No hay más acompañamiento que la música y ni un solo diálogo se puede escuchar mientras el viento surca la torre pedregosa.

Jusant

¿Cuál es la historia detrás de la obra de Don’t Nod? Bien es cierto que existen muchas anotaciones y cuadernos para leer, pero el equipo de desarrollo no se ha preocupado en conducirnos por un sendero narrativo muy presente. La trama se diluye entre pasajes que podemos escoger leer y murales misteriosos que recuerdan a los que encontramos en Journey. De hecho, no hay problema en seguir escalando sin comprender exactamente qué se nos ha perdido en este mundo; sencillamente, toca escalar.

Evidentemente, sí que hay un contexto listo para aquel que quiera darle sentido a todo lo que sucede y de hecho resulta interesante, pero el desafío sigue centrándose en sentir todo lo que nos encontramos a nuestro alrededor. Escucha las caracolas que recuerdan al océano, plantéate si vale la pena seguir escalando y llega a la conclusión de que siempre ha merecido el esfuerzo.

Jusant

Eres tú contra la montaña, no hay absolutamente nada más. Jusant no tiene ni un solo puzle o rompecabezas que resolver, pues el propio avance es el único reto que necesitamos. Al momento que se ha publicado este texto tenéis disponible una demo gratuita en Steam para probar los primeros 45 minutos de la aventura y así comprobar lo absurdamente bonito que es el viaje que nos espera en los próximos meses.

  • Plataformas: PS5, Xbox Series X/S y PC
  • Multijugador: No
  • Desarrollador: Don’t Nod
  • Compañía: Don’t Nod
  • Lanzamiento: otoño de 2023