Siempre hay motivos para las quejas para las películas que se nominan a los Oscars, y en algunos casos más que legítimas (las categorías de cortos son una increíble recopilación de bochornos inigualables). Pero hay algunas áreas donde parecen encontrar sitio propuestas fascinantes, como puede ser la de documental, a pesar de las quejas de los cineastas locales por cómo en los últimos años se están dando preferencia a películas de procedencia extranjera (eso sí, no se quejan de que las alternativas americanas sean hagiografías mediocres en el mejor de los casos).
Este año en dicha categoría yo he encontrado algunas de las propuestas más sugerentes de lo que llevamos de año, como esa mezcla de realidad y ficción de ‘Las cuatro hijas’ o el periodístico y reflexivo toque de la ganadora ‘20 días en Mariúpol’. Incluso propuestas menos redondas cuentan con historias de lo más potentes, como es el caso de ‘Matar a un tigre’.
Una manada de tigres
La última de las nominadas a documental en los Oscars que quedaba por verse en nuestro país, y que se acaba de estrenar a nivel global a través de Netflix. Oportunidad bastante cómoda para ver esta película de Nisha Pahuja que nos mete en una historia cargada de injusticia y de dolor, señalando los valores y cimientos de todo un país.
El documental nos lleva a un poblado de la India, donde una inocente chica de 13 sufre una violación grupal por parte de varios vecinos de la zona. Ek padre, un modesto agricultor, exige justicia para su hija y se dispone a recorrer todos las instituciones para obtenerla. Se enfrentará a las limitaciones de dichas instituciones, así como a una serie de valores conservadores arraigados en la zona.
De manera similar a ‘Las cuatro hijas’, en ‘Matar a un tigre’ encontramos una inmensa cantidad de dolor infligido a los hijos y una denuncia a una mentalidad social que se va transfiriendo generacionalmente que sólo sirve para exonerar estos abusos. Aquí el sistema y sus instituciones se muestran como parte del problema que lleva a que jóvenes como esta no vean reparado el sufrimiento que se les inflige.
‘Matar a un tigre’: en lucha contra la injusticia
Para ello, trata de buscar cierta intimidad alejándose del concepto “bustos parlantes” que suelen poblar los documentales (aunque no ha sido la norma en los documentales de este año). Pahuja sigue la aventura de este padre contra los prejuicios sociales y un sistema ineficiente y permisivo, dejando deliberadamente al margen a la principal víctima de esta crueldad que es mostrada siempre con cierta distancia.
Eso aporta también algunas de las limitaciones del propio documental, similar en cierto aspecto a la aún más convencional ‘Bobi Wine: El Presidente del Pueblo’. El camino recorrido es básicamente el esperado, y las conclusiones son realmente básicas, además de llegar a ellas tan pronto que al final el metraje se siente alargado. Es cierto que tiene suficiente entre manos para impactar, pero a veces se echa en falta algo más para terminar de apreciarlo como obra.
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