Seguro que muchos recordáis cómo se hablaba de ‘Tenet’ en su momento como poco menos que la película que iba a salvar el cine tras el colapso provocado por la pandemia de coronavirus. La tensión que generó el hecho de no aplazar su lanzamiento (por temor a que el público no fuese a las salas) acabó siendo uno de los factores para que Christopher Nolan rompiese su relación profesional con Warner y diese el salto a Universal, estudio con el que hizo ‘Oppenheimer‘, un gran éxito de taquilla que arrasó también en los Oscars.
Lo cierto es que ‘Tenet’ recaudó mucho menos de lo esperado para una película que costó 205 millones de dólares (sin incluir ahí el elevado gasto en marketing); solamente ingresó 365 millones en cines. Desde Warner no se mostraron arrepentidos pero parece claro que la taquilla no ayudó a limar asperezas entre Nolan y el estudio. Si os apetece revisarla (o verla por fin), como casi todas las producciones de Warner la vais a encontrar disponible para ver en HBO Max. También se puede alquilar online en plataformas como Prime Video o RakutenTV.
El escaso toque humano
Una cosa que no sorprendió a nadie de ‘Tenet’ es que fuese mucho más densa de lo habitual en una superproducción, ya que lo contrario sería toda una sorpresa viniendo de Nolan. El problema es que aquí su lado más cerebral le llevó a desterrar por completo el componente emocional, clave para conseguir una mayor implicación del espectador en lo que sucede en pantalla. Habrá para quien eso no sea un problema, ya que el espectáculo visual que propone es impresionante y su premisa también es de lo más llamativa, pero para mí hace falta más que eso.
Aquí simplemente fallan los personajes, especialmente el de John David Washington, ya que no puedes poner a una cáscara vacía al frente de un relato así y esperar que sea suficiente para que nos motive la misión a la que ha de hacer frente.
Y tengo claro que eso se debe a que a Christopher Nolan no le importa aquí demasiado el toque humano, porque prefiere apostar por la grandilocuencia y la presunta genialidad de las ideas que maneja (si bien él mismo admite que ‘Tenet’ no se entiende del todo). No niego que eso sirva como base para instantes fascinantes en lo visual, pero el conjunto nunca termina de funcionar y llega un punto en el que lo más probable es que simplemente hayas desconectado y que hasta su despliegue visual te canse.
No me cabe duda de que hay espectadores que acabarán sobrepasados por ‘Tenet’ en otro sentido, ya que es un título abrumador de forma indiscutible pero también único en su especie. El problema es que diferente no equivale a bueno.
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