Quedan pocos días para el estreno de una de las películas más esperadas del año: Furiosa, el spin-off de Mad Max. La película espera ser una de las grandes producciones de 2024, con Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth como las estrellas principales, y una gran diferencia con respecto a los actores de la entrega anterior: la química detrás de las cámaras.
Como muchos saben, Charlize Theron y Tom Hardy tenían una relación tensa en el rodaje y no se soportaban mutuamente. Aunque esto parecía ser un problema para la producción, George Miller cree que fue la excusa perfecta para que interpretaran aún mejor a sus personajes.
«Soy optimista, así que vi sus comportamientos como un reflejo de sus personajes, en los que tenían que aprender a cooperar para garantizar la supervivencia mutua. No hay excusa para ello, y creo que en este negocio se tiende a utilizar las grandes interpretaciones como excusa para otros desbarajustes que podrían evitarse».
A pesar de sus desavenencias, la química hostil entre los actores funcionó perfectamente en la película, ya que en la historia, tanto Furiosa como Max también se confrontan en varias ocasiones por diferentes aspectos dentro de la trama.
Afortunadamente, a medida que avanzaba el rodaje, ambos actores mejoraron su relación y, con el paso de los años, reconocieron que la presión de hacer una película de estas características generó un ambiente tenso del que se arrepienten profundamente.
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