Carlos Procopiuk, pionero de la cinematografía patagónica, fue un apasionado que filmó durante más de 50 años en el interior neuquino combinando documental, cine comunitario y ficción de género fantástico.
Procopiuk, documental que se estrenó este jueves 31 de octubre en el Gaumont, recorre su legado a través de los testimonios de su familia, amigos, colaboradores y, sobre todo, a través de su desconocida pero prolífica filmografía.
Con un archivo que incluye formatos como 16mm, Super8, Super VHS y U-Matic, entre otros, Procopiuk presenta al territorio patagónico como un lugar lleno de posibilidades y a un director entusiasta, capaz de llevar a la realidad sus sueños y comprometer a más gente en ellos.
“En 2015, tras haber vivido, estudiado y trabajado durante 12 años en la Ciudad de Buenos Aires, regresé a Neuquén con el objetivo de producir un unitario documental llamado Territorios extraordinarios, centrado en los hitos, mitos y ritos del norte neuquino”, cuenta el director del documental, Diego Lumerman, en el texto introductorio a la película. Este es el primer largometraje del realizador neuquino.
Y recuerda cómo se enteró de la existencia de este cineasta: “Durante la investigación para este proyecto, un colega mencionó a Carlos Procopiuk: ‘Era documentalista, neuquino, un personaje… ya falleció’. Me contó que Procopiuk había filmado un plano del río Neuquén sobrevolando el valle en un ala delta, con una cámara Super VHS a cuestas. También había filmado en el norte neuquino, pero 40 años antes, cuando esa región era prácticamente desconocida e intransitable”.
A partir de ese momento, decidió indagar en la vida de este pionero: “Conseguí dos de sus películas, una de 1975 y otra de 1986, y al verlas me impactó descubrir a alguien con una sensibilidad y unos intereses tan afines a los míos que ya había recorrido esos mismos paisajes. Durante el rodaje de Territorios extraordinarios, varios puesteros lo recordaban y compartían anécdotas de sus filmaciones. Mi curiosidad por este director creció”.
Y sigue: “De vuelta en Neuquén, al consultar con conocidos y familiares, todos tenían algún recuerdo de ‘Proco’. Lo que comenzó como una investigación inicial sobre su vida y obra, reveló un personaje fascinante, con una vida intensa y apasionada, y una producción vasta y diversa”.
Así se fue armando esta película que tuvo su estreno mundial en la sección Panorama argentino del Festival de Mar del Plata de 2023: “La gran cantidad de relatos sobre su vida, los personajes que lo rodearon, el archivo que parece interminable, el carácter pionero de su obra, el contexto en el que trabajó, y su registro a lo largo del desarrollo de la región, fueron los elementos que me motivaron a realizar este documental. Sin embargo, la verdadera inspiración surgió de los recuerdos que las personas compartían sobre él”.
El catálogo del Festival de Mar del Plata la presentó de esta manera: «Como ocurre en Argentina en casi todas las áreas, la historia oficial del cine sigue estando lejos de entregar una representación federal. Sus próceres o son porteños o desarrollaron su carrera en Buenos Aires, y hasta hace poco nadie se preguntaba qué es lo que pasó más allá».
«Este documental restituye uno de esos fragmentos ignorados a través de la figura de Carlos Procopiuk, un hombre que habitó como nadie la ética y la estética del cine hecho de forma rabiosamente independiente. Un todoterreno que actuó, escribió, produjo, montó, dirigió y le enseñó a hacer películas a su comunidad, en Neuquén, entre los años ’50 y ’90».
«Con su recuerdo aún fresco y las elocuentes imágenes de sus trabajos, el documental de Diego Lumerman salda una pequeña parte de esa deuda impagable que el cine argentino tiene con su historia».
“Procopiuk” se puede ver en el cine Gaumont (av. Rivadavia 1635) todos los días a las 19.15.