Lost in Translation‘ no es solo una de las películas más emblemáticas de los 2000, también es una experiencia emocional suspendida en el tiempo. Sofia Coppola capturó algo casi intangible -la sensación de estar perdido incluso cuando todo parece ir bien- y lo convirtió en imágenes suaves, miradas que pesan más que cualquier diálogo y silencios que hablan por sí solos. 

A diferencia de una comedia romántica clásica, la película transforma los clichés del romance en un relato mucho más triste, introspectivo y profundamente humano, casi como un sueño del que despiertas sin recordar todos los detalles, pero sí la emoción que te dejó. 

Un lugar llamado Tokio

En el nuevo vídeo de ‘No es como las demás‘, Alesya Makarov explora cómo «Sofia Coppola escribió ‘Lost in Translation’ a su manera», sin nada de «guiones convencionales, ni estructuras en tres actos, ni diagramas con post-its», sino a partir de fragmentos sueltos, sensaciones y recuerdos que fue ensamblando poco a poco. 

Makarov subraya que Coppola se inspiró directamente en su estancia en el Park Hyatt Tokyo y en su propia etapa vital, marcada por la incertidumbre y la búsqueda de identidad: «Sofia simplemente empezó a escribir pequeñas escenas, sensaciones, recuerdos que experimentaba durante su estancia en Tokio». Según explica, esta forma de abordar el guion es clave para entender la naturaleza flotante, ambigua y contemplativa de la película.

Otro punto que destaca Makarov es la relación entre ‘Lost in Translation’ y la obra posterior de Spike Jonze. En el vídeo señala que «Coppola usa el encuadre para narrar visualmente la historia y se conecta temáticamente a ‘Her’, la película que hizo su exmarido años más tarde», hasta convertir ambas películas en un díptico emocional. Para Alesya, es especialmente revelador verlas juntas porque «tratan el mismo tema desde dos perspectivas diferentes: la soledad, la alienación, el deseo de conectar y no poder hacerlo, y la pérdida de identidad».

'Lost in Translation'

Alesya también profundiza en cómo se gestó el rodaje, subrayando lo inusual que fue desde el principio. Describe cómo el equipo se movía por Tokio con una cámara ligera, sin permisos y con luz natural, casi como si estuvieran filmando un documental más que una película de ficción. A esto se suma el caótico encanto de Bill Murray, cuyo humor improvisado marcó el tono del film y cuyo fichaje fue casi un acto de fe: «Literalmente, todo el equipo estaba cruzando los dedos para que Bill apareciera el primer día de rodaje. Y, efectivamente, apareció».

Por último, el vídeo se detiene en los choques culturales y de comunicación en el propio set, que reflejaban irónicamente el tema central de la película. «Ahí está la ironía: mientras rodaban una película sobre lo que se pierde en la traducción, ellos mismos estaban viviendo exactamente eso»

En Espinof | «No sé si quiero ver a Rooney Mara haciendo de mí». Sofia Coppola reconoce no haber visto ‘Her’ y explica la bronca de un famoso director en la premiere de ‘Lost in Translation’

En Espinof | 20 años de una de las frases más misteriosas del cine. Sofia Coppola ha explicado la escena final pero su secreto sigue siendo fascinante