Se dice entre periodistas: entrevistar a Isabel Allende es una delicia. Hay quien ama sus libros y quien no, pero la escritora chilena nunca se retacea en la charla, contesta todo y tira frases potentes.
“Cuando dicen que todo tiempo pasado fue mejor, no saben de qué hablan”, dijo en la última entrevista con Clarín, en Santiago de Chile, en 2019. Tenía 76 años y ningún endiosamiento del pasado. Ahora, la Federación de Gremios de Editores de España, la acaba de elegir como la autora hispanoamericana más destacada, con el Premio Liber 2020. Tienen sus razones.
Y entre las razones de los editores, claro, está el entusiasmo que Allende produce entre muchísimos lectores. 74 millones de libros vendidos, cita la FGAE. 24 obras traducidas a 42 idiomas. En los considerandos del premio, los editores españoles hablan de «esfuerzo». No es para menos.
Concretamente, los españoles reconocen «su dilatada trayectoria literaria y su esfuerzo por llegar a lectores de todo el mundo y de todas las edades con diferentes géneros que van desde la autobiografía hasta la ficción, y en los que se incluye la descripción de acontecimientos históricos importantes«. Los últimos acontecimientos que contó, en su libro Largo pétalo de mar, tenían que ver con la Guerra Civil Española y hasta con la dictadura de Pinochet. Una línea trazada por los republicanos.
Allende nació en Perú y vivió casi toda su vida por el mundo -su padre era diplomático- pero es chilena. Es familiar -una especie de sobrina- de Salvador Allende, el hombre de izquierda que Chile hizo presidente al frente de la Unidad Popular en 1970 y que se mató cuando Pinochet le dio un golpe de Estado y entraban a buscarlo. Ahora vive en Estados Unidos.
Sus tres tres últimos libros -será que está pensando en esa vida lejos de Chile- tratan sobre el destierro. «El tema está flotando en el aire, con tanta gente desterrada. A mí me toca en lo personal por haber sido desterrada política y después inmigrante», dijo a Clarín en 2019. Sin embargo, en ese momento estaba en Santiago: había ido a tirar al mar las cenizas de su madre.
A la escritora le llegó el reconocimiento en 1982, con la publicación de su primera novela, La Casa de los Espíritus, que arrancaba como una carta de despedida a su abuelo moribundo.
Desde entonces, siguió siendo una de las preferidas de los lectores, con títulos como De amor y de sombra» Eva Luna, Hija de la fortuna, Paula -donde cuenta la muerte de su hija-, El amante japonés y Más allá del invierno.
Allende tiene más de 15 doctorados honoríficos internacionales, incluido uno por la Universidad de Harvard (Boston). Recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile (2010).
En 2014, el entonces presidente estadounidense Barack Obama le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, y en 2018 recibió la Medalla de Honor del National Book Award de Estados Unidos.
La entrega del premio se hará el próximo 27 de octubre en Arts Santa Mónica, de Barcelona, en el marco de las actividades de Liber 2020, que este año, debido a la situación excepcional derivada de la crisis sanitaria se celebrará de manera virtual.
El inicio de Largo pétalo de mar puede leerse acá.
EFE/Redacción Clarín