Dar forma al mayor espectáculo del mundo es toda una experiencia, y cuando hay dinosaurios de por medio los hitos y las consecuencias son grandes. Muy grandes. Jurassic World Evolution 2 pone a tu alcance la sensación constante de logro y descubrimiento, te desafía a emprender iniciativas insólitas y, por encima de todo, te ofrece la satisfacción de contemplar la majestuosidad de un T-Rex en toda su gloria. Eso sí, todo espectáculo implica emoción y, cuando hay velocirraptores y tiranosaurios de por medio, que la situación se nos escape de las manos también suele ser el pan de cada día.
Tres años después de que Frontier se sacase de la chistera Jurassic World Evolution, el simulador de John Hammond definitivo, el estudio de Cambridge vuelve a promover la dinomanía fusionando la fórmula de los simuladores de gestión con la millonaria licencia de Jurassic Park. Una combinación ganadora que se tradujo en una cita obligada para los apasionados por la saga cinematográfica y las fascinantes criaturas que dominaron la tierra hace millones de años. Y lo mejor es cómo su secuela eleva su propio listón.
Desde la primera partida se palpa que Jurassic World Evolution 2 retiene absolutamente todo lo que ya hizo bien el original. Que es mucho. Pero su gran triunfo es el modo en el que éste da más capas de profundidad a la experiencia a base de elevar la escala del propio juego, sumar todo un abanico de nuevas posibilidades de gestión y con las que poder interactuar con nuestros dinosaurios y, finalmente, invitarnos a jugar con la Teoría del caos.
Vivir el sueño de John Hammond a escala continental
Si jugaste a Jurassic World Evolution te vas a sentir como pez en el agua al zambullirte en su secuela. Si todavía no lo has jugado, ¿a qué esperas? Frontier Developments vuelve a demostrar su toque maestro con los simuladores de gestión sumando lo aprendido en Planet Coaster y Planet Zoo, insuflándole con notable acierto la auténtica esencia de la saga Jurassic Park y, en el proceso atreviéndose a ir incluso más allá de su propia fórmula.
Lo primero que se nota al jugar a Jurassic World Evolution 2 es que ya no estamos en Las Cinco Muertes, el archipiélago en el que se desarrolla el juego original, sino en que tiene lugar a lo largo y ancho de Estados Unidos, y solo eso abre un nuevo abanico de posibilidades en cuestión de biomas dinámicos e interactividad con las diferentes especies de dinosaurio a las que daremos vida, así como las que nos encontraremos en estado salvaje.
Una de las cosas que más me fascinó de esta entrega es que mi primer objetivo, nada más empezar a jugar, no fue dar vida a un Dinosaurio, sino capturar uno en libertad. Jurassic World Evolution 2 nos presenta un mundo en el que los dinosaurios campan a sus anchas en Estados Unidos y da continuidad directa a los acontecimientos de Jurassic World: El reino caído. Y eso implica rescatar Triceratops más o menos desorientados -probablemente metidos en problemas- y, ya que estamos, llevarlos sedados a nuestro parque.
De hecho, vuelve a ser una gozada el hecho de alternar la gestión de recursos tradicional con el hecho de poder conducir todo tipo de vehículos y, en el proceso, criar y cuidar (y hasta consentir) a nuestros dinosaurios.
El grueso del juego consiste en diseñar el parque, rotar bases, conectar instalaciones con electricidad y caminos y mejorar (y reparar) todo lo que no funciona a base de menús y movimientos de cursor, aunque también se nos permitirá pasar a la acción y tomar parte en aquellas labores que requieran un extra de atención en camionetas, helicópteros y vehículos todoterreno. Lo cual añade todavía más protagonismo a unos escenarios mucho más grandes y ricos en posibilidades.
Es más, nuestros parques estarán expuestos a peligros que van más allá de nuestras propias decisiones: dependiendo de nuestro emplazamiento veremos la venida de tormentas de arena y nieve, así como toda clase de elementos climáticos para los que deberemos estar preparados.
Así, Jurassic World Evolution 2 no se limita a ofrecer una ambientación más variada y muy diferente a la conocida, sino que aumenta la sensación de escala general. Algo que aporta nuevos matices y objetivos a la hora de planificar y gestionar nuestro parque, ya que, como comentamos, el comportamiento de los propios dinosaurios, el elemento más importante de toda la experiencia, ha sido uno de los aspectos más beneficiados de la secuela.
Dicho de otro modo: ahora no solo deberemos adelantarnos a las necesidades de nuestros dinosaurios y lograr que se sientan cómodos, sino también tener en cuenta que ahora colaborarán entre sí, competirán por su comida, reaccionarán en manada, cazarán en equipo e interactuarán de nuevas maneras ante el entorno dinámico que los rodea. Por suerte, tendremos a nuestra disposición nuevas herramientas de gestión y unidades que nos ayudarán a que la cosa no se desmadre demasiado.
Toda la esencia de Jurassic Park a través del inconfundible toque de Frontier
Ahora bien, salvo que queramos desatar el caos y la destrucción -lo cual se puede promover en el juego con relativa facilidad- nuestro gran objetivo, además de contemplar la grandeza de los dinosaurios, es ofrecer el mejor parque temático de la historia y, en el proceso, proteger la integridad de las especies a nuestro cuidado y, por supuesto, nuestros visitantes e inversores. A fin de cuentas, las expediciones y las investigaciones genéticas necesitan costearse y, visto lo visto, tener dinosaurios es un capricho bastante caro.
En este aspecto, se han introducido elementos como el Ranger Post o nuevas unidades de cuidados móviles y de rescate con las que tener siempre atendidas -en la medida de lo posible- las necesidades de nuestros dinosaurios y, en el proceso, tranquilizar a aquellos que puedan suponer un riesgo a los visitantes de nuestro alucinante parque temático. Un parque creado a nuestro gusto y con el que dar rienda suelta a nuestra pasión por los dinosaurios, pero también estrechamente vinculado a la saga cinematográfica.
Una vez más, Frontier se empapa de la esencia de la licencia que tiene entre manos, pero esta vez busca ir un paso más allá de lo visto, y también de lo que está por ver: como comentamos el modo campaña del juego nos sitúa tras los acontecimientos de Jurassic World: El reino caído, y pese a que la versión jugada era en inglés, las voces de Jeff Goldblum y Bryce Dallas Howard retomando sus papeles del Dr. Ian Malcolm y Claire Dearing respectivamente dan un extra de valor adicional al conjunto.
Con todo, sobra decir que el propósito general de esta nueva entrega de Jurassic World Evolution vuelve a estar en su adictiva fórmula de gestión. En cómo en cada partida se nos desafía a encontrar el equilibrio perfecto entre ofrecer un espectáculo rentable, realizar avances y logros científicos que desplieguen las enormes posibilidades del juego y ofrecer una seguridad lo suficientemente eficiente para que no caigamos en la bancarrota o que haya víctimas letales. Sean dinosaurios o visitantes.
Pero, claro, siempre podemos atrevernos a ir un paso más allá y antevernos a poner a prueba los límites de la Teoría del caos.
Jurassic World Evolution 2: la nueva gran obsesión de los apasionados por los dinosaurios
Un año y medio después del lanzamiento de Jurassic World Evolution, la propia Frontier estrechó todavía más los lazos con la saga cinematográfica de Universal con Return to Jurassic Park, la expansión inspirada en las primeras películas. Una idea que regresa en Jurassic World Evolution 2 más interesante que nunca a través del modo Teoría del caos.
La premisa de este modo es enfrentarnos a los mismos desafíos vistos en las cinco películas de Jurassic Park y Jurassic World, ofreciéndonos como punto de partida los entornos vistos en la gran pantalla y el enorme desafío de hacer que los sucesos que tienen lugar en cada parque de no solo no acaben en tragedia, sino que sean tan interesantes como rentables.
En la versión a la que tuvimos acceso nos atrevimos a viajar al parque de San Diego de Jurassic Park: El Mundo Perdido. Un escenario más o menos desértico ambientado cerca de la costa oeste de Estados Unidos presidido por un gigantesco anfiteatro, el cual servirá como punto neurálgico de nuestra propia visión.
A partir de ahí, y como se deduce del nombre del modo Teoría del caos, tendremos carta libre para hacer realidad el sueño de John Hammond a través de nuestro propio proyecto o ser testigos y partícipes de una nueva debacle. En cualquiera de los dos casos, el espectáculo estará más que garantizado en nuestro propio Parque Jurásico.
Si bien, la interfaz hará que aquellos que dedicaron cientos de horas a Jurassic World Evolution se sientan cómodos desde el principio, la secuela que Frontier tiene entre manos se resiste desde la primera partida a ser considerada una simple adición de contenidos a una experiencia de simulación de parque de atracciones que ya era intachable. Añadiéndole nuevas ideas y capas de profundidad, pero reteniendo todo aquello lo que lo convirtió en el juego perfecto para los apasionados por los dinosaurios y la saga de Universal. Por suerte, la cuenta atrás para su lanzamiento ha comenzado.
Los parques de Jurassic World Evolution 2 abrirán sus puertas el próximo 9 de noviembre de 2021 en sistemas PlayStation, consolas Xbox y PC a través de Steam y Epic Games Store. Una fecha que ya deberías marcar en el calendario si te apasionan los dinosauros.
Jurassic World Evolution 2 – Playstation 4
- Plataformas: PS5, PS4, Xbox Series X, Xbox Series S, Xbox One y PC
- Multijugador: Sí
- Desarrollador: Frontier Developments
- Compañía: Frontier Developments
- Lanzamiento: 9 de noviembre de 2021
