Ha sido una de las películas más interesantes y rompedoras del terror de los últimos años. Como la brillante ‘La casa de las profundidades‘, no debe ser nada sencillo de sacar adelante, me he permitido el lujo de mantener una larga y distendida charla con sus dos directores, Alexandre Bustillo y Julien Maury.
Dos superdirectores en apuros
Desde que en 2007 rompiesen con todo gracias a su espléndido debut, el asfixiante clásico de horror ‘Al Interior‘ (À l’intérieur), cada título de la pareja ha sido celebrado como merece, haya tenido mayor o menor fortuna. De sus dudas al otro lado del charco, proyectos más o menos favoritos y, principalmente de su última (¿y mejor?) película, hablamos a continuación.
Alexandre se conecta puntual y nos saludamos, pero está un poco preocupado porque Julien nunca llega tarde a una cita. Para colmo, no sabe nada de su mejor colega desde hace 24 horas, y me transmite esa incertidumbre mientras insiste al teléfono. Un tono, dos tonos… nada. No sabe nada de Maury. Le ruego que, por favor, si estoy formando parte de su nuevo proyecto, me lo digan. Sus personajes no suelen acabar bien. Hasta que llegue poco después, empezamos la entrevista mano a mano.
Kiko Vega (KV): Lo fácil habría sido hacer otro lago de los muertos vivientes o unas nuevas ondas de choque. ¿Por qué decidís hacer la película más difícil imaginable?
Alexandre Bustillo (AB): ¡Porque estamos locos! Tanto Julien como yo estamos completamente enamorados de las películas submarinas. Nos fascina la secuencia del ‘Inferno’ de Dario Argento, con la que se abre la película. También nos marcó mucho la que inicia ‘Dentro de mis sueños (In Dreams)’, la película de Neil Jordan. Una secuencia completamente submarina, con un pueblo bajo el agua y unos buceadores. Cuando vimos eso nos voló la cabeza, y no la hemos olvidado. Nos pareció una proeza cinematográfica. Estamos en de ese estilo y de las casas encantadas, como hicimos con nuestra segunda película (‘Livide’), así que estábamos destinados a hacer algo así.
Estábamos trabajando un día, aquí en París, como cualquier otro día. Y empezamos a hablar de lo que nos gustan estas cosas. Y pensamos, un momento, por qué no hacemos una historia sobre esas dos cosas que tanto nos gustan. ¡Una casa encantada en el fondo de un lago! El título nos salió inmediatamente: ‘The Deep House’. Nos encantaba el título y ese misma tarde teníamos una sinopsis. Pero lo más milagroso de todo fue que con ese título y esa breve trama encontramos un productor. Normalmente no es algo tan, tan inmediato. Le encantó todo lo que le contamos y nos dio luz verde. ¡Teníamos una película en marcha!
KV: Es increíble, porque imagino que el detalle más importante de todo el proyecto es que queríais hacerlo real.
AB: Completamente. No queríamos una postproducción aparatosa ni tampoco hacer una película construida sobre CGI. Por supuesto, existe esa posibilidad. Normalmente cuando haces algo «submarino» en una película tienes dos opciones: la primera es lo que hemos hecho, hacerlo real. Y la otra opción es hacerlo con una pantalla verde en un sitio sin agua. Eso, además de no interesarnos, requiere un montón de dinero y de tiempo en postproducción. Además no nos nos gusta nada el resultado final de ese tipo de trucaje. ‘Underwater‘, por ejemplo, está rodada de esa manera, y al final no parece que estén bajo el agua: parece que están en el espacio. Elegimos la forma más complicada para ofrecer el resultado más realista.
Julien Mary se une a la conversación.
KV: ¿Sois buenos buceadores o necesitasteis una preparación especial para la movida en la que os estabais metiendo?
AB: Oh, no no. No teníamos permiso para meternos bajo el agua. Era demasiado peligroso. No somos buceadores profesionales y trabajábamos en un tanque de casi diez metros de profundidad. Todo estaba lleno de cables y de cosas peligrosas, era casi como una fábrica bajo el agua. Rodamos con cuatro cámaras al mismo tiempo y teníamos demasiada información que controlar, tampoco habríamos bajado de haber podido. Bajo el agua todo requiere un tiempo bestial. Algo tan sencillo como mover un libro de una estantería lleva diez minutos. Era mejor para todo el equipo que nosotros nos mantuviéramos controlando las pantallas.
KV: El resultado es impecable, de peli grande, cómo de extraño es tener la responsabilidad de crear esas imágenes tan lejos del set cuando vosotros sois tan de estar encima.
Julien Maury (JM): Lo cierto es que al principio era realmente frustrante. Dirigir una película como ‘La casa de las profundidades’ es casi como rodar una primera película. Es nuestro sexto largometraje, pero las sensaciones eran como las de la primera. Todo era nuevo. La forma de dirigir las escenas, la composición, todo. Lo que dices es cierto, nos encanta estar en la escena, cerca de los actores y poder entrar un momento a dar indicaciones. Aquí éramos los únicos miembros del equipo completamente secos y fuera del tanque. «Guay, pues nada, esperamos a que lleguen los chicos abajo y hagan su trabajo». Nos tomó varios días de rodaje encontrar nuestro lugar.
Teníamos nuestro micrófono para hablar directamente con los actores y el equipo y nuestras pantallas para las cámaras. Todo el equipo submarino tenía contacto con nosotros a través de nuestra emisora. Día a día fuimos aprendiendo a trabajar así y hacerlo lo mejor posible. Al final de la primera semana teníamos la sensación de estar realmente cerca a todos ellos. ¡Al final era como estar hablándoles directamente al cerebro, así que fue realmente satisfactorio como directores!
KV: ¿Para los protagonistas buscasteis a alguien con experiencia bajo el agua?
AB: (SE RÍEN) Entrenamos un poco con Camille Rowe, porque no tenía ninguna experiencia bajo el agua. Cero. Entrenamos con ella porque realmente le daba algo de pánico bajar ahí. Entrenó con un equipo para prepararse para la película, porque es duro. Un par de horas bajo el agua son agotadoras y nosotros trabajamos ocho al día. Ahí también entra la gran labor de los especialistas, porque también tuvieron mucho trabajo «ocupando» el lugar de los protagonistas en tomas de buceo.
KV: Dejáis una escena post-créditos que facilitaría un regreso a ese universo que os habéis sacado de la manga, incluso para una secuela o precuela «fuera del agua».
JM: ¡The Dry House! ¡Olvídate del MCU, aquí viene el MBU!
AB: ¡Mucho más pequeño!
JM: No, no es nuestra intención dejar ninguna puerta abierta. Dejamos eso al final del todo porque iba a ser el final real, cambiamos el final. Teníamos a esta gente descubriendo un cuerpo al final, pero lo quitamos. En este final Tina salía de la cripta rodeada de cadáveres y restos de cuerpos, nadando sobre todos esos restos, y fallecía flotando entre ellos. Eso es lo que ven los personajes de la escena post-créditos. Pero mientras íbamos editando nos parecía mucho más poderoso y apropiado dejar el final que se ha quedado. No queríamos hacer un súper final americano, queríamos hacerlo más emocional, y Baxter, nuestro editor, también lo vio claro. Dejamos ese plano al final para los geeks que disfrutan de este tipo de «secretos».
AB: Tenemos una historia muy divertida relacionada con ese final alternativo. Después de rodar esa escena descartada, con todo el material cadavérico guardado y de camino a casa, nos llamó el jefe de arte para decirnos que faltaba una mano. Dejamos flotando en alguna parte del lago la mano de un cadáver. Al día siguiente encontró un crío que estaba paseando con la familia y se montó la de dios. Cerraron lago y alrededores, mandaron a la científica, el responsable del departamento tuvo que ir a prestar declaración… Muy loco.
KV: ¡El making of del año! Bueno, ahora me toca felicitaros por los 15 años de ‘Al interior’. La revisé el fin de semana y el hostiazo sigue siendo imposible de esquivar. Qué significa ‘À l’intérieur’ hoy para vosotros.
AB: ¡Qué somos viejos! Eso y un montón de cosas. Fue nuestra primera película, llevamos quince años juntos. En Francia es muy difícil encontrar una pareja artística tan longeva, y ‘Al interior’ es el símbolo de nuestra amistad y de nuestros inicios. La amamos como a nuestro primer hijo. No tenemos resentimiento hacia ella, pero creo que si la hiciéramos de nuevo sería mejor. Ahora tenemos más experiencia, creo que somos mejores directores. Cuando la vemos solo apreciamos los fallos y nos volvemos locos. Era la primera película de dos chavales amantes del terror, es nuestro hijo imperfecto. Sabemos que es feo, pero le queremos igual.
KV: Qué creeis que ha cambiado más en ese tiempo, el género o el público.
JM: Uf, es realmente difícil de analizar. La percepción del público ya varía de manera radical entre países, además de hacerlo igualmente con el paso del tiempo. Antes comentabas la sensación que te provocó y provoca ‘Al interior’, pero en Francia a la gente le dio igual. No le importó a nadie. Tan pronto como empezamos a viajar con ella a Sitges o a Estados Unidos la gente empezó a hablar mucho de la película. Eso nos sorprendió muchísimo, que el público extranjero disfrutase más que el local con nuestra peli. No creo que el público cambie mucho más allá de la percepción que puedan tener de una película.
Depende de la cultura, de dónde te encuentras en un momento determinado de la vida o si eres un fan del cine en general solo del género. Además está el hecho de cómo podemos cambiar de idea con una película. Algo que no te gustó hace años que luego redescubres o la sensación contraria, algo que te gustó entonces pero años después ya no. Es complicado responder a eso. Es evidente que ha habido muchos cambios en el género, se nota también en la taquilla, pero se mantienen los subgéneros. Cada año tenemos un montón de pelis gore, de monstruos, de vampiros, slashers, hombres lobo… Ahora está también esta el «género» que viene de la mano de A24. Todo esto en realidad funciona mejor en festivales que en los cines comerciales.
En Francia tenemos una nueva generación de películas de género, como ‘La nube‘ o ‘Teddy’ y están bien, pero aunque ellas mismas digan que son cintas de género están bastante alejadas de eso. Te da la sensación de que hay cierto sector del género que en realidad lo ve con una pinza en la nariz, a pesar de ser películas que van de hombres lobo o insectos asesinos. Pero está bien, es el momento y tenemos que ver el aspecto positivo de todo esto. Y seguramente lo más positivo de todo sea el caso de Julia Ducornau, una de las primeras en tratar de encontrar el equilibrio, y además con Palma de Oro en Cannes. Todos confiamos en que esto haga que las cosas cambien y sirva para que el género pueda ampliar más su audiencia.
KV: Fabrice Du Welz me dijo que jamás volverá a rodar en Estados Unidos y que en casa se está mejor que en ningún otro lado. ¿Cómo lleváis vosotros ese tema?
AB: Entendemos perfectamente a Fabrice y pensamos lo mismo. No hay nada mejor que rodar «en familia». Nuestro plan no era ir a Hollywood, de hecho nos daba igual y ahora también. Uno de nuestros cineastas favoritos y ejemplo de cómo construir una carrera es Claude Chabrol. Amamos su cine y su forma de trabajar en casa, en familia, entre amigos. Poder rodar con la gente que aprecias y conoces, sin tener formar parte de esa gran industria es algo realmente satisfactorio. Cuando hicimos ‘Leatherface‘ fue una gran oportunidad para nosotros, pero la forma de trabajar con el estudio fue horrible, nos sentimos completamente marginados. Fue casi como una violación. Durante la post-producción nosotros dejamos de existir. Fue horrible.
Por supuesto que preferimos rodar en Francia y hacer lo que nos gusta, y Fabrice está en lo cierto, pero nosotros no descartamos del todo la posibilidad. Si un día tenemos otra oportunidad dependerá de quién nos la ofrezca. No queremos volver a trabajar con Millenium Films, no te puedes imaginar lo que fue eso. Cuando el productor vio ‘Leatherface’ dijo que no le gustaba el final, y le dijimos que el final es el que estaba en el guión. Nos respondió que él no leía guiones, que no le importan. ¿Qué podemos hacer nosotros en esa situación? Paramount nos ofreció ‘Viernes 13‘, pero dijimos que no inmediatamente porque no queríamos especializarnos en orígenes de hombres del saco. Ahora estamos trabajando en nuestra próxima película, que será en inglés y con el mismo productor de ‘La casa de las profundidades’ y volvemos a ser completamente libres con él. Por supuesto que hay productores increíbles en Estados Unidos, pero necesitamos encontrarnos con uno para volver ahí.
KV: ¿Cuál es la película que más os gusta de vuestra carrera?
JM: La que esté por venir.
AB: Para mí creo que ‘Livide’ es una de las mejores cosas que hemos hecho, y ‘La casa de las profundidades’. ‘Aux yeux des vivants’ tal vez sea la menos buena que hemos hecho, sin contar con el resultado final de ‘Leatherface’, que no respetó para nada nuestra visión. Pero también me gusta mucho ‘Kandisha’.
JM: Adoro cada película que hemos hecho juntos por distintas razones, pero normalmente siempre me quedo con la última porque está más reciente, y si me preguntas hoy te diría que ‘La casa de las profundidades’, pero también tengo un enorme vínculo emocional con nuestra primera película. ¿Te imaginas elegir entre tus dos hijas? ¡Nosotros tenemos seis! ¡Familia numerosa!