Actualmente cuando vemos que un videojuego ocupa decenas de GB nos llevamos las manos a la cabeza y nos volvemos locos pensando en qué podemos desinstalar para hacerle sitio a la hora de instalarlo. Es lo que nos toca vivir en la época digital en la que nos encontramos actualmente, aunque el formato físico sigue dando guerra y por lo general es raro el título que a día de hoy viene compuesto por más de un disco.
No obstante, en el pasado el formato físico tenía una mayor presencia y los discos no tenían la misma capacidad en comparación con los Blu-Ray de hoy en día. Antes de estos últimos teníamos los DVDs y mucho antes todavía los CDs, los primeros tipos de discos en los que se comenzaron a distribuir los juegos tras los míticos disquetes.
Tal vez a alguno que haya nacido en este siglo le suene a chino algunos de estos últimos productos, pero lo cierto es que hace unas cuantas generaciones teníamos casos tan curiosos como el de Call of Duty 2. El FPS de Activision se lanzó hace 18 años y en aquel momento requería de un total de seis CDs para su correspondiente instalación.
Una enorme colección de discos en los que estabas condenado si lo borrabas y perdías o se te rompía uno de ellos, porque entonces ya te resultaba imposible volver a jugar. Puede parecer una locura, aunque no era el título que más CDs incluía dentro de su caja, porque en 1995 salió a la venta el clásico Phantasmagoria para PC y SEGA Saturn y ahí requería de siete y ocho CDs, respectivamente.
Pero hay incluso casos más llamativos como el de Everquest II, compuesto por un total de nueve CDs dedicados al propio juego y otro adicional con contenidos extra. Por lo tanto, esto conllevaba que te juntabas con una torre enorme de CDs para unos pocos juegos, pero gracias al formato digital algunos de estos problemas se han subsanado, porque por ejemplo cualquiera de los juegos mencionados están disponibles a través de Steam.
Desde luego resulta sorprendente la situación en la que nos encontrábamos hace relativamente poco y cómo ha cambiado en un par de décadas. Así hemos pasado de tener que abrir el lector de discos una y otra vez para cambiar de CDs a tener que pulsar un solo botón para instalar el juego y comenzar a jugar pasados unos minutos.
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