Ella o el cronista. Dentro del ascensor del edificio es muy difícil no sentir una sensación de acoso compartido. El habitáculo es pequeño –eso es verdad-, pero la monumental Lorena Mexy obliga a estamparnos contra el espejo. Es eso o el roce.

Hablar de Lorena Mexy es hablar de una suerte de Coca Sarli del cine porno. También, del recientemente fallecido Víctor Maytland, zar de una filmografía tabú a la que seguro le llegue un justo revisionismo. «Eso va a pasar, olvidate. Dentro de no mucho tiempo Las Tortugas Pinjas y cualquier película de Armando Bo van a ser casi lo mismo».  

Dice que está retirada y que aprendió todo de su mentor. Las sorprendemos escribiendo su autobiografía, un libro que promete desandar los mitos de un cine criollo que no tuvo a un Maytland de casualidad: inventamos el colectivo, el dulce de leche, el magiclick, el sifón de soda y el cine porno.

Lorena Mexy fue como la Coca Sarli de Víctor Maytland, el zar del cine porno nacional. Foto Ariel Grinberg.


Lorena Mexy fue como la Coca Sarli de Víctor Maytland, el zar del cine porno nacional. Foto Ariel Grinberg.

Datos que se conocen poco

La primera película del género data de 1907. Se llamó El Sátiro, pero por erratas sucesivas se la conoce hoy en día como El Sartorio (?) o El Satario (??). La ribera de Quilmes fue el escenario, una franja llena de piringundines donde hasta había un cine sobre el agua.

Tres mujeres desnudas se empiezan a acariciar (lesbianismo) y un hombre con máscara (fetichismo) va y secuestra a una de ellas. Tratándose de un corto de cuatro minutos, decir más sería el colmo del spoiler.

Autor de Cine mudo argentino 1896 a 1932 (500 páginas editadas por Laiglon, en 2019), Fernando San Martín confirma que la primera película pornográfica se filmó en la Argentina. Según varios especialistas del cine XXX, nuestro país supo ser la Meca de los filmes con desnudos, y lo fue más de dos décadas antes que naciera Hilda Isabel «la Coca» Sarli.​

Lorena, sus palabra y su boca

Lorena Mexy y Víctor Maytland, el realizador fallecido en 2022.


Lorena Mexy y Víctor Maytland, el realizador fallecido en 2022.

Los labios de Lorena son un centro de gravedad irreverente. Allí se articulan palabras que hablan de «heredar el legado» de Maytland, quien murió el año pasado y, de acuerdo con ella, debería ser «un clásico del cine nacional».

Se deja caer en el sillón como un meteorito. El mobiliario parece robado al living de Barbie. 

Su vida artística ahora está detrás de cámara. Se ocupa de la parte audiovisual de algunas bandas de rock de culto. «Conocés al grupo Mal Momento. Hace 30 años que están tocando. Post punk». Lo del libro autobiográfico da para tirar títulos. ¿Memorias de una amante sarnosa? «Mmm, tiene que tener la palabra porno porque, año tras año, ‘porno’ es la palabra más buscada en Google«. 

«Dirigir también es como un sueño. Imaginate, sería la primera directora de cine condicionado argentina y me harían notas como mujer empoderada. Jajajaja….».

Se ríe todo. Es como Olmedo. No le interesan los colectivos ni el kirchnerismo ni los pañuelos verdes. Su casi anónima pero arrolladora personalidad la llevó de las pistas del Autódromo, donde oficiaba de promotora, a una intensa felatio filmada por el mismísimo Maytland.

Ese fue el debut cinematográfico de esta mujer de actuales 45 años que un día dijo basta. «Me vi grande y no me gustaba verme grande. No hay mucho que explicar. La carrera de la actriz porno debe ser breve«. 

Lorena Mexy dice que la carrera de una actriz porno debe ser breve. Foto Ariel Grinberg


Lorena Mexy dice que la carrera de una actriz porno debe ser breve. Foto Ariel Grinberg

-¿Principal requisito?

-¿Para el porno? No podés dedicarte a esto si te importa el que dirán. Además, tenés que estar muy bien de la autoestima.

-¿Alguna otra característica?

-Las rubias nos cotizamos. Eso lo aprendí con la práctica.

Víctor Maytland, un pionero

El cine de Maitland se caracterizaba por su casi nulo presupuesto, locaciones teatrales y tramas bizarras. «Porno de comedia», define ella.

La primera película que hizo con el realizador de culto fue Intimas. «Era más bien romántica», con condimentos dignos de un culebrón de las tres de la tarde. «Fue un éxito, se vio muchísimo, más que cualquier otra. No dejó a nadie afuera. Desde ahí hay mujeres que me reconocen. Les gustó que hiciera en las películas lo que a las mujeres nos enseñaron a no hacer”.

"No hay más de cinco actrices porno en el país. El resto son escorts, dice Lorena Mexy. Foto Ariel Grinberg


«No hay más de cinco actrices porno en el país. El resto son escorts, dice Lorena Mexy. Foto Ariel Grinberg

Follando por un sueño es una parodia a «Bailando por un sueño». El filme con la Mexy se puede comprar como objeto de colección en sex shops o pedir por encargo a través de la página oficial de Facebook del director.

Grandota, pulposa, la actriz recibe en un penthouse de Barrio Norte. En el ambiente del porno local comentan que Maytland le dispensaba trato de diva a su «actriz principal».

Cobraba, al parecer, «un cachet de actriz de Polka». A veces sólo quería hacer escenas de lesbianismo. Maytland la respetaba. A veces buscaba «otra clase de emociones». Y Maytland aceptaba complacerla. 

-¿El lesbianismo es más fácil?

-El lesbianismo es más coreográfico. Maytland decía que cualquier película erótica de los canales de cable tenían, por default, sus escenas de lesbianismo… Después me la creí y preferí escenas con hombres. Con varios. Estilo orgía. La carrera de una actriz porno debe ser breve y hay que saber aprovecharla. Jajaja…

Cuando Maytlando murió, Lorena fue de las últimas personas que lo vieron. «Hicimos películas y además tuvimos una linda amistad», dirá sin entrar en detalles.

El 2 de noviembre de 2022, el realizador murió en una clínica porteña. Ella posteó: «Siempre vas a ser el rey y el número uno, sólo espero que en el más allá exista un lugar donde los amigos nos volvamos a encontrar. Q.E.P.D».

Autor del libro Porno argentino, Hernán Panessi, no dudó en dedicarle un capítulo a la actriz de Follando por un sueño. «La considero la Jenna Jameson (icónica actriz pornográfica estadounidense) del porno local. La rubia bomba con más personalidad que vi en mi vida. Lorena merecería su propia biopic por las ganas y el compromiso con el género».

Lorena Mexy era de las actrices mimadas de Víctor Maytland. Foto: Ariel Grinberg


Lorena Mexy era de las actrices mimadas de Víctor Maytland. Foto: Ariel Grinberg

-¿Cuántos actores porno habrá en la Argentina?

-No más de cinco actrices, entre las que hoy podría destacar a Gloria Parque. El resto son extras o escorts. Hombres, ninguno -dice Mexy-.

Mexy ganó una especie de premios MTV de chats eróticos. Su voz cachonda llegó antes que los ratones de su cuerpo. Cuando Maytland se enteró de su existencia, sólo quiso tenerla en su staff.  

«El manejaba una técnica: grababa primeras tomas. No había cortes. Lo suyo era sexo, no arte. Buscaba un realismo que me hace acordar al cine de José Celestino Campusano. ¿Lo conocés? Es un director independiente. Para mí, Campusano filmó la mejor escena de cine porno de la historia. Una escena gay… Bueno, te decía, a Maytland le gustaban las sensaciones verdaderas. Además sabía que si se repetía la toma, podía fallar….».

"Hice escenas de lesbianismo y después me la creí: pedí estar con varios hombres". Foto: Fernando de la Orden.


«Hice escenas de lesbianismo y después me la creí: pedí estar con varios hombres». Foto: Fernando de la Orden.

-¿Es más difícil ser varón en el cine porno?

-Ser varón no es fácil. Se te tiene que parar. La mujer puede fingir, el hombre no. Acá no hay actores porno, no hay un John Holmes, son todos tipos medio cancheros que sólo quieren coger.

Con Maytland las escenas nunca se improvisaban ni se ensayaban. «Se pactaban». Mexy estudió con Norman Briski. Asegura tener una formación actoral «diferente» a la del resto de las mujeres que participan de la industria. «A él no le gustaba esa cosa académica mía. Pero esa formación me ayudó a tener una mirada global del negocio».

Cuenta que más que desarrollar su propia sexualidad, Mexy actuaba intentando ponerse en la piel de una mujer que debía excitarse. ¿Fingiste mucho? «Fingí, gocé, pasé por todos los estados».

-¿Hiciste plata?

-No me compré un departamento, pero sí un autito, un Chevrolet Prisma. Y viví bien.

WD

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