Este 2023 constituye un claro ejemplo de la versatilidad que puede desplegar un actor como Joaquín Furriel.

En el primer semestre del año, mostró el descenso a la locura por parte de Rubén Osorio, el hábil operador político que encarna en “El Reino”. En ese relato creado por Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro exhibía la cara más turbia del poder, se erigía como un villano que buscaba moldear la realidad de acuerdo a su gusto y a los intereses que representaba. 

Por el contrario, en esta nueva temporada de “El jardín de bronce”, estrenada en julio por HBO Max, Furriel interpreta a Fabián Danubio, un hombre al que sus acciones lo mueven a descubrir y desentrañar la verdad. A partir de una trágica experiencia personal, desarrolla una sorprendente habilidad para encontrar gente desaparecida. No apela a la violencia, lo suyo se gesta desde la investigación, las preguntas, el prestar atención a los detalles. Podría ser, con estas características, un periodista extraordinario. Pero se convierte en una inusual faceta  de la clásica figura del detective privado. Le hace honor al apellido de su personaje y rescata lo que se oculta debajo de la superficie.

En una confortable oficina ubicada en el barrio de San Telmo, Furriel recibe a NOTICIAS dispuesto al diálogo y a la reflexión sin prisas ni urgencias.

Noticias: Empecemos por una curiosidad, en Wikipedia usted figura como Alejandro Joaquín Furriel. ¿Está bien ese dato?

Joaquín Furriel: Está muy bien porque es una tradición, mi familia viene de Portugal y todos los primogénitos son A.J. Furriel. Mi papá es Alejandro Juan, mi abuelo Antonio José, así hasta mi chozno. Mi hija se llama Eloísa y creo que si hubiera tenido un varón probablemente hubiera sido el primero en romper la tradición porque me parece mucha exigencia tener que elegir un nombre que empiece con A y otro con J (se ríe). A mi mamá siempre le gustó Joaquín,  a mi papá también y cuando nací el padre era quien iba a inscribirte en el Registro Civil. Yo iba a llamarme solo Joaquín, pero como empezaba con J a mi viejo se la dejó picando, no pudo con su genio y me mandó el Alejandro adelante. Cuando salgo de Argentina o para los trámites soy Alejandro, es como otra personalidad que tengo (se ríe).

Noticias: Hablemos de “El jardín de bronce”. Hay un público muy amplio que siguió las dos temporadas anteriores. ¿Qué trae de nuevo y distinto la tercera?

Furriel: Esta temporada tiene un desarrollo visual muy poderoso, además se sumaron personajes que están buenísimos, hay un elenco extraordinario con participaciones de Pepe Soriano, Norman Briski, más las incorporaciones de Juan Leyrado, Jazmín Stuart y Alejandro Awada. Tenemos una historia interesante, original y muy bien escrita que creo va a entusiasmar muchísimo a la audiencia. Por otro lado, la presencia de un posible medio hermano de Moira (Maite Lanata) hará que el vínculo que lograron Fabián y su hija vuelva a estar en el foco de la tormenta.

Noticias: Hablando del tema de la ficción, lo escuché decir alguna vez que se sentía más cómodo con la ficción que con la realidad. ¿Sigue pensando lo mismo?

Furriel: Supongo que lo que quise decir es que hay algo de la inteligencia emocional que te exige la ficción y el permiso a la hora de actuar en el cual me siento muy cómodo, ahí juego muy fuerte. Quizás fuera de ese permiso de lo ficcional la vida tiene otras necesidades y en algunos aspectos siento que esa inteligencia emocional la aplico mejor como actor que en mi propia vida, ¿no? Es así (se ríe).

Noticias: Hace poco Agustín Aristarán, que fue su compañero en “El Reino”, dijo que trabajar con usted era como una Master Class de actuación. ¿Es consciente de que ahora está recibiendo el tipo de admiración que le provocaban actores como Alejandro Urdapilleta o Alfredo Alcón?

Furriel: Agustín es una persona hermosa, me encantó trabajar con él en “El Reino” y establecimos un vínculo muy lindo, nos llevamos muy bien. Naturalmente hay un tema generacional, no falta mucho para que cumpla 50, empiezo a formar parte de una generación cuya obra quizás observa la gente más joven. Me gusta charlar con esos actores, saber en qué andan, cómo piensan la interpretación, para mí es importante el diálogo intergeneracional porque fue la manera en la que yo aprendí muchísimo como actor. No hay tantas profesiones donde uno tenga la posibilidad de dialogar con gente de edades tan diversas. Pepe Soriano que estuvo filmando con nosotros “El jardín de bronce” tiene 93 años. ¿En cuántos laburos la gente de esa edad trabaja con otros que tienen 20, codo a codo y compartiendo responsabilidades? Le doy un valor muy importante a la gente con experiencia y sabiduría, lamentablemente no vivimos en tiempos donde eso se valore lo suficiente. Hay una tendencia a que todo sea más breve y es duro también, porque la gente tiene una vida laboral más acotada, está ese fantasma de que después de los 45 no los va a llamar nadie salvo que sean un fuera de serie, en nuestra profesión sucede mucho.

Noticias: Cuando empezó, ¿alguna vez se imaginó que su nombre podría estar vinculado en una película al de Scorsese?

Furriel: (se ríe) Te confieso que no tuve grandes expectativas en el ámbito audiovisual, en el teatral sí porque me formé para eso, soy egresado del Conservatorio Nacional de Arte Dramático. Yo quería hacer “Hamlet”, “La vida es sueño”…y ya las hice. Cuando pienso eso o que hice “Final de partida” con Alcón me impacta. En cuanto al valor simbólico del que hablamos para mí eso es muy poderoso en mi historia. Después están pasando cosas internacionales que me sorprenden como haber filmado una película que produce Martin Scorsese porque Celina Murga ganó la beca Rolex, estuvo un año formándose con Scorsese y quedó un vínculo, pero lo que me interesó de la película es su guión y la posibilidad de trabajar con ella como directora. Que después él esté involucrado en la producción ya es un plus, imaginate, varias de mis películas favoritas son suyas, pero yo me crié con referentes poderosos entre los artistas argentinos.

Noticias: Cuando uno es chico sueña con cambiar el mundo. ¿Siente que con obras como Hamlet o como las que hizo con Alcón contribuyó a que el mundo sea un lugar mejor?

Furriel: El teatro no tiene que ver con cambiar el mundo, sino con modificar la experiencia del espectador. Es la existencia lo que cambia, poder permitirse un juego catártico donde podés sentir cosas que en otro ámbito no se da y en eso tengo fe. Me siento íntegro haciéndolo, me gusta, modificar el mundo interior a una persona en el momento que está viendo la función me parece algo fantástico. Ha pasado que me hayan dicho que una obra les hizo muy bien, o que gracias a alguna serie que hice alguien que estaba pasando una enfermedad se sintió mejor. Con “El patrón”, que habla de una esclavitud moderna, muchísimas personas me han comentado que vivieron situaciones similares. Yo hago ficción, no tengo ese objetivo, pero me gusta cuando eso sucede. Si entretenés y al mismo tiempo modificás algo de la realidad del espectador todo se transforma de una manera sublime.

Noticias: Hace unos años lo vi en teatro haciendo “Lluvia constante” junto a Rodrigo de la Serna, dirigidos por Javier Daulte. ¿Le sorprendió que no hayan convocado a de la Serna para protagonizar “El Eternauta” estando Bruno Stagnaro al frente de la serie?

Furriel: La verdad que Rodrigo podría haberlo hecho de una manera extraordinaria. Desayunamos ayer, lo quiero mucho, tenemos un vínculo muy cercano y lo admiro, es un grandìsimo actor. Yo también hubiera pensado que ese personaje era para él, tengo entendido que “El Eternauta” está encarado de una manera que va con Ricardo Darín, hay que esperar a verlo para entenderlo. Acá tenés tan buena calidad interpretativa que el actor que personificara a Salvo seguro iba a hacer algo excelente. 

Noticias: Últimamente con “Argentina, 1985” o “Diciembre 2001” la ficción se ha vuelto muy revisionista. ¿Le interesan las biopics?

Furriel: No. Me interesa la ficción, las biopics ni siquiera como espectador me atraen, hasta ahora por lo menos no lo encuentro atractivo, me despiertan otro tipo de materiales como “El jardín de bronce”, por ejemplo, me gusta su historia, lo que le pasa con su hija, cómo una persona gris por un hecho extraordinario se transforma en alguien que tiene herramientas para convertirse en una persona que desconocía. Eso me fascina a la hora de actuar. Yo hice una biopic, “El patrón” es un hecho verìdico. Pero en ese caso nadie conocía a Hermógenes, es una de las miles de personas que están invisibilizadas en nuestra sociedad, se contó su historia pero yo no hice de él. No es Monzón, Bonavena o Fito Páez. Por otro lado, reconozco que me cuesta ver productos sobre la historia reciente porque soy parte, me noto como medio criticón porque la tengo muy cerca. Si hablamos de algo como “Argentina, 1985” es distinto porque quedó más lejos, con esa película tuve la posibilidad de mostrarle a mi hija como era la Argentina en aquel momento. 

por Leonardo Martinelli

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