El reclamo de Grecia por la devolución de los mármoles del Partenón hacia Reino Unido sumó un nuevo capítulo diplomático y posible acuerdo, según lo expresado por Lina Mendoni, la ministra de cultura helena, con el compromiso de «cubrir el vacío» que quedaría si el Museo Británico devolviera al fin una de sus atracciones con otros tesoros escultóricos griegos.
A un mes de la fallida reunión bilateral que iba a celebrarse el 27 de noviembre entre los primeros ministros de Reino Unido y Grecia y fue cancelada horas antes por el británico Rishi Sunak, el pedido de restitución de los «mármoles del Partenón» cerró el año con la propuesta de «intercambio» mencionada por Mendoni en una entrevista con el medio británico The Guardian.
En el diálogo Mendoni manifestó que «Grecia estaba dispuesta a desprenderse de algunos de sus mayores tesoros para ‘llenar el vacío’ en el Museo Británico si los mármoles del Partenón volvieran a Atenas».
Las declaraciones de la ministra reafirman la campaña de recuperación de las obras de arte que datan del siglo V antes de Cristo, al tiempo que sostuvo que la postura de su país «es clara», y que «si las esculturas volvieran a Atenas, Grecia está dispuesta a organizar exposiciones rotativas de antigüedades importantes».
Si bien no hay un avance en cuanto a qué objetos podrían reemplazar desde lo expositivo, es la primera muestra de una posible compensación destinada al Museo Británico para lograr reunir las esculturas con el edificio del que nunca debieron ser quitadas por Lord Eglin en el siglo XIX, y que corresponden al «punto culminante del arte de la época clásica griega».
Grecia ofrece otras obras representativas que se irían renovando, para mantener «el interés de los visitantes internacionales en el Museo Británico», citan las palabras de Mendoni, aunque el ofrecimiento estará sujeto a lo estipulado por «la ley griega sobre el patrimonio cultural».
Por otro lado, The Guardian destaca que es «un marcado cambio respecto a la actitud que ha dominado la disputa cultural más antigua de Europa» cuando ambas partes hablan de «una asociación» para resolver la disputa que sería «beneficiosa para todos».
Reclamo de antaño
Los mármoles del templo del Partenón de Atenas que fuera construido en honor a la diosa Atenea en el siglo V antes de nuestra fueron retirados en circunstancias polémicas entre 1801 y 1805 por Thomas Bruce (Lord Elgin), que fuera el embajador británico ante el Imperio Otomano en Estambul, del que Grecia formaba parte en ese momento.
Más de 200 años lleva la disputa y los pedidos de restitución por parte de Grecia de los mármoles que se encuentran en posesión del Museo Británico, entre otros saqueos arqueológicos.
Grecia insiste que los mármoles fueron robados por Elgin, mientras el Reino Unido sostiene que su diplomático se apropió legalmente de éstos cuando ordenó a los trabajadores arrancar frisos enteros del Partenón, cuando el permiso concedido había sido para desmontar las piezas.
Eglin vendió los mármoles al gobierno británico en 1816, cuyo destino era adornar su finca escocesa, por haber quedado «arruinado, abatido y aquejado de sífilis», según mencionaba The Guardian en una nota previa.
Luego la colección pasó al Museo Británico, institución que posee 75 de los 160 metros del friso del Partenón, además de 15 paneles esculpidos y 17 figuras pedimentales.
En noviembre de 2021 el presidente del Museo Británico y exministro de finanzas George Osborne había mantenido «reuniones exploratorias» con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis en Londres sobre este tema.
La posibilidad «de un intercambio cultural» se presentó después de que el partido de centro-derecha Nueva Democracia de Mitsotakis ganó en 2019, indica el medio británico.
Por otro lado, Osborne es el primer funcionario del museo que reconoció públicamente la controversia en torno a las antigüedades en el Museo Británico al tiempo que planteaba la idea de una «asociación adecuada» entre ambas partes sobre préstamos, en octubre.
Para Mendoni, «el Partenón, monumento Patrimonio de la Humanidad, con su importancia universal… exige su integridad en el lugar [donde fueron talladas las esculturas] y por las razones que lo crearon», cita The Guardian.
El camino elegido es el «diálogo y la diplomacia cultural», según la ministra al ser consultada sobre la posibilidad de que Grecia realice acciones legales contra el museo, como sucede en otros casos.
Entre las consideraciones de Mendoni están la referencia de lo dicho por el parlamentario Hugh Hammersley que en 1816 había declarado «ante la Cámara de los Comunes que la decisión del gobierno británico de adquirir las esculturas al diplomático escocés era un ‘acto de expolio'», y como algo positivo, el hecho de que muchas personas que antes se oponían a la restitución ahora apoyan «la causa nacional de reunir las esculturas en el Museo de la Acrópolis, aquí en Atenas», cita el medio.