No veo ‘The Walking Dead‘ desde más o menos la quinta temporada. Sin embargo, sí que tenía curiosidad por ver este nuevo spin-off de la franquicia de zombis de AMC. Sobre todo por ese giro de la franquicia hacia la ficción juvenil que tan buenos réditos da en los géneros del fantástico y afines.
Así pues, acompañando al final de la temporada 10 de la serie de zombis, ha llegado ‘The Walking Dead: World Beyond‘, un nuevo drama que nos sitúa unos diez años después del día en que se fue todo el mundo al garete. La humanidad ya ha aprendido a vivir con los «vacíos» en colonias y asentamientos estables que ya son habituales para los asiduos a la franquicia.
Nos sitúamos en el Campus Colony, en Omaha (Nebraska), uno de los grandes asentamientos aliados con la República Cívica. Aquí viven las hermanas Iris y Hope Bennett (Aliyah Royale y Alexa Mansour), hijas de un importante científico que se encuentra en un enclave secreto investigando la cura del virus zombi.
Durante años se han comunicado clandestinamente, hasta que un mensaje alarmante hace que las dos hermanas decidan escapar de Colony Campus y salir en busca de su padre junto con dos amigos recién hechos, Silas (Hal Cumpston) y Elton (Nicolas Cantu).
En el reparto también nos encontramos con Julia Ormond como Elizabeth, alto representante de la Repúbica Cívica de visita en la colonia; Nico Tortorella como Felix Carlucci y Annet Mahendru como Huck, dos guardias de seguridad que sienten la responsabilidad de proteger a estas muchachas.
Abrazando el young adult pero sin hacerlo correctamente
Al primer episodio de ‘The Walking Dead: World Beyond’ le ha faltado introducir algún romance para tachar todas las casillas de verificación de una ficción juvenil. Tenemos unas hermanas que son opuestas —la buena chica y la rebelde—, una formación de equipo un poco de casualidad, algún trauma de infancia, un conato de villana y un espíritu de querer encontrarse a uno mismo a través de una aventura.
El problema no es tanto el hecho de entrar en esos tropos, sino de la poca gana que parece tener de desarrollar un mínimo la serie. Scott M. Gimple y Matthew Negrete —este último en calidad de showrunner— tiran por lo fácil y este episodio piloto apenas alberga ni conflictos ni justificaciones suficientes como para que queramos seguir con la serie.
Es que hasta dudo que logren llamar la atención de su público objetivo. Cuando llevamos diez años con los muertos vivientes de Robert Kirkman en televisión, con una treintena de episodios anuales entre ‘The Walking Dead’ y ‘Fear The Walking Dead‘, la sensación de que la franquicia no da más de sí queda patente en este episodio inaugural de ‘World Beyond’.
No da… o no quiere dar más de sí. Por lo menos es las sensación que deja un primer episodio poco estimulante incluso en sus giros. Lo cual es una pena, porque sobre el papel esta serie puede ofrecer algo más interesante como para tener que rellenar las dos temporadas de diez episodios cada una que quieren ocupar.
Por ejemplo, el cómo funciona una colonia estable casi idílica, qué papel tiene cada habitante, cada chaval y cada guardia en ello me parece altamente interesante. Lástima que sea un escenario que abandonamos a la primera de cambio. Queda algo de esperanza en este sentido y, de hecho, las otras dos series han dado lo mejor de sí una vez superadas sus primeras horas.