Aprovechando que la próxima semana se pone a la venta la remasterización del primer XXL de este dúo tan icónico de los tebeos, nos apetece recordar aquel Astérix & Obélix XXL 2: Mission Las Vegum que hizo las delicias de los amantes de esa eterna lucha contra los romanos, sorprendidos con su infinidad de guiños.
Por comodidad, lo haremos con su remasterización, bautizada aquí simplemente como Astérix & Obélix XXL 2, que Microids editó a finales de 2018 en nuestro país en sistemas actuales con varias mejoras respecto al original del lejano año 2006.
Nuestros galos favoritos se van a «Las Vegas»
En esta aventura Astérix y Obélix se aventuraba en una recreación de la icónica ciudad de Las Vegas, aquí bautizada literalmente como LASVEGVM, aunque se pronunciase Las Vegum. Y cómo no, es otra ciudad de lujo y diversión donde tendremos que ir en busca de Panorámix, supuesto traidor de esta trama en donde no falta el imperio romano liderado por César. Y con muchas sorpresas a mayores.
Éstas venían, principalmente, por el tono humorístico del juego, repleto de parodias, comenzando por un aliado que respondía al nombre de Sam Shieffer y que no era otro que el protagonista de Splinter Cell con otro nombre. ¿Y quién estaba de aliado en el bando de los malos? Larry Craft, un tipo rechoncho, disfrazado de la aventurera Lara Croft de la saga Tomb Raider. El juego era un no parar de referencias en clave de humor, sorprendiéndonos constantemente.
Lo bueno es que esas parodias no se quedaban en lo superficial, sino que influían directamente en el devenir de la aventura, teniendo que enfrentarnos incluso a romanos disfrazados de un Mario (sacado de Super Mario Sunshine, sí, con su chorro de agua), Sonic o el mítico Pac-man, aparte de un Rayman, como buen producto francés, cada uno con sus propias técnicas y formas de abatirlos.
Pero es que, además, los otros homenajes se traducían a su vez en mecánicas para los puzles, como esas bombas con cara de Bomberman con las que destruir los tetraminos del Tetris que bloqueaban ciertas puertas, o un grind parecido al de los Tony Hawk’s Pro Skater al viajar con Astérix en una caseta de vigilancia.
Astérix & Obélix XXL 2, el exceso en formato XXL
Esa parte divertida, sin embargo, hacía aguas con las mecánicas que explotaba hasta el hastío la campaña, obligándonos a eliminar a un número determinado de romanos para abrir puertas en zonas nuevas, o lanzarlos contra unas dianas cinco o diez veces hasta activar un mecanismo. Además, el proceso con algunos puzles (todos ellos, de resolución simple) se antojaba lento y también se repetían mucho.
Al menos la remasterización introdujo mejoras y novedades, como un viaje rápido al desbloquear cada región, para teletransportarnos cómodamente sin dar tantos rodeos, o gozar de unas tiendas para mejorar a los protagonistas aumentando su vida o desbloqueando más técnicas, previo pago de los cascos que soltaban los romanos. Pero tampoco logró ocultar las carencias de un juego que basaba demasiado su atractivo en el peso de Astérix y Obélix y demás elenco del tebeo.
Un buen ejemplo de sus carencias frente a pesos pesados de las aventuras de acción lo teníamos en sus duelos contra los jefes, donde se repetía el rival a batir, un romano de proporciones gigantescas al que había que abatir de formas ligeramente distintas en cada encontronazo. En duelos normales resultaba más divertido, pese a no contar con muchas variantes para los golpes, con porrazos, agarres tras aturdir a los rivales u hostiazos combinados donde cambiábamos entre Astérix y Obélix a placer. Hasta el diminuto perro Ideáfix nos ayudaba.
Era, ante todo, un producto para muy fans, que en esta remasterización vio mejorado su sistema de coleccionables, ahora con figuras a desbloquear en 3D, y con unas postales bastante cachondas que reflejaban las distintas regiones que visitábamos, junto con sus personajes. Para los desafíos, eso sí, había que tener paciencia, porque eran numerosos y las batallas muy abundantes hasta lograr la medalla de oro en cada una, pero eran el método más rápido para conseguir pasta. La cámara, por desgracia, no siempre acompañaba, siendo lenta y torpe.
¿Y cómo olvidar la portada del original de 2006?
A modo de retrospectiva sobre el original, destacar que su portada de por aquel entonces fue un claro guiño a Grand Theft Auto, reflejando a su vez esa faceta tan peculiar de Astérix & Obélix XXL 2: Mission Las Vegum en lo relativo a toda esa retahíla de homenajes/parodias a iconos del videojuego, como los citados Mario, Sonic, Lara Croft o Pac-man. Con una portada así sí que queda mucho más claro.
Porque con la remasterización, incluso viendo su contraportada, no hay atisbo alguno de esos invitados sorpresa. Y eso que el juego no tarda en mostrar a un Mario sacado directamente de Super Mario Sunshine de modo muy descarado.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
Sí, pero es una aventura que se torna repetitiva demasiado pronto y donde pierde fuelle rápidamente. Astérix & Obélix XXL 2 es a día de hoy un juego normalito que tan solo merece la pena por las risas que nos pueden reportar sus guiños o por la simple presencia de ese dúo formidable que nunca nos cansaremos de ver jamás.
Astérix & Obélix XXL 2
Plataformas | DS, Nintendo Switch, PC, PSP, PS2, PS4 (versión analizada) y Xbox One |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Etranges Libellules / Osome Studio |
Compañía | Atari / Microids |
Lanzamiento | 2006 / 2018 |
Precio | 21,99 euros |
Lo mejor
- Controlar libremente a Astérix y a Obélix
- Esa retahíla de homenajes a los videojuegos
- Las postales y figuras a coleccionar
Lo peor
- Mecánicas repetitivas hasta el hastío
- La cámara era lenta y torpe en zonas estrechas
- No poder jugar a dobles