La espera ha llegado a su fin. Disney+ al fin ha estrenado la segunda temporada de ‘The Mandalorian’ con el lanzamiento de ‘El Marshal’, un impresionante episodio que se ha convertido de forma automática en mi episodio favorito de todos los que hemos podido ver de la serie hasta ahora.
Una de las señas de identidad de ‘The Mandalorian’ en su primera temporada es que sus episodios tenían una duración bastante comprimida -uno de ellos hasta apenas llegaba a los 33 minutos incluyendo los créditos finales-. Ya veremos si eso se mantiene en la segunda, pero, por lo pronto, ‘El Marshal’ llega hasta los 54 minutos, aunque también es verdad que se pasan volando.
De vuelta a Tatooine
A partir de aquí encontraréis spoilers de ‘El Marshal’, primer episodio de la segunda temporada de ‘The Mandalorian’
En ‘El Marshal’ vemos a nuestros protagonistas viajar a Tatooine porque parece ser que allí habita otro mandaloriano. Eso sí, antes tenemos un vibrante arranque para que Mando consiga esa información de un informante que intenta rebelarse contra él. Una estupenda puesta en escena para el episodio aunque sea una de las principales causas de que su duración se dispare por encima de lo habitual en la serie.
Una vez de vuelta a Tatooine reconoces ese planeta que la saga introdujo ya en la primera película dirigida por George Lucas, pero, obviamente, la vida ha cambiado allí en todos estos ellos. La caída del Imperio provocó un vacío de poder que se acabó solucionando de una forma bastante peculiar, ya que el marshal interpretado por un carismático Timothy Olyphant logró convertirse en la ley tras adquirir un traje de mandaloriano a unos Jawas.
Esto es algo que descubriremos cuando el capítulo firmado por Jon Favreau, principal responsable de que esta serie exista, está algo más avanzado, ya que antes se nos deja con la miel en los labios con un posible enfrentamiento entre el marshal y Mando. Es cierto que hubiese estado genial ver cómo solucionan sus rencillas recurriendo a la fuerza bruta, pero también que seguramente el episodio habría acabado uno o dos minutos después. Y además nos hubiéramos perdido esa deliciosa reacción de Olyphant pidiendo un segundo a Mando para ver qué diantres está sucediendo.
Una aventura de primera
Es entonces cuando ‘The Mandalorian’ recupera a una criatura que se creía extinguida en la franquicia acercando la serie a ‘Dune’, ya que puede que esa temible criatura sea un dragón krayt -de él habíamos visto un esqueleto en ‘Una nueva esperanza’-, pero a la hora de la verdad actúa más como los temibles gusanos de areno ideados por Frank Herbert, resultando también inevitable acordarse de los graboides de la saga ‘Temblores’.
Dicho esto, lo cierto es que Favreau aprovecha esa criatura y Tatooine para recuperar más criaturas características de la franquicia, desde los Banthas hasta los moradores de las arenas, e incluso se hace alusión a las ratas womp, por no hablar de otros guiños menos evidentes como el de la imagen de más arriba. Lo mejor de todo es que se hace de forma fluida y al servicio de una aventura que engancha desde el primer momento y sabe muy bien cómo explotar su lado más espectacular sin perder nunca de vista que la historia progrese.
Es cierto que esto lleva a que la presencia de Baby Yoda sea escasa y para algunos ‘The Mandalorian’ no deja de ser más que la serie para conseguir nuevos gifs de ese personaje, pero para eso ya tenemos esos pequeños minutos de descanso entre el prólogo y la llamada a la aventura, algo que Favreau también aprovecha para recuperar a Peli Motto, el personaje interpretado por Amy Sedaris.
Además, el desenlace tanto decepciona, desde ver cómo poco menos que un desentrañamiento hasta esa primera aparición de Temuera Morrison recuperando al mítico Boba Fett. Por ahora una simple aperitivo -ojalá todos fueran tan buenos-, pero es que la segunda temporada acaba de empezar y lo ha hecho por todo lo alto. Confiemos en que encima vaya a más.
