A la espera de que, por fin, veamos a los X-Men en el Universo de Marvel, la última aventura de la saga es ‘Los nuevos mutantes‘, un spin-off envuelto en un halo de misterio y sospecha que llegó después de ‘Fénix oscura‘, debut del productor y veterano guionista de género Simon Kinberg.
En estos días extraños, es buen momento para repasar una franquicia vital para el cine de superhéroes pero que no está libre de pecado. Empezamos.
Anteriormente, en X-Men…
No, olvídalo. Es imposible. Veinte años de saltos en el tiempo, castings diferentes, idas, venidas, muertes y resurrecciones hacen que tener esta serie de películas bien ordenadas en la cabeza resulte más complicado que preparar una oposición el día antes del examen.
Desde que Bryan Singer agarrase a los personajes y los vistiera como moteros de esos que se reúnen una vez al año para hacer barbacoas y hablar de sus cosas, ‘X-Men‘ no ha parado de crecer, de ganar adeptos y de ser vista como una de las franquicias de superhéroes más respetadas por la crítica y por la taquilla.
Contando las películas en solitario de Lobezno y las de Deadpool, ambos personajes del Universo X, son más de cinco mil millones de dólares los recaudados en todo el mundo. Nada mal para tratarse de una serie de películas que, a veces, no ha sabido gestionar demasiado bien su economía: la tercera película, dirigida por Brett Ratner, costó más que ‘Días del futuro pasado‘. Y ahora, sin más dilación, vamos con el ranking y, supongo, con la polémica. Porque nunca estáis contentos.
13- X-Men orígenes: Lobezno
Por méritos de sobra, la peor película del Universo Mutante de Fox (ahora conocida como Disney) y una de las peores y más ridículas puestas en escena marvelitas. El guión de David Benioff y Skip Woods está a la altura de la torpe edición de Nicolas De Toth y Megan Gill, que poco o nada pudieron hacer ante las labores de Gavin Hood, probablemente el tipo menos indicado para tomar las riendas de un vehículo como la película del origen de Lobezno.
Nadie sabe en qué se fueron los 150 millones de dólares de presupuesto cuando ve que el resultado final no difiere mucho de aquella copia sin los efectos especiales terminados. No hay nada por aquí que no produzca vergüenza ajena. Un desastre.
12- Los nuevos mutantes
A veces pasa. De vez en cuando, las películas que se guardan en las neveras de las grandes compañías tienen defectos que solo ellos ven. Miedos que sus ejecutivos ven desde una posición que puede que los impida fijarse un poco mejor entre líneas. Y otras veces no.
Otras veces lo que tienen es un desastre mayúsculo injustificable e inmensamente aburrido. Eso es ‘Los nuevos mutantes’. Una lástima. A Víctor, sin embargo, le ha gustado:
11- Lobezno inmortal
Con alguna idea interesante pero mal llevada, la película que busca la mortalidad del ser que no puede morir termina encontrando un CGI genérico con Jackman peleando contra enemigos que parecen salidos de una serie de televisión.
Lo que debería haber sido Frank Miller termina por ser una serie de descartes modernos que ni el Ridley Scott más hortera hubiera seleccionado como piezas de acción centrales de ‘Black Rain’. Lo peor de todo es que se hace muy aburrida muy pronto. James Mangold terminaría arreglando el tema, pero está claro que no es alguien de fiar.
10- X-Men: Fénix Oscura
Una brutal ausencia de carisma, sentido de la diversión y una languidez muy forzada pesan más cualquier escena de acción genérica pero elegante. El rostro contractual de la mayoría del reparto tampoco ayuda demasiado a que entremos en materia.
Simon Kinberg se incorporó al universo mutante con la película de Brett Ratner, y a eso es precisamente a lo que evoca este Fénix Oscuro de casting fatal. No tiene que ser algo necesariamente malo (tenía buenos momentos la peli), pero parece una película de hace quince años. Para mal. Por cierto, Sophie Turner es la Emilia Clarke de los X-Men.
9- X-Men: La decisión final
Brett Ratner es uno de los realizadores más mediocres que mejor se lo ha montado en Hollywood durante los últimos 20 años. En concreto desde el tiempo que hay entre ‘Hora Punta’ y sus escarceos y malas formas en el set de rodaje. Por otra parte, no debemos negar que de la trilogía original de los personajes, la decisión final tal vez sea la más divertida.
Tomando como punto de partida parte del trabajo de Joss Whedon en Astonishing X-Men, y mezclándolo con imposibles adaptaciones de lo que estaba por llegar (Fénix Oscura), hay algunas partes merecen la pena, como el mejor Magneto de esa era o lo bien que funcionaba la nueva Bestia. A pesar de ser la más cara de todas, fue la primera en ser olvidada por propios y extraños.
8- X-Men: Apocalipsis
Ok, el malo, para ser Dios, es un poco papanatas. Sus cuatro jinetes son aún más flojos y aún hoy no se comprende la duración de esta película, la más que probable despedida de Singer del cine mainstream.
Pero aún así, ‘X-Men: Apocalipsis‘ funciona, aunque sospecho que por razones que sus responsables preferirían haber evitado, siendo la principal de todas ellas un aspecto a serie b tirando a z muy gustoso y más cercano al universo Bandai que al mutante de Marvel.
7- X-Men
Es innegable el mérito de una película seminal como ‘X-Men’. Sin ella no habría sido posible arrancar nuevos mundos Marvel, como los posteriores trabajos de Sam Raimi, Ang Lee o el propio MCU. Pero como pionera y, sobre todo, hija de su época, la visión de La Patrulla X de Singer ha envejecido regular. Empezando por su injustificada uniformidad a la hora de vestir.
Un comienzo prometedor del universo X-Men en la gran pantalla y una, a ratos, fascinante pieza de ciencia ficción que temía volverse demasiado trepidante y donde la emoción pesaba más que la acción. algo que intentaría solventarse en la siguiente entrega.
6- X-Men 2
Como haría Raimi con su segunda entrega arácnida, Singer apuesta desde el inicio por la acción. Por el asalto. Ya que conocíamos a los personajes, hagamos que sufran, premisa que funciona siempre en este tipo de cine desde los días de ‘El imperio contraataca’.
Mejores villanos, más dilema moral, nuevos personajes y toda la espectacularidad que puede ofrecer un considerable aumento de presupuesto en forma de alucinantes piezas destinadas a dejar perplejos a quienes nos creíamos más listos que nadie. Y, más o menos, lo consiguió. Aunque al igual que con la primera, el paso del tiempo se sienta más de la cuenta.
5- Deadpool
Olvídalo, colega. Por suerte o por desgracia las películas de superhéroes ya no son lo que eran. Para la productora de ‘X-Men’ parecen no existir ni ‘Los 4 Fantásticos’ ni ‘Daredevil’… aunque al menos tienen la decencia de permitirse alguna puya a los desastrosos episodios de Lobezno en solitario.
‘Deadpool’ es refrescante pero no perfecta. Y no voy a decir eso de “es que todas las historias de orígenes están limitadas” porque aquí no pasa exactamente eso. ‘Deadpool’ se deja algo primordial y olvida los divertidos diálogos con sus personalidades enfrentadas, pero, siendo sincero, no daría tiempo a tanta palabrería. Al final ofrece lo que promete: una comedia tan divertida, fea y metairreverente como cualquier buen arco argumental del personaje.
4- Deadpool 2
El héroe que solo quería morir se aferra a la vida gracias a un «Cable» finísimo, casi un hilo invisible, que sirve de trama principal de la película. Pero qué diablos importa todo eso si consigue reinventarse y presentar la mejor secuencia post-créditos de todos los tiempos.
Divertidísima y durísima. La secuela del mercenario bocazas supone un suspiro de una tarde de verano que además se sostiene sobre una de las mejores canciones de la historia del pop. Y con el volumen al 11.
3- X-Men: Días del futuro pasado
La mejor película de Singer en el universo X y, de no ser por ‘Logan’, también la mejor de Lobezno. Es un poco doloroso que despachen al personaje más divertido de la historia con una palmadita en la espalda agradeciendo el trabajo bien hecho.
Tampoco ayuda que la parte «futura» sea bastante fea y parecida a ‘Masters del universo’. También se hace larga, con sus dos horas y cuarto, pero es cruel, contundente y muy interesante a pesar de la clásica arritmia mutante. Si no guardaste buen recuerdo, recupérala ahora.
2- Logan
Logan no ha tenido suerte en la vida. Ni en las películas ni tampoco con las películas. En realidad él siempre ha sido lo mejor de funciones mediocres (o abominables) que se apoyaban en guiños al fandom para poder sostenerse. En su versión en blanco y negro ‘Logan’ resulta bastante monumental a pesar de que, bueno, cae en algunas licencias de guión perdonables por los pelos (el mensaje editado en vídeo de la enfermera) pero que funciona como un tiro.
Lo hace con una historia donde la violencia no solo se refleja en las explícitas consecuencias de una cuchillada del personaje, también hay una historia condenadamente cruel que toma lo más acertado del templo maldito y convierte a la película en la cúpula del trueno interior de un personaje condenado. Me imagino una trilogía con unos estándares de calidad así y se me caen las lágrimas.
1- X-Men: Primera generación
Gustará más o menos, pero es innegable el buen ojo de Matthew Vaughn para el cómic en imágenes. A pesar del resbalón de ‘Kick-Ass’ (te pongas como te pongas, la segunda es una mejor adaptación), sus trabajos con ‘Kingsman: Servicio secreto’ y su secuela son la depuración del estilo y saber hacer que se adueñaron del mundo de los X-Men.
Con más guionistas que nunca y un casting que refrescaba una saga que empezaba a pecar de conformismo (y que venía de la primera película que te has encontrado en esta lista), Vaughn pisó el acelerador a fondo nos regaló la película que siempre habíamos esperado de La Patrulla X. Lástima que solo fuera un espejismo.