Los juegos de ajedrez han experimentado un gran aumento en popularidad tras el lanzamiento de The Queen’s Gambit de Netflix.  

La serie, protagonizada por Anya Taylor-Joy, está basada en una novela de 1983 del mismo nombre de Walter Tevis. Sigue a una joven huérfana que desarrolla un “talento asombroso” para el juego a medida que asciende de rango en el mundo del ajedrez competitivo dominado por hombres para perseguir su sueño de convertirse en una gran maestra.  

Desde el lanzamiento del programa el 23 de octubre, parece que muchas personas se han inspirado para convencer a su propio genio interno del ajedrez durante el segundo encierro, que comenzó a la medianoche del 5 de noviembre y finalizará el 2 de diciembre.  

Según eBay, hubo un aumento del 273 por ciento en las búsquedas de “juegos de ajedrez” en el sitio de subastas en línea en los 10 días posteriores a la llegada del programa a Netflix, lo que equivale a una búsqueda cada seis segundos. 

Nouman Qureshi, Gerente de Categoría de Juguetes en eBay Reino Unido, dijo: “Estamos viendo que los compradores recurren a formas más tradicionales de entretenimiento durante este segundo confinamiento. Esto incluye una gran aceptación en el juego clásico de ajedrez, que si las cosas continúan como están, todos podríamos ser profesionales para el 2 de diciembre”.  

Si bien el ajedrez generalmente se juega en persona, al otro lado de la mesa de un oponente, otras personas han encontrado formas de adaptarse a las pautas de distanciamiento social al llevar el juego en línea.  

A principios de este año, un hombre de 71 años y su nieto de siete demostraron que el ajedrez en FaceTime puede ser igual de divertido. 

Durante el primer encierro, Mick Phillips y su nieto Ruben comenzaron a jugar al ajedrez a través de una videollamada después de que su actividad semanal habitual de ver fútbol se detuviera.  

“Siempre han sido cercanos y cuando se supo la noticia de que mi papá estaría aislado, Ruben estaba realmente molesto”, dijo Chris, el hijo de Mick y el padre de Ruben.  

“Empezó a pensar en formas en las que aún podía ver a su abuelo. Todo fue idea de Rubén para montar el juego y el sábado ambos montaron sus tableros de ajedrez. La configuración fue complicada, pero trabajaron en un sistema de cuadrícula, similar a los acorazados, y funcionó”, añadió.

FUENTE: independentespanol.com