Al hacer nuestra retrospectiva sobre los mejores juegos de 1984, mencionamos, como no podía ser de otra manera, el nombre de Kung-fu Master, por obra de la mítica Irem, aunque al final destacásemos la labor del Karate Champ de Technos Japan (sí, los del Double Dragon) por ser uno de los impulsores de los juegos de lucha tres años antes del revolucionario Street Fighter de Capcom en 1987.
1984 fue un año de artes marciales, puesto que también salió el Karateka de Jordan Mechner (sí, el padre de Prince of Persia en 1989), queriendo rendirle ahora un homenaje al citado Kung-fu Master, todo un clásico de la época al que le deben mucho Bad Dudes vs. DragonNinja y todos los juegos de esa guisa en los ochenta.
Pero, ¿qué pinta Jackie Chan en esta historia?
A la hora de destacar una imagen para la portada del artículo de Kung-fu Master, llamó mi atención no recordar que procedía de una película. En concreto, de Spartan X, con Jackie Chan de protagonista. Fuera de Japón aquí la conocimos como Los Supercamorristas, con una de las mejores escenas de lucha de la historia del cine. Y tampoco extraña, puesto que Jackie Chan es un maestro.
Técnicamente, el juego estaba basado en la película Game of Death (Juego con la muerte) de Bruce Lee, de 1978, pero por temas comerciales se hizo referencia a la película actual (por aquel entonces, porque juego y película son de 1984) para lograr un mayor tirón de cara al público. De hecho, el personaje de Jackie Chan se llama igual en el juego (Thomas) y la chica a rescatar sigue siendo Sylvia, viendo cómo el videojuego en Japón se llamó Spartan X para hacerlo más evidente.
Curiosidad aparte, Irem creó un beat ‘em up de scroll horizontal limitado en el que debíamos ascender cinco plantas de izquierda a derecha (o de derecha a izquierda) haciendo frente a un montón de enemigos y trampas, hasta dar con Sylvia y rescatarla. ¿El problema? No tenía final como tal, puesto que al rescatarla, volvíamos al principio y el juego se volvía más duro. Así una y otra vez. Fue la forma que ideó el estudio nipón para limitar su más que paupérrima duración.
Y es que estamos hablando de un juego que se puede ventilar en unos diez minutos, aunque lógicamente no sea una tarea nada sencilla. Al fin y al cabo, es un juego de Irem. ¿Qué juego de Irem es fácil? Ninguno. Aquí debíamos vigilar nuestra retaguardia, calcular bien los saltos y acertar con cada uno de los golpes.
Kung-fu Master, todo un clásico del año 1984
Estas técnicas se resumían en puños y patadas, pudiendo golpear también agachados o hacer un salto con una patada de lo más poderosa, aunque algo aparatosa. La patada era el recurso fácil, pero con el puño (más corto) ganábamos el doble de puntos. Lo importante era que no nos cogiese el enemigo, porque nos inmovilizaba durante unos breves instantes quitándonos vida, para colmo. Y de pocos golpes nos mataban, teniendo que rehacer toda la fase.
Los enemigos más duros eran los jefes, al hacer uso de distintas armas, aunque sus patrones de ataque fuesen muy limitados y no costaba pillarles el punto. Peor eran los que veíamos a lo largo de algunas fases, como los que nos lanzaban cuchillos, al obligarnos a saltar o agacharnos constantemente. Y eso que había algún truco, como en la primera fase: cuando nos venía el del cuchillo por la derecha, nos alejábamos de él hacia la izquierda sin parar hasta el jefe, provocando que no saliese ningún enemigo más en ese trayecto. Curioso.
Una vez memorizábamos por dónde nos salía cada enemigo, el trayecto se hacía más llevadero, sobre todo en esas partes con jarrones que soltaban diversos peligros si no los destruíamos primero. Ahí se le veían sus costuras, además, al no ser un juego con un salto muy cómodo. Pero también estábamos ante un pionero del género, que sin Kung-fu Master no habría Double Dragon ni otros beat ‘em up.
Sin ir más lejos, tras una mutación, la secuela espiritual de este clásico de 1984 llegaría en 1988 bajo el nombre de Vigilante, con un toque más americano de por medio. ¿Quiere decir que no tuvo secuela oficial? No del todo. Hubo que esperar hasta 1991 con Spartan X 2, en exclusiva para Famicom en Japón. ¿Lo curioso? Que se incluyó una adaptación internacional en Retro-Bit Generation bajo el nombre de Kung-fu Master 2 en pleno 2016, con la fiebre por la Mini NES.
¿Ha aguantado bien el paso del tiempo?
No mucho, por lo limitada que resulta su propuesta o lo mejorable que es a la hora de saltar. Pero Kung-fu Master es historia viva de los videojuegos y no se le puede negar su reconocimiento. Le debemos mucho más de lo que parece…
Kung-fu Master
Plataformas | Arcade (versión analizada), NES, Atari 2600, Commodore 64, Apple II, MSX… |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Irem |
Compañía | Irem |
Lanzamiento | 1984 |
Precio | No disponible |
Lo mejor
- Uno de los grandes pioneros de los beat ‘em up
- Poder alternar entre puñetazos y patadas
- Los puños eran cortos, pero tenían premio
Lo peor
- El salto era bastante mejorable
- Que nos apresase el enemigo era tedioso
- Ver cómo duraba tan poco y no tenía «final»