La mayoría de películas biográficas cae en los mismos errores. Desde querer abarcar demasiado sin tener tiempo para ello a supeditar todo al lucimiento personal de su actor protagonista. Luego unas salen mejores o peores, pero no culpa aquellos que ya sientan cierta pereza a la hora de enfrentarse a una propuesta de esas características.
Sobre el papel, ‘Tesla’ podría parecer una de ellas, pero la nueva colaboración de Ethan Hawke con el cineasta Michael Almereyda quizá empiece así, pero va siendo más atrevida según pasan los minutos, llegando a un punto en el que deja claro al espectador que va a hacer lo que le venga en gana. El problema es que oscila entre lo fascinante y lo fallido sin llegar nunca a ser consistente en una película que llega hoy a Movistar+.
Un biopic diferente
La guerra de las corrientes ya dio pie hace unos años a una cinta protagonizada por Benedict Cumberbatch y Michael Shannon, pero allí el protagonismo no recaía sobre Tesla, por lo que es interesante que la película arranque haciendo especie hincapié en su rivalidad con Edison, interpretado para la ocasión por un inspirado Kyle MacLachlan.
La primera sorpresa llega con la que forma que tienen de abordar sus diferencias, siendo entonces cuando Almereyda deja claro que ‘Tesla’ le interesa más como una forma de indagar en la personalidad de su protagonista a través de lo que podría haber sido o cómo se hubiera visto afectada su vida de haber tomado esta o aquella decisión en cierto momento de su vida.
Esto es algo que durante su primera hora mantiene una narrativa hasta cierto punto plausible siempre y cuando el conocimiento de uno de lo que realmente sucedió no sea muy profundo. Esta decisión permite a ‘Tesla’ pervertir las líneas maestras de las películas biográficas, siendo sincero con el espectador desde el momento en el que se nos dice abiertamente que esto probablemente no sucedió así.
No despega del todo
Esas licencias van creciendo de forma paulatina, dependiendo de la atención del espectador percatarse de que esto no es para un biopic tradicional, sino un acercamiento muy libre a la vida y personalidad del ambicioso inventor. A fin de cuentas, si él soñó con grandes cosas sin poder llegar a conseguir muchas de ellas, qué mejor manera de rendirle homenaje que haciendo lo mismo con su propia vida.
Ahí el problema está en que el guion del propio Almereyda alterna grandes ideas con soluciones un tanto rutinarias. Es como si no se terminase de decidir por despegar del todo y cuando lo hace, tampoco acierta siempre. Por suerte, un entregado Hawke ayuda a que esas lagunas nunca lleguen a resultar molestar, y tampoco conviene olvidar las sólidas aportaciones del resto del reparto.
Sin embargo, lo esencial aquí es que se toma la vida de Tesla para que Almereyda reflexione sobre diferentes temas asociadas a su figura, pero manteniendo en todo momento cierto halo de melancolía, algo que subraya a través de ciertas decisiones formales que quizá saquen a algunos espectadores de lo que sucede en pantalla.
Quizá la clave está en que lo que es capacidad de imaginar Almereyda no llega a la altura de lo que uno podría esperar a partir de la genialidad de Tesla. Es como si esas licencias fuesen demasiado terrenales para lo que Tesla daba de sí, de ahí que incluso en sus momentos más inspirados dé la sensación de que se podía ir un poco más allá. Y teniendo en cuenta que Almereyda busca más un biopic más trascendental que humano, eso pesa en su contra.
En resumidas cuentas
‘Tesla’ es una propuesta interesante como concepto y se apoya en una notable interpretación de Hawke, quien sabe canalizar muy bien las emociones que busca Almereyda. Lo que le falta es volar un poco más libre y llevar su ambición al límite, ya que cuenta con ideas estimulantes, pero también otros que resultan demasiado mundanas teniendo en cuenta el enfoque elegido.