Después de un viaje que ya hizo historia en Medio Oriente, el Vaticano aseguró este lunes a Télam que quiere “un Irak para los iraquíes y no para los iraníes o los estadounidenses”, un mensaje que guió los principales gestos del Papa de estos últimos tres días: su rechazo al terrorismo, su condena a la injerencia extranjera y el puente que tendió con uno de los máximos líderes musulmanes del país para forjar “un mensaje universal” de paz.
Los gestos de la visita
El papa finalizó este lunes oficialmente su visita histórica, la primera de un pontífice a Irak y, durante los últimos tres días, recorrió las principales ciudades del país y, con ellas, las mayores problemáticas de un territorio que, a los años de guerras, ocupación extranjera y terrorismo, ahora también suma una fuerte suba en los contagios de coronavirus.
En su primer discurso en suelo iraquí, a donde llegó el viernes con una delegación que incluyó a un enviado de Télam, Francisco rechazó los “intereses externos” que no tienen en cuenta a la población iraquí y criticó que los países extranjeros impongan sus “intereses políticos” en Irak.
La fuerte definición con la que inició la gira pudo leerse como un mensaje hacia Estados Unidos, que invadió Irak y aún mantiene 2.500 militares en su territorio, o hacia la vecina Irán, que con una lucha político-religiosa entre dos ramas del islam como telón de fondo mantiene también una gran influencia en el país.
La explicación del canciller del Vaticano
Paul Gallagher, canciller del Vaticano, clarificó la postura de la Santa Sede.
El canciller del Vaticano, el monseñor inglés Paul Gallagher, confirmó esta lectura en un diálogo a solas con Télam en el avión en el que el Papa regresó a Roma.
“El mensaje del Papa sobre los intereses extranjeros viene de algo que nos había dicho el presidente iraquí cuando estuvo en Vaticano, que querían el país para ellos, no para los iraníes o los estadounidenses. Y la Santa Sede comparte esa postura”, planteó Gallagher.
El encuentro con Ali al Sistani
En su segundo día en Irak, el Papa se encontró con una de las personas más influyentes del país, el gran ayatollah Ali al Sistani, el principal líder en ese país del islam chiita, la rama mayoritaria en Irak, aunque minoritaria a nivel mundial.
Fuente: TELAM