No hay que volverse loco, aunque la situación se va poniendo cada vez peor en cuanto a la libertad de la obra de ficción se refiere. Que si los nuevos PERSONAJES ANIMADOS de Looney Tunes no utilizarán armas de fuego, que si ‘Lo que el viento se llevó‘ es retirada del servicio de streaming HBO… vivimos unos días complicados donde la corrección está devorando la obra.
Un problema de contexto
A lo largo de los años han sido cientos las películas que se han visto obligadas, bien por la presión popular, bien por singulares decisiones gubernamentales, a cambiar contenido, cancelar sus estrenos o desaparecer para siempre. Motivos religiosos, políticos, raciales o de género han estado siempre molestando al creador desde los tiempos del código Hays, algo que tampoco es que se moviera en un terreno muy distinto de la actual presión popular.
Hoy, el nuevo método se llena de poder y presión popular en las redes sociales: que si el diseño del personaje de una película (‘Sonic‘) o que si un determinado intérprete no puede meterse en la piel de un determinado personaje. Y todo porque, según la corriente de pensamiento y el momento actual universal, la incomodidad puede devorar una película.
Vamos a repasar alguno de esos títulos que molestan tanto como para desaparecer de parrillas o para tener (absurdos) debates en redes sociales donde participan miles de personas sin ningún tipo de rigor y conocimiento del medio y sí mucho tiempo libre.
Lo que el viento se llevó (Gone With the Wind)
La obra maestra de Victor Fleming (y George Cukor y Sam Wood) ha sido la última joya del pasado en ser víctima del presente. A pesar de que todos tengamos claro que es una (impresionante) obra de ficción perteneciente a un tiempo pasado y muy distinto, en HBO Max no han dudado en retirarla temporalmente del servicio para reinsertarla en con el consiguiente aviso sobre su su contexto histórico y sus «prejuicios étnicos y raciales«. Poca broma.
Torrente: cualquier entrega
La fabulosa franquicia perpetrada por Santiago Segura acaba de descubrir que el nuevo espectador no está para tonterías sobre los «moros», los «chinos», los «negros» o cualquier otro colectivo víctima del PERSONAJE. Su ideología no está muy alejada de la corriente más radical de la derecha, solo que esta última tal vez se gaste más dinero en perfumes. Es complicado saber a quién puede molestar más, lo que la hace grande. Y también divertida.
Lolita
Sí, es una foto en color de la versión en color dirigida por Adrian Lyne en 1997, treinta y cinco años después de que Kubrick pusiera en imágenes la obra de Nabokov. Me he decidido por esta versión, maltratada en su momento, porque está más fresca (y olvidada) y seguro que el espectador actual recibe la información de manera más clara a todo color. Una enferma y absurda historia de amor y terror que hoy pondría los pelos de punta a cualquier ciudadano anti-Woody Allen. La de Kubrick es mucho mejor, claro, pero no es justo apartar la mirada de esta visión. Bueno, ya me entiendes.
Manhattan
¿Que Woody Allen tiene una novia de 17 años en esta película en blanco y negro? Explícale tú a esos cientos de miles de cinéfagos que tienen el póster en el salón que la situación de su director se ha vuelto más sospechosa con el paso del tiempo. A ver si sigue enmarcado en el salón. De todos modos, con ese personaje protagonista, ¿por qué lo colgaron en su momento?
I Love You, Daddy
Primer título realmente delicado de la lista. Louis C.K. pasó de ser el cómico favorito de todo el mundo al personaje más odiado de la escena. Sus escarceos y sus comportamientos inapropiados, abusando de su poder para satisfacer sus necesidades, le han costado caer en el olvido y tener una película en alguna parte del mundo. Enterrada. Para siempre.
Love Actually
Algo debe estar pasando en el planeta para que la comedia romántica favorita del mundo, la peli ideal de las navidades, tenga un poso de acoso en estos días. Eso sí, el asunto lo sacó a flote uno de los actores de la película, el ahora enormemente popular «Rick» de ‘The Walking Dead‘, Andrew Lincoln. Ya son ganas de querer quedar bien a todas horas.
Kids
Vamos a ver, que la película de Larry Clark era insultantemente atrevida hace 25 años no lo dudó nunca nadie, pero visto hoy el comportamiento de esa gente joven de la hiperrealista película, cuesta creer que gente como Rosario Dawson, Chloë Sevigny o Leo Fitzpatrick sigan entre nosotros. Ideal para no tener hijos o enviarlos de inmediato a un reformatorio en Islandia, que acaba de ser nombrado país más seguro del mundo.
La naranja mecánica (A Clockwork Orange)
Ya que antes nos decidimos por la versión moderna de la obra de Vladimir Nabokov vamos a reubicar al director de la clásica, Stanley Kubrick, gracias a otra adaptación que levantó ampollas muy gordas. Su visión de la obra de Anthony Burgess. Clasificada X y casi condenada al ostracismo, supo resurgir cual psicótico Ave Fénix de la violencia.
Canción del sur (Song of the South)
Puede que el más mítico de los patinazos de Walt Disney sea esta película que nunca existió en formato doméstico en Estados Unidos (aunque sí en parte del extranjero, como en España) y que no tiene pensado aparecer ahora. A principios de este año, el CEO de Disney, Bob Iger, aseguraba que «no sería lo mejor para nuestros accionistas recuperarlo, a pesar de que podría haber alguna ganancia». Esta película no existe para la compañía de manera literal. Y eso que fue su primera película en mezclar animación con imagen real.
El nacimiento de una nación (The Birth of a Nation)
D.W. Griffith cambió el cine, lo modernizó y se marcó una película descomunal, pero amigos, también glorificó a la gente equivocada y sobrepasó algunos límites con su obra. Tantos que incluso en 2004, hace nada y mucho después de su estreno, no es fácil lograr un pase de la película en una ciudad como Los Angeles. Algo completamente lógico, por supuesto.
El último tango en París (Ultimo tango a Parigi)
El celebrado drama sexual de Bernardo Bertolucci tardó seis años en llegar a nuestro país desde su estreno. La aventura destructiva entre un norteamericano entrado en años con una joven parisina aún sigue cobrándose víctimas y provocando polémicas hoy en día, alguna realmente incómoda. Es posible que varias generaciones de espectadores hayan pensado durante muchos años que no estaban dando un uso correcto a la mantequilla.
La parada de los monstruos (Freaks)
Puede que la más completa de todas las películas incómodas que han pasado por la vida de varias generaciones. Una historia contada con un brío y una potencia que se apoya en un reparto inolvidable (literalmente inolvidable) y que va poco a poco cocinando tu alma para darse un festín de última hora del que no podrás salir jamás.
The Day the Clown Cried
Antes de que Roberto Benigni se aupase con el reconocimiento mundial con su película sobre el Holocausto, el bueno de Jerry Lewis ya había mostrado lo que un payaso puede hacer en un campo de concentración. Inacabada y guardada bajo llave hasta 2025, la película fue una losa para el genial cómico, que nunca se pudo sacar de encima ese simulacro de drama imposible. Quizás nadie quiera verla también por respeto a su creador.
El cantor de Jazz (The Jazz Singer)
Por si alguien tenía alguna duda, no, el mundo del cine no iba a permitir en pleno 1927 que un actor negro fuera a ser el primero en cantar en una película. La solución, pintar con betún a una estrella caucásica, sigue siendo un error molesto a día de hoy.
El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens)
La herramienta propagandística más elaborada de todos los tiempos. Leni Riefenstahl siempre juega al despiste con su implicación ideológica en este mastodóntico trabajo documental, pero no sé, las banderas que se ven al fondo no dejan mucho lugar para la duda, ¿no crees?
Cualquier película de Roman Polanski
Está muy bien eso de separar obra de autor, ¿pero es posible algo así con un cineasta superdotado pero que ha sido acusado de violación hace más de 40 años y que tiene una orden de busca y captura a sus espaldas? Es complicado ponerse, pero todo es posible. Cabeza fría, dicen. Pero tal vez este no sea el mundo que recibirá con los brazos abiertos sus nuevos proyectos.