Mucho antes de que las consolas dominasen el entretenimiento a nivel mundial, las maquinitas de cristal líquido (LCD) nos permitieron continuar las aventuras de los héroes de las recreativas más allá de los salones arcade e incluso disfrutar de auténticos videojuegos de bolsillo. Un fenómeno que, por cierto, lideró Nintendo con su primera línea de mini consolas. Las  Game & Watch.

Originalmente, Nintendo se ganó un merecido prestigio a través las cartas Hanafuda, unos naipes que a día de hoy sigue produciendo. Como compañía dedicada a ofrecer entretenimiento, embarcarse en los videojuegos era, por decirlo así, una evolución natural. Y si todos sabemos que Nintendo acabará sentando cátedra, las Game & Watch, fueron su primera gran revolución.

Ya en el Siglo XX, tras la segunda guerra mundial, la Gran N se diversificó produciendo juguetes e incluso contó con su propia cadena de hoteles para citas.  Algo muy nipón, todo sea dicho. Pero el éxito de las Game & Watch acabará encauzando las prioridades y el futuro de la compañía hacia lo que es hoy. Un doble mérito, si  tenemos en cuenta que en aquella época el mítico departamento Research & Development 1 de Nintendo dedicado a videojuegos solo contaba con cinco personas.

Eso sí, había razones muy bien fundamentadas para apostarlo todo a los videojuegos: la serie Game & Watch  vendió 12,87 millones de maquinitas sólo en Japón antes de ser descontinuada a principios de los 90. A nivel mundial, la cifra se dispara a 43,4 millones de Game & Watch. Y si bien, su precio era bastante asumible para todo el mundo y sería injusto medirla con otros sistemas, para ponerlo en perspectiva la mítica Mega Drive superó por muy poco la cifra de las 30 millones de consolas vendidas.

Es cierto que Nintendo tenía muchos frentes abiertos entre los 70 y los 80, pero, como decimos, tenía muy buenas razones para apostar por los videojuegos. Comenzó a desarrollar sus primeros juegos para el emergente y muy rentable mercado de las recreativas (recordemos el mito de que Space Invaders provocó una escasez de monedas en Japón) y antes de la Famicom ya distribuía sus propias consolas domésticas.

Y, en ese aspecto, lo de las Game & Watch no fue únicamente una sonda, fue el primer paso de un titán. El inicio de una historia cuyo legado, como veremos, es continuado a través de la propia Nintendo Switch.

Gunpei Yokoi, el genio que hizo divertidas las calculadoras

Hablar de las Game & Watch es elogiar la figura de Gunpei Yokoi, una de las primeras leyendas de Nintendo a la altura de Shigeru Miyamoto. La trayectoria de Yokoi fue interrumpida por su pérdida en 1997, pero su legado y la deuda de los apasionados por los videojuegos tienen con él es enorme: el creativo nipón tomo parte en juegos como Metroid o Dr. Mario, así como la mítica Game Boy. Y, antes de ésta, las Game & Watch.

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Gunpei Yokoi sosteniendo una Game Boy Pocket

Se cuenta que Gunpei Yokoi obtuvo la idea de hacer consolas portátiles durante un viaje en la Shinkansen, la red ferroviaria de alta velocidad de Japón. Si bien hoy usar el transporte urbano se hace llevadero gracias a los teléfonos móviles e internet, en aquella época lo normal era refugiarse en los medios de papel. Pero, claro, a veces simplemente no hay nada que leer o tienes ganas de jugar.

La bombilla, o más bien el led, se le iluminó a Yokoi al ver cómo alguien empezó a jugar durante el viaje con su propia calculadora. Este pasajero había ingeniado una manera de entretenerse usando los botones numéricos y una sencilla pantalla de cristal líquido. ¿Y si en vez de operaciones matemáticas se usase esa misma tecnología para crear videojuegos?

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De hecho, cuando Yokoi y Satoru Okada comenzaron a crear el prototipo de lo que pasará a ser el primer modelo de maquinita LCD de Nintendo, el Game & Watch: Ball, el chip que se usó era el de una calculadora. Pero lo que se mostraba era más magia que ciencia: iluminando segmentos prefijados  en pantalla se creaban experiencias de juego muy en sintonía con las recreativas y juegos de consola de la época.

Como comentamos, las producciones de Nintendo estaban muy diversificadas. Si a esto le sumamos que la industria del videojuego doméstico no tenía un público definido (los grandes almacenes lo mismo colocaban los videojuegos en sus secciones dedicadas a la música, los electrodomésticos o los juguetes, si es que lo hacían), se hizo bien al redondear el valor de aquella máquina dándole un uso alternativo como reloj y alarma.

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El clásico Game & Watch: Octopus, ya en la serie Golden

Una serie de dispositivos de bolsillos con los que jugar y ver la hora, perfecto para los estudiantes y los jóvenes que buscan entretenerse en su tiempo libre, pero también el gran público independientemente de su edad: los Game & Watch.

Como es lógico, la tecnología usada implicaba que cada Game & Watch ofrecería un único juego, aunque había diferentes modos y versiones además de la propia funcionalidad de reloj. Siendo justos, aquello no era un problema: por entonces había multitud de consolas de sobremesa que sólo ofrecían un juego, como la propia máquina de Pong de Atari; y el precio de cada modelo lo convertía en más que un capricho: un objeto coleccionable.

Una visión, montones de modelos y diferentes formas de jugar

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Tres modelos de Game & Watch, cada uno con su propia disposición de botones

El merecido éxito comercial de la primera tanda de modelos de la serie Game & Watch hizo que Nintendo redoblase su atención a los videojuegos, y lo que es más importante: el gran objetivo de la Gran N no es que aquello se convirtiese en el juego de moda, sino la base sobre la que edificar un proyecto a largo plazo. Visto con perspectiva, la jugada le salió muy bien.

A la serie original de cuatro máquinas lanzada en 1980, que pasará a ser denominada Silver, le sucedió al año siguiente la serie Gold (con la carcasa dorada y cuatro botones) y una WideScreen con una pantalla de mayor tamaño. Por supuesto, esto se tradujo en posibilidades mucho mayores a la hora de diseñar juegos y la entrada de licencias conocidas a la ecuación.

Para 1982, y avalado por una acogida todavía mejor, Nintendo dio el siguiente salto de calidad introduciendo un sistema de dobles pantallas y, en el proceso, llevaba a sus éxitos de los salones recreativos a los bolsillos de los fans. Un diseño clásico que abría nuevas posibilidades y capas a la jugabilidad y, de manera intencionada, regresará a través de Nintendo DS y Nintendo 3DS.

Lógicamente, el éxito de las Game & Watch vino acompañado de toda clase de alternativas y sucedáneos más allá de Nintendo. Casio, Tiger Electronics y muchos más referentes de la electrónica quisieron su propio trozo de este pastel, y contar con personajes y licencias famosas era un reclamo adicional.

En cuanto a los diseños de estas primeros Game & Watch, si bien inicialmente eran relativamente similares, poco a poco Nintendo empezó a explorar nuevas maneras de sacarle partido a aquella tecnología a través de la jugabilidad. De modo que se añadieron botones adicionales a la serie Gold y, de manera eventual, se incluyó en los Multi Screen un elemento definitorio de los videojuegos domésticos: la cruceta direccional.

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Una pantalla extra, montones de nuevas posibilidades para el jugador

Y pese a que la mítica cruceta direccional aparecía o estaba ausente en los modelos de Game & Watch según lo requiriese el juego, ésta pasará a ser un elemento muy presente y distintivo en todo el legado posterior de Nintendo. Abriéndose paso incluso más allá de los sistemas de la casa de Super Mario y Link.

La llegada y el todavía mayor éxito de la Famicom (la NES japonesa) no impidió que se siguieran creando nuevos modelos y formatos todavía más experimentales durante prácticamente una década, y aunque las tiradas y variantes eran más reducidas, sus juegos y prestaciones eran todavía más ambiciosos. Así:

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  • Las series Tabletop y Panorama eran consolas de sobremesa con pantalla incorporada y licencias del calibre Mickey Mouse, Snoopy, Popeye y las estrellas de Nintendo. Aquello ofrecía una experiencia jugable que ninguna otra maquinita LCD podía ofrecer.
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  • Las series muy limitadas de SuperColor y Crystal Screen buscaban impresionar al jugador a través de sus propias pantallas. Los dos títulos de SuperColor (Spitball Sparky y Crab Grab) optaban por un diseño vertical y dibujos a color, mientras que lo tres del Crystal Screen (Super Mario Bros., Climber y Balloon Fight) permitían intercambiar los fondos.
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  • Mención muy especial a los tres juegos de la serie Micro VS, tres modelos de Game & Watch enfocados al multijugador en los que su atractivo estaba en la inclusión de dos mini-mandos conectados a la propia pantalla.

Nintendo siguió lanzando nuevos modelos y relanzando las Game & Watch más exitosas. Incluso creó versiones a medida de sus éxitos de NES, como The Legend of Zelda o una Game & Watch especial de Super Mario Bros. cuyo aspecto recordaba al diskette promocional de la Famicom Disk System. El último modelo clásico de la serie, Mario the Juggler, se pondrá a la venta en octubre de 1991.

Básicamente, porque el relevo de éstas ya había tenido lugar con el lanzamiento de la todavía más mítica Game Boy.

Del primer Game & Watch a Nintendo Switch

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Cuando en enero de 2017 se presentó al mundo la Nintendo Switch,  la Gran N dejó claro que su diseño suponían la suma combinada de todos sus sistemas anteriores. A día de hoy es más que patente que el abrumador éxito de Switch tiene grandes paralelismos con el de las míticas Game & Watch. Y eso que las crucetas solo están presentes en los modelos Switch Lite.

No solo se trata del propio concepto de dispositivo dos en uno, sino de ofrecer un sistema de entretenimiento para todos que se puede disfrutar en tu casa y continuar la partida dónde quieras. Incluso, multiplicar la división con un segundo jugador compartiendo mandos, como en los modelos Micro VS. Una idea que, inevitablemente, recuerda al modo Tabletop de Nintendo Switch.

La llegada de las consolas portátiles, liderada por la Game Boy, transformó el panorama del videojuego por completo y, en el proceso, derivó en una Nintendo que funcionaba a dos velocidades. Creando grandes proyectos y exclusividades para sobremesas, pero también sorpresas, pequeñas grandes joyas y conversiones imposibles para sus sistemas de bolsillo.

Dicho lo cual, Nintendo siempre ha tenido presentes las Game & Watch:

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  • El diseño original de Game Boy Advance actualiza y evoca descaradamente el de los primeros modelos de las series Gold y Silver.
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  • Y, siendo sinceros, resulta imposible no comparar los modelos de pantallas dobles de Nintendo DS y 3DS con aquellas míticas Multi Screen. Tanto, que la propia Nintendo lanzó modelos conmemorativos.

En lo relativo a sus propuestas de juego, lo cual merece ser tratado aparte, Nintendo siempre se ha preocupado de revitalizar y actualizar su propio legado, y el caso de Game & Watch no es la excepción: desde la propia Game Boy en adelante se han editado de manera individual, en recopilatorios y hasta remakes de los juegos estrella. La mayoría de ellos, protagonizados por Mario y sus amigos.

Por no hablar de Mr. Game & Watch, el luchador de Super Smash Bros. y sus escenarios son homenajes magistrales a las maquinitas de LCD con las que Nintendo se metió de lleno en la industria del videojuego. Eso sí, con algunos ajustes adicionales por razones que no tienen mucho que ver con la experiencia de juego.

Sería injusto decir que Nintendo no ha lanzado nuevos Game & Watch desde 1991: además de modelos conmemorativos, homenajes y hasta recompensas muy limitadas (ojo al Game & Watch: Ball reeditado en 2010 para el Club Nintendo con motivo del 30º aniversario de Game & Watch), se han creado diferentes experiencias jugables que tienden lazos con aquella época anterior a las pantallas de LEDs.

Es más, la Gran N ha relanzado dos nuevos modelos de Game & Watch con diseño clásico y hardware actualizado para conmemorar los aniversarios de Super Mario Bros. y The Legend of Zelda. Dos dispositivos con juegos clásicos de NES pre-instalados, nuevas versiones de sus éxitos en LCS y, por supuesto, funciones de reloj.

No sabemos cómo será la sucesora de Nintendo Switch ni cuando llegará, pero hay algo de lo que estamos muy seguros: la próxima consola de Nintendo continuará extendiendo el legado de las Game & Watch. Llevando las ideas de una Gran N  pionera en los videojuegos a una nueva generación de jugadores. Y es que a la base sobre la que se cimentó la primera gran revolución de Nintendo todavía le quedan pilas para rato.