El 7 de mayo se estrenó en Netflix, Jupiter’s Legacy, una de las series que son parte de un contrato de miles de millones de dólares para generar contenido original con las creaciones de Mark Millar, un guionista de cómics con un enorme universo personal. Apenas un mes después, Netflix anunciaba que Jupiter’s Legacy era cancelada. Días después Netflix anunciaba que Sombra y hueso no sólo era una de sus diez series más vistas en toda su historia sino que también era renovada para una segunda temporada. Jupiter’s Legacy apareció durante siete días, después de su estreno, como el show más visto en Netflix. Su costo fue de 200 millones de dólares. Sombra y hueso, fue número uno de los 10 programas más vistos de Netflix durante 12 días y fue visto en 55 millones de hogares en todo el mundo en su primer semana.Tanto Jupiter’s Legacy, un fracaso, como Sombra y hueso, un éxito, son dos franquicias que vienen de otros medios, dos propiedades intelectuales, algo que Netflix desesperadamente desea que sea la base de su éxito. No sólo Netflix. Toda la industria pareciera abastecerse de franquicias, de fórmulas que podrían llegar a ser exitosas. Pero este éxito y este fracaso prueban que el universo del VOD, de las plataformas que generan contenido original, esta lejos de poder hablar de fórmulas. Para hacerlo más gráfico, desde que Netflix estrenó House of Cards, su primera producción original, todavía no han pasado ni diez años. Desde que Netflix es Netflix, es decir, desde que permite que se vean solamente por streaming películas de otros estudios, han pasado casi doce años. La mayoría de los estudios del cine tienen 100 años. Esto recién comienza.
El presente. Con 200 millones de suscriptores en todo el planeta, Netflix es, sin duda, el líder en el mercado del streaming. El 29 de junio en América Latina estará disponible HBO Max, la plataforma de WarnerMedia. HBO Max el año pasado sacudió a Hollywood anunciando que sus producciones, es decir, las películas que iba a estrenar en la sala y meses después dejaría que se miren en las plataformas, ahora, con el cine encerrado y con barbijo, se verían en su plataforma y en cines al mismo tiempo. La pandemia adelantó algo que las plataformas vienen produciendo hace tiempo. Pero, como siempre, nada todavía está claro en este universo. Sí hay una fórmula que parece definirá el futuro del entretenimiento: la creación de conglomerados que permiten la generación de bibliotecas de contenidos más grandes. Es decir, que el pescado más grande se come el pescado más chico. Por ejemplo, cuando Disney decidió comprar el imperio de Fox. Hasta hace poco, la novedad era ver quién y cómo, y más importante, con qué, entraba a la guerra de las plataformas. Así se fueron sumando a la batalla por suscriptores jugadores como Apple TV, Prime Video, Hulu, y la lista sigue hasta llegar a Paramount Plus y, claro, HBO Max. Hoy el futuro parece más ceñido para ver quién queda en pie. Otro ejemplo enorme de la inestabilidad del mercado, es el ejemplo de Quibi.
La plataforma Quibi nació en Estados Unidos queriendo ser un gigante. A diferencia de la fusión que representan Disney y Fox, Quibi es un ejemplo de lo que podemos llegar a ver más seguido: un jugador del mercado que no puede con los niveles de gasto que implica generar contenidos originales si no hay respuesta del público y que termina teniendo como valor único sus contenidos, que pasarán a ser parte de la propiedad de otra plataforma a la hora de su venta. En el caso de Quibi, al menos en Estados Unidos, fue el gigante Roku. Hay otros casos que dan cuenta de la posición que una compañía grande toma frente a este nuevo escenario. Un ejemplo, es Sony. Sony decidió recientemente licenciar la mayor parte de su biblioteca a Netflix, dejando en claro que no le interesa entrar al mercado de las plataformas. Eso mismo hizo exactamente MGM al vender su biblioteca a Prime Video, el streaming de Amazon, la compañía del millonario Jeff Bezos cuyo gran problema son las acusaciones de monopolio que está generando el gigante en Estados Unidos. Otro caso para tener en cuenta, fue lo que sucedió con YouTube Originals. Su serie suceso, Cobra Kai, fue vendida a Netflix, y YouTube decidió abandonar la posibilidad de generar contenidos originales al menos a la hora de las series.
El futuro. Entonces, ¿qué dice sobre el futuro de la industria esta situación actual? Por lo pronto, todo indica que en el mediano plazo los gigantes, aquellos que puedan sostenerse en pie, serán quienes sobrevivan. Esos nombres incluyen a compañías como Netflix, como Disney, HBO Max, considerando es propiedad de WarnerMedia, y Prime Video, considerando que el imperio de Jeff Bezos no sea destartalado por el sistema judicial de Estados Unidos. La pandemia adelantó los problemas de la industria, sean los de la sala de cine o los de las otras compañías de streaming. Disney + y HBO Max se sabe que no rendirán frutos en términos económicos hasta, por lo menos, el año 2024. Después de haber generado hasta 15,000 millones de dólares en deudas anualmente, todos usados para generar contenidos originales, recién en enero de 2021, este año, Netflix pudo producir con sus propias ganancias. Antes simplemente iba de deuda en deuda. El juego del streaming es un juego a largo plazo y no todos llegan hasta el final.
El presente del streaming tiene un montón de opciones. Pero lo que se está acrecentado es el tamaño de aquellos que pueden ganar. Y eso tiene un reflejo a la hora de los contenidos. Series y películas como Jupiter’s Legacy o Sombra y hueso, o basadas en personajes de Marvel, o en El señor de los anillos, o Game of Thrones, realmente están convirtiéndose en la norma. Lo que antes generaba terror, hoy es una certeza. Hoy el cine y las series van a apostar más que nunca a los gigantes, al evento que genera suscriptores. Por ahora lo que se ve en las pantallas es lo que se cultivó antes y apenas después de la pandemia. La real pregunta es cómo será el panorama dentro de dos años.
La pelea del merchandising
La franquicia sea Marvel o sea Star Wars, se hacía Seinfeld o sea Friends, domina los contenidos. Muchas veces, hay algunas excepciones. Algún film de autor, alguna serie del autor parecía indicar lo contrario. Pero los reales números, los picos en las suscripciones, tienen que ver con los grandes eventos. Hace dos semanas, sin embargo, Netflix generó una nueva movida que puede cambiar todo. Esa movida es un Store Online, una tienda en línea, de Netflix. No sólo eso: uno de los planes para el 2021 es un festival de comedia de Netflix. La compañía está pensando en generar merchandising como líneas de ropa basadas en sus personajes y eventos en vivo conectados a series muy famosas, por ejemplo, Bridgerton, La casa de papel, The Witcher y Stranger Things. El merchandising no es una novedad, pero si es una novedad que Netflix invierta en su propio merchandising. Antes, y todavía, uno de sus objetivos era atraer al público que seguía los Oscar: de ahí la inversión en grandes autores. Ahora parece ir por otro público, por el público de Comic-Con. Es decir, ahora parece ir detrás de Disney y pelearle en su propio terreno. Claro que para lograr eso lo que necesita Netflix es generar franquicias gigantes, como Marvel o como Star Wars. De hecho, acaba de invertir millones para generar una versión de La casa de papel coreana y se está lanzando al mercado de productos directo de los podcast y de los videojuegos. Netflix va por todo.
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