Al margen de que la evidencia lo confirma, la pandemia dejó claro que existe una relación directa entre los períodos históricos de mayor incertidumbre y la lectura. Se vio en todo el mundo, durante este último año y medio: más allá del miedo y la incertidumbre, los lectores siguen buscando los libros, e incluso redoblan la apuesta.

Así, en tiempos de crisis, la lectura se revela, más que como recurso recreativo, como una necesidad. Por eso es una buena noticia que la Biblioteca Nacional Argentina (Agüero 2502, CABA) reabra sus puertas, en el marco de un ingreso escalonado en la «nueva normalidad». Será a partir del próximo lunes 6, de lunes a viernes de 10 a 16, a través de la reserva anticipada de turnos y del estricto cumplimiento del protocolo sanitario de coronavirus.

«La pandemia propuso reformular los hábitos ciudadanos y es verdad que la lectura amplía la libertad de pensamiento», reflexiona Guillermo David, director de Cultura de la Biblioteca, en diálogo con Clarín. «Como ha pasado en otros contextos históricos hostiles, como el que en este caso nos impuso la crisis sanitaria, la lectura habilita la construcción y reconstrucción del sujeto.»  

“La pandemia propuso reformular los hábitos ciudadanos y la lectura amplía la libertad de pensamiento.”

"La pandemia propuso reformular los hábitos ciudadanos y la lectura amplía la libertad de pensamiento."

Guillermo David

Director de Cultura de la Biblioteca Nacional

La Biblioteca Mariano Moreno entra así, entonces, en Fase 2, habilitando el ingreso del público general, que tendrá que pasar por un control de temperatura y limpiarse las manos con alcohol en gel antes de entrar, usar barbijo en toda la estancia y mantener una distancia de dos metros entre usuarios.      

Durante estos meses, desde marzo de 2020, los servicios bibliotecológicos no se interrumpieron, sino que estuvieron disponibles con acceso remoto, así como los programas culturales que se desplegaron a través de la web y, algunos pocos, con asistencia presencial. Pero esta reapertura alegra al personal tanto como al público que tenía el hábito de asistir al edificio de la calle Agüero al 2500, muchos de ellos estudiantes.  

«Es una alegría poder volver a brindar los servicios de la Biblioteca al público, después de un año de pandemia y un intento de reapertura en marzo, que no prosperó debido a la situación sanitaria», explica David en diálogo con este medio. «Volvemos con aforo, cita previa y protocolos de seguridad, pero de todos modos es un anhelo largamente esperado y que cumpliremos con la responsabilidad y cautela que la pandemia impone», dice.

Biblioteca Nacional. Funciona en el imponente edificio diseñado por Clorindo Testa en Agüero 2502.

Biblioteca Nacional. Funciona en el imponente edificio diseñado por Clorindo Testa en Agüero 2502.

Para asistir a las salas de Libros y de Hemeroteca, la reserva debe ser con un mínimo de 24 horas de anticipación; para las Salas de Materiales Especiales habrá que contactarse al correo electrónico de cada una de las salas; y podrá reservarse material también en forma anticipada, pero este es un servicio exclusivo para investigadores acreditados.

«Una vez solicitado el turno para el uso de las salas de lectura, se puede reservar de forma anticipada el material a consultar en el día de su visita o podrá hacerla desde el celular o notebook desde la misma sala de lectura», explican desde el área de coordinación de la Biblioteca. 

Reservas de turnos

Reserva de turnos Para asistir a las salas de Libros y de Hemeroteca, se reserva turno con 24 hs. de anticipación como mínimo, en este LINK

Para asistir a las Salas de Materiales Especiales contactarse al correo electrónico de cada una de las salas, en este otro LINK

Reserva anticipada de material (servicio disponible solo para investigadores acreditados).

Para más información, ingresar al sitio web de la Biblioteca.​

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