Si pensabas que el mercado de terror salido de novelas fantásticas dirigidas al público joven adulto estaba saturado, piénsalo dos veces. ‘Cuentos al caer la noche‘, la nueva película de Netflix dirigida por David Yarovesky, responsable de ‘El hijo‘, adapta la novela de J.A. White, ‘Historias de noche’ y llega producida por Sam Raimi dispuesta a poner los pelos de punta a los más pequeños.
Érase una vez
Aunque aún falta un mes y medio para la llegada de Halloween, Netflix ha decidido adelantarse a la programación especial. ‘Cuentos al caer la noche’ sigue la historia de Alex, un niño aficionado a escribir historias de terror y que es capturado por una malvada bruja en su apartamento neoyorquino. Buen plan para la noche de los difuntos que se adelanta unas cuantas semanas.
Para evitar ser asesinado, Alex aprovechará su obsesión por las historias de miedo con la promesa de escribirle una nueva historia cada día. Durante su cautiverio, se encontrará con la joven Yasmin, que vive como sirviente de la bruja. Los dos niños combinarán sus habilidades en un intento de escapar de la mansión de la bruja antes de perder la vida.
La nueva película de Netflix es una adaptación de la novela infantil de J.A. White, aunque con Sam Raimi, el creador de la saga ‘Evil Dead’ y director de la primera trilogía de ‘Spider-Man‘, en la producción, está claro que algo de miedo adulto también se verá en la película. De hecho hay un claro homenaje a ‘Posesión infernal’ y sus cámaras veloces a través de los bosques. Pero es que ya solo el cuarto de nuestro protagonista es un museo. Carpenter, Craven, Chaney, Candyman… la habitación de tu futuro hijo.
A pesar de unos cuantos buenísimos aciertos, estos Nightbooks son algo monótonos y rutinarios. La nueva película del director de Brightburn tiene muy buenas ideas, pero su ejecución, demasiado flúor, y que vaya siempre en punto muerto, lucen algo perezosos si la comparamos con películas tan redondas como ‘La casa del reloj en la pared‘.
Los protagonistas más jóvenes están en su sitio, Winslow Fegley vuelve a brillar como en ‘Desastre y total‘ y la historia de la bruja tiene mucha miga, pero no basta con llegar a un desenlace estupendo que descubre una mitología alucinante si todo lo demás es tirando a aburrido.
Krysten Ritter está muy desaprovechada, sin apenas tiempo para brillar, pero al menos la historia mantiene el interés gracias a ese subtexto sobre la creación de contenidos. Al final, los escritores van a terminar siendo los bufones que entretenían a los reyes hace siglos. O tal vez eso mismo es lo que pasa ahora con las plataformas, absorbiendo la energía creativa de los creadores de historias, obligándolos a tener una historia nueva cada día.