Desde el lunes 20 a las 22 horas se conocerá la nueva ficción de Polka con el título de La 1-5/18 – Somos uno, por ElTrece, escrita por Lily Ann Martin, Jessica Valls y Marcelo Nacci. Tiene un elenco multitudinario donde se conocerán nuevos rostros y está encabezada por Gonzalo Heredia, Agustina Cherri, Esteban Lamothe, Lali González, Luciano Cáceres, Romina Gaetani y Leticia Brédice, entre muchos otros. En esta nota los tres galanes anticipan sus personajes y parte de la historia.
—¿Cómo son sus protagonistas y cómo los construyeron en este tiempo?
HEREDIA: Mi personaje se llama Bruno y no es del barrio. Se fue con su madre al sur, ya desde el primer capítulo se sabe que está escapando de algo y llega con la excusa de ver a su padre (Patricio Contreras). Siempre busco lo que tienen en común conmigo. No soy de mutar física o en el habla, prefiero contarlo emocionalmente.
CACERES: Seré Sebastián, un médico, con una clínica y muy buen pasar. Mi unión con la villa es porque las pasantías las hice en la sala de La Peñaloza y al ver las necesidades vuelvo a fundar allí una sala de emergencia. Si hay un tiroteo o un parto en la villa, como médico acompaño. Conformo la tercera pareja que se disputa el amor.
LAMOTHE: Interpreto al Padre Lorenzo. Es un cura villero en una telenovela por lo cual había que humanizarlo. Hablé mucho Adrián Suar, Diego Carabelli (ambos productores) y con los directores (Alejandro Ibáñez y Jorge Nisco). Fui a la Villa 31 en Retiro y conocí al Padre Agustín, quien me hizo recorrerla junto a él. Ahí entendí qué lugar ocupa la iglesia y un sacerdote en una villa, donde no entra ni la policía. La iglesia es una institución, pero ver a los sacerdotes trabajando te devuelve la fe.
—¿Aparecerán la droga y los narcotraficantes?
L: Mi personaje es uno de los que combate este flagelo, los saca a los chicos de los tachos de basura. Así como me sorprendieron los lugares muy hermosos en la villa también hay gente muy pasada, desprotegida y abandonada por el sistema. Eso no lo ves en ninguna calle de Buenos Aires. El espanto y el dolor que palpé nunca antes los había visto en mis 44 años de vida.
C: No está puesto el foco en este tema del narcotráfico. La mayoría es gente que trabaja. No se busca hacer un documental de la villa, sino mostrar una ficción. Uno de los rasgos más interesantes de esta tira es que este mundo está mostrado desde la mirada de las mujeres, son ellas las que se paran frente a los problemas.
H: No creo que el arte deba ser una bajada de línea, iluminar zonas oscuras de una persona o una sociedad. En el caso de La Uno-5/18 intenta poner sobre la mesa situaciones, como la mafia y trata de personas. Se muestra algo que sucede.
—Empezaron a filmar en abril: ¿cómo fue?
C: El regreso de Polka significó una alegría desde los técnicos hasta los actores. Nos testeamos todos los días. Hubo algunos casos de coronavirus por eso tenemos cinco meses grabados, ya que si había alguien contagiado se suspendían las escenas. Hay mucha responsabilidad, porque es el trabajo de todos. Se vive con alegría y excelente predisposición. Trabajar lo sentimos como un privilegio.
L: Fue muy emocionante y con sentimientos encontrados. Por un lado el miedo, el terror y el pánico de poder contagiar a tu familia. En cada jornada nos hisopaban y festejábamos el poder volver a trabajar, fue un día a día. La grabación tiene mucha épica, la estamos haciendo con amor y responsabilidad. En mi caso, me volví a conectar y valorar el hacer una telenovela. Cuando me llamaron para hacer este protagónico, lo sentí un desafío y una bendición. Es un sentimiento único, nunca antes lo viví. Siento que es la mejor novela que hice. Hay un plantel de actores nuevos, que van a sorprender. Es una camada donde también hay de otras nacionalidades, como Nicolás García y Lali González de Paraguay y Shiley Briceño de Perú.
H: Estábamos con muy poca producción nacional y con la pandemia cayó en coma. Es muy importante que Polka vuelve a hacer ficción. Se graba diariamente y tuvimos todos que aprender esta nueva normativa, con sus protocolos. Hace ya cinco meses que estamos trabajando y recién ahora podemos salir al aire. Recuerdo que éramos tres en una escena, pero una actriz que estaba en el marco de una puerta tuvo coronavirus y hubo que mostrarle la grabación a una infectóloga, quien analizó la distancia y decidió que no éramos contacto estrecho. Se trabaja con esta rigurosidad.
—El canal no está pasando por un buen momento en cuanto al rating. Se enfrentarán a una ficción turca (Doctor Milagro) y a un reality (Bake Off Argentina – El gran pastelero). ¿Qué piensan?
C: Siento que es un mercado que perdimos. Es muy caro hacer ficción y las plataformas ganaron mucho. No hace tanto en el 2019 participé de Argentina – Tierra de amor y venganza y fue una novela muy exitosa. Hoy apostamos a que eso mismo ocurra. Antes teníamos muchas producciones nacionales desde el mediodía hasta la noche y eso se perdió. Creo que tiene que ver con la realidad del país. Aquí hay una gran apuesta: ojalá el público acompañe. Los realities que funcionan son porque tienen una buena historia detrás, más allá del talento. En La Uno hay mucho humor y acción, con temáticas para toda la familia. Deseo que la gente nos acompañe, ya que el rating es fundamental para los canales de aire.
H: Celebro estar trabajando en este contexto, ser parte de una de las primeras ficciones nacionales. El tema del rating y los números nos son ajenos. Hay gente que mueve programas y contenidos. En una época había reality y ahora volvieron. Siempre existieron las ficciones nacionales y el público nos acompañó. Siento que a los argentinos les gusta que le cuenten historias. También palpé la alegría de los técnicos. Cuando sentís que el público masculino sigue una historia es un buen dato. Nos pasó con Argentina – Tierra de amor y venganza.
L: Con respecto a las ficciones extranjeras: deberían estar en las plataformas, me parece que los canales de aire deberían emitir a la noche sólo tiras nacionales. Los realities se ve que funcionan porque la gente quiere verlos. Me llamaron de algunos, como el de Tinelli y siempre dije que no. Ésta es una carta importante del canal. Siento que es un desafío ya que somos conscientes que es un partido que se viene perdiendo. Sabemos que venimos a remontarla y soy parte del equipo. Todos estamos haciendo un esfuerzo muy grande. Tengo esperanza que le vaya bien y llegar a fin de año.
“Nada nunca es lo que aparenta ser”
Desde el jueves, Luciano Cáceres y Gonzalo Heredia van desde las grabaciones al escenario. Finalmente pudieron estrenar Desnudos de Doris Dörrie, revisionada por Esther Feldman y Alejandro Maci, con dirección de este último y reposición de Juan Branca. El elenco se completa con Luciano Castro, Mercedes Scápola, Brenda Gandini y Sabrina Rojas. Hacen función de jueves a domingos en el Metropolitan Sure.
Recuerda Cáceres: “Nos había ido muy bien en Mar del Plata y ahora esperamos al público de aquí. Es una comedia dramática, con humor aparecen la observación y la crítica a los personajes. Ponen al desnudo sus almas y lo que esconden. Muestra la hipocresía de cualquier sociedad”.
Continúa Heredia: “Estrenamos en diciembre del 2019 en Mar del Plata. Hicimos una muy buena temporada e íbamos a iniciar una gira por las provincias y se pensaba llegar a Uruguay. En marzo del 2020 todo se frenó. Empezamos a posponer fechas hasta que nos pasó el año encima. Son tres parejas que se juntan para una cena y se ven sus realidades. Es atemporal, muestra cómo somos y cómo nos vemos. El título hace alusión a un juego de si podés reconocer a tu pareja al tacto, muestran así sus miserias y nos interpelan. Todos se van a poder identificar con alguno de los personajes. Nada nunca es lo que aparenta ser”.
Subraya Cáceres: “Estoy feliz. Trabajar es hoy un privilegio. Nos habíamos quedado con ganas de estrenar”.
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