Un vendaval de emociones y recuerdos estalla en pantalla. Entre escombros, explosiones y una tormenta de armazones de hierro, Cloud y Sefirot hacen saltar mil chispas al hacer colisionar sus enormes espadas. El inevitable duelo de destinos de Final Fantasy VII se manifiesta en toda su gloria y toma nueva forma. Con cada gran impacto, las dos siluetas destrozan lo que queda del caótico paisaje. Ninguna está dispuesta a retroceder un solo palmo: su determinación por someter al adversario es total. Sin embargo, esta versión del ángel de una sola ala no es la misma a la que nos enfrentamos en PlayStation.
Las apoteósicas batallas del renovado clasicazo de culto de Squaresoft y los conflictos interiores de sus protagonistas redoblan su fuerza original en un Remake tan alucinante como ambicioso. Una actualización integral de una obra maestra que constantemente busca ir más allá de aquella experiencia que se vivió en la sobremesa de 32 bits de Sony a base de sumar matices, expandir contenidos, introducir sorpresas y despertar nuevas y mayores emociones. Que se disfruta de maravilla con ratón y teclado y que, por cierto, llega a PC con un poderoso reclamo añadido: el Episodio de Yuffie y todo el contenido del Episode INTERmission.
Lógicamente, todo lo anterior nos lleva a un punto de partida obligado: las comparaciones de Final Fantasy VII Remake Intergrade de PC con todo lo lanzado anteriormente son absolutamente inevitables. De partida, con el FF7 original, ya que durante más de dos décadas ha sido la única versión disponible en escritorios. Squaresoft lo llevó a Windows en 1998 al año de salir en PlayStation, una jugada maestra que hoy se repite en la Epic Game Store. Pero, lógicamente, también toca medirlo con el Remake lanzado en 2020 para PS4 y -de manera más directa- su posterior versión ampliada y mejorada para PS5.
Partiendo de esos cimientos, y tal y como se adivina por su nombre, Final Fantasy VII Remake Intergrade nace y toma como base total la versión de Final Fantasy VII Remake para consolas de nueva generación, lo cual implica un salto de calidad técnica y visual frente a todo lo anterior, además de una generosa adición de contenidos a través del Episode INTERmission. Una conversión hecha a medida a PC, sí, pero como veremos con varios matices a considerar. Dicho lo cual, lo esencial siempre prevalece y se impone a todo lo demás: la esencia del clásico de culto queda intacta. Y eso no es precisamente poco.
Porque Final Fantasy VII Remake Intergrade deja claro desde sus compases iniciales que es mucho más que una simple puesta al día visual del JRPG que fascinó al mundo entero: busca transmitir de manera genuina la enorme ambición original del juego Squaresoft exprimiendo las posibilidades de los sistemas actuales; así como la enorme carga emotiva de sus acontecimientos, los conflictos internos de sus protagonistas y sus alucinantes combates a través de un mayor despliegue narrativo y una revisión total del apartado jugable.
¿El resultado? Final Fantasy VII Remake Intergrade asombra y engancha de principio a fin. Retiene la excelencia original y logra que, a base de fuertes emociones y muchísima más acción, empaticemos con unos personajes que ganan nuevos matices y más presencia en los acontecimientos al ser comparados con aquellos que conocimos hace 25 años. Que acierta al aportar novedades en cada uno de sus apartados y sorpresas en el transcurso de la historia y, en última instancia, consigue que poner Midgar patas arriba sea una aventura apasionante. Un comienzo brutal para un proyecto todavía más ambicioso.
Un mercenario dispuesto a aceptar cualquier encargo… Si la paga es buena
Una potente explosión ilumina Midgar. Los residentes de la bulliciosa metrópolis industrial contemplan impactados el brutal estallido de uno de los reactores de energía Mako y es para temerse lo peor: se trata de una de las enormes instalaciones con las que la megacorporación Shinra extrae la energía del Planeta. Aquello es muy, muy peligroso.
El origen de la explosión no se debe a un accidente o un fallo producido en las instalaciones, sino a una bomba. O, más bien, a un ataque terrorista ejecutado por un grupo anti-Shinra que responde al nombre de Avalancha. Y este golpe es solo el principio de una serie de atentados ya planificados.
Barret, el impulsivo y fácilmente irascible líder de la célula extremista que acaba de hacer volar por los aires el reactor de Mako, tiene previsto destruir el resto de las instalaciones del gigante industrial Shinra. Ahora bien, sus actos obedecen a un propósito mayor: debido al práctico monopolio de la electricidad de la megacorporación y a su enorme poder militar, ésta se ha logrado hacer con el dominio del mundo entero a costa de la lenta agonía del planeta a consecuencia de las guerras y la extracción de su energía vital.
Lo curioso de esto es que la mejor arma de Barret no son los explosivos o su férrea determinación por acabar con la megacorporación, sino la enorme espada del más reciente integrante de su grupo: a sus compañeros de Avalancha se les acaba de sumar un antiguo militar de Shinra reconvertido a mercenario. Un ex-Soldado de 1.ª clase que responde al nombre de Cloud.
A diferencia de Barret y el resto de integrantes de Avalancha, a Cloud no parece importarle demasiado que Shinra extraiga la energía vital del planeta. Para él, la destrucción de cada reactor de Mako es un encargo muy bien remunerado; aunque hay que reconocer que el hecho de que su amiga de la infancia Tifa esté implicada en la causa ha sido determinante para involucrarse y, lo más delicado del asunto, soportar el malhumorado carácter de Barret.
Sin embargo, lo que en teoría debería ser un encargo temerario y no tan sencillo acabará trayendo de vuelta un temible fantasma del pasado: Sefirot, el legendario Soldado de Shinra, reaparece tras haber sido dado por muerto. Un enemigo muy poderoso cuya larga y afilada espada parece estar destinada a cruzarse con la de Cloud.
Y en mitad de este conflicto a punto de estallar, una cándida florista. La misma noche de la explosión del reactor de Mako, Aerith Gainsborough se tropezó con Cloud. Un encuentro que tampoco parece fruto de la casualidad, sino del destino: la joven ya se encontraba en el radar de la propia Shinra debido a que parece poseer un muy extraño tipo de conexión con el propio planeta y su fuerza espiritual.
Final Fantasy VII Remake: una puesta al día que desborda ambición y sorpresas
Final Fantasy VII Remake Intergrade arranca desde la misma trama argumental del clásico de culto de 1997, aunque durante el proceso aprovecha para expandirla y enriquecerla. Se esfuerza en darle nuevas dimensiones. A veces, a través de cinemáticas cuyos acabados compiten con cualquier superproducción animada de animación digital, y otras dándole más carácter a los personajes protagonistas, así como más contexto y peso a todos los acontecimientos originales. Tanto los principales como los secundarios.
Encontrando siempre un momento para reforzar el contenido ya conocido a través de nuevas escenas, diálogos reescritos y hasta rasgos más perfilados de los protagonistas o aspectos concretos que, a lo largo de estas últimas décadas, más o menos se podían intuir en el FF7 de Squaresoft, aunque hasta ahora nunca se habían mostrado plenamente integradas en la trama del juego original.
Hay sonadas desviaciones con respecto a la historia conocida, desde luego. Pero también sorpresas y nuevos momentos creados expresamente para fascinar a quienes adoran al clásico y desean sumergirse de nuevo en el mismo universo del juego. Cambios que, quizás, puedan gustar más o menos, pero que actualizan la enorme ambición original de una de las mayores superproducciones de la historia de los videojuegos.
Ahora bien, puestos a comparar, Final Fantasy VII Remake Intergrade no aborda todos los acontecimientos del clásico de Squaresoft, sino que se trata de un primer episodio centrado en los acontecimientos de Midgar, lo cual es el equivalente a la primera parte del juego original. Curiosamente, la actual Square Enix ni ha puesto fecha a la segunda parte ni tampoco ha querido especificar el número de episodios en los que se dividirá la historia original.
Dicho así podría parecer un drástico recorte de contenidos que -de manera directa- podría condicionar la duración del propio juego pero, como comentamos, la manera en la que se ha abordado el remake es mucho más grande y ambiciosa; ofreciendo unas 40 horas horas de juego (sin contar con su rejugabilidad) más unas siete horas extra si le sumamos los contenidos del Episode INTERmission y nos tomamos nuestro tiempo en curiosear con Yuffie. Como referencia, y según la web How Long Takes to Beat, el FF7 original de PlayStation (y PC) ofrece aproximadamente unas 50 horas de juego si no vamos a tiro fijo.
¿Cómo es posible ofrecer tantas horas siendo solo una parte del juego original? Ahí es dónde reside una de las genialidades del juego: como comentamos, el verdadero punto fuerte de Final Fantasy VII Remake Intergrade no es la mejor visual, que es brutal, sino cómo se dedica a enriquecer la historia y sus personajes. A darle más tiempo y voz a secundarios, introducir elementos y situaciones que encajan muy bien en el conjunto y trasmiten más emoción al jugador y, en el proceso, perfilan mucho mejor a los protagonistas principales y las relaciones entre éstos.
En ningún momento se da la impresión de que se ha estirado de manera artificial la duración, aunque se nos invitará a perdernos e investigar en los escenarios de manera constante. A curiosear por las barriadas y los diferentes puntos de interés de los distintos sectores de Midgard. A exprimir al máximo todo lo que el juego puede ofrecernos, que no es precisamente poco. Y, claro, que los combates sean más dinámicos y haya varios minijuegos también acaba jugando en favor del conjunto.
A partir de aquí toca hacer una apreciación: Final Fantasy VII Remake ofrece varias configuraciones de juego, lo cual incluye un sistema clásico o una opción que rebaja el nivel de desafío para que podamos centrarnos en abordar la historia. Dicho esto, su original aproximación a los combates descarta parcialmente el sistema de turnos y se basa en duelos directos con fuertes elementos de acción en los que controlaremos a un personaje cada vez, permitiendo detener la acción para ejecutar habilidades, magias, usar objetos o realizar impresionantes invocaciones.
Lógicamente, el estilo clásico en el que los personajes se quedan esperando su momento es sustituido por un verdadero espectáculo en pantalla en el que, además, todos los personajes protagonistas pueden lucirse todavía más en el desarrollo de los acontecimientos y los pequeños tramos que dividen cada capítulo: todos los protagonistas controlables cuentan con sus propios estilos de juego, sus tipos de armas y habilidades únicas aportan una mayor variedad al jugador. Algo que suma nuevas capas de posibilidades a base de añadir magias y mejoras.
El resultado es bastante acertado, desde luego. Una reformulación original de la experiencia de juego que busca un equilibrio entre lo más reconocible de las entregas clásicas de Final Fantasy y las actuales; en las que la gestión de habilidades y del equipo acaban teniendo el mismo peso que la destreza a los controles, pero también da suficiente margen al jugador para que alterne o decida con cual de los dos enfoques encarar a los enemigos menores o a los grandes jefazos de turno hasta encontrar su propio equilibrio jugable entre una planificación efectiva y un sistema de ataques con el que se sienta cómodo repartiendo estopa.
Un estilo de juego que funcionaba de maravilla en consolas y que, por cierto, se disfruta de manera única en PC al usar ratón y teclado en los combates.
La revisión definitiva del clásico de Square Enix se acomoda al PC
Sobre el papel, y ya entrando en lo que ofrece la versión de PC de Final Fantasy VII Remake, se trata de la mejor de todas. Es puro músculo visual y un estupendo embajador de lo que puede ofrecer Unreal Engine. A nivel de contenidos está totalmente a la par de Final Fantasy VII Remake Intergrade para PS5, tanto en lo que se refiere a las novedades de FF7R Episode INTERmission como en la introducción de un modo foto; pasando por una mejora en calidad visual y de rendimiento frente al Remake de PS4 (si nuestro equipo cumple con los requisitos del juego) que lo posiciona como un juegazo redondo en contenido y presentación.
En la práctica, y siendo completamente justos, Square Enix ha perdido la oportunidad de lucirse a lo grande. De acomodar una de sus mayores superproducciones a lo que esperan encontrar los jugadores de PC más exigentes y tiquismiquis en lo técnico. De llevar la misma ambición que ya se ha desplegado en consolas a esos poseedores de equipos de ratón y teclado que desean ver sufrir sus tarjetas gráficas al exprimir sus capacidades al máximo. A lo que hay que sumar que, al menos en nuestro caso y sin querer generalizar, que el framerate se nos ha llegado a desplomar en los momentos más intensos.
No es que la experiencia de juego en PC de Final Fantasy VII Remake esté por debajo de las expectativas generadas, para nada, sino que además, trasteando entre las opciones, nos topamos con que carece de características y funciones muy concretas que se han convertido en denominadores comunes entre las adaptaciones más esperadas de juegos para PC, como puede ser el ofrecer la posibilidad de jugar sin bloqueo de framerate y resolución, añadir herramientas de benchmark (como ocurre con la versión de PC de Final Fantasy XV) o incluso dar soporte para varios tipos de monitores con un aspect ratio preparado para la pantallas extra-anchas.
Características que, por poner ejemplos más concretos, sí ofrecen juegos como Red Dead Redemption 2, ofrecerá God of War y hasta suponen un potente aliciente a la hora de rejugar desde cero Days Gone. Y no nos vamos a engañar: la compañía de Tokyo no solo tiene una soberbia trayectoria en PC con éxitazos recientes, sino que está poniendo un empeño especial en acomodar toda la saga Final Fantasy a los sistemas de escritorio.
Eso no quiere decir que Square Enix se haya limitado a mover los contenidos y todo lo ya visto en PS5 a la Epic Game Store. En absoluto. Ni tampoco desmerece lo que ya es la adaptación definitiva de Final Fantasy VII Remake Intergrade: la manera de adaptar los controles y el sistema de combate al ratón y el teclado es soberbia. Y pese a que sí existe un límite de fotogramas, a diferencia de la consola de nueva generación de Sony no tendremos que elegir entre jugar en modo calidad o rendimiento: podremos disfrutar de alucinantes partidas en resolución 4K y a unos flamantes 120 FPS.
Una gozada que sobre todo se nota en combates caóticos y frenéticos que ganan dinamismo cuando navegamos entre los diferentes menús usando la rueda de nuestro ratón. Y pese a que tardaremos muy poquito en acostumbrarnos a los nuevos controles, no está de más tener en cuenta que si se nos resiste cualquier jefazo no podremos echarle la culpa al reparto de teclas: además de poder acomodar los controles también podremos usar cualquier mando tradicional al vuelo.
Con lo anterior por delante, y si vienes de la versión de PS4, simplemente vas a alucinar: además del salto de resolución (siempre en caso de que tu monitor se acomode) se han añadido mejoras a las texturas, la iluminación y hasta los efectos más sutiles han recibido un notable empujón que fortalecen el trabajo y el empeño puesto en reimaginar los espectaculares escenarios y su ambientación y, además, se ha integrado un modo foto con montones de efectos con los que da gusto perderse.
Como curiosidad, si activamos el modo foto de Final Fantasy VII Remake Intergrade en PC solo podremos ajustar la cámara y los ajustes con el teclado y no con el ratón. Una pena, desde luego, si partimos de los espectaculares acabados del juego; pero también un ejemplo de que -pese a que la implementación de este modo es de agradecer- se podían haber implementado más opciones, efectos, ajustes y libertad de movimiento a la cámara. Porque tanto la estética del juego como la ambientación se prestan a llenar carpetas enteras con imágenes de nuestras partidas.
Si bien, como comentamos, nos hemos topado con desplomes en el rendimiento, por lo general Final Fantasy VII Remake Intergrade luce y se mueve de manera espectacular en PC. Al menos, en los equipos mejor preparados en los que lo hemos puesto a prueba. Es muy de agradecer que Square Enix haya lanzado casi, casi por sorpresa esta conversión que retiene toda la esencia y lo más celebrado de su contrapunto de PS5, y pese a ser una versión mejor, eso no cabe duda, también se dejado pasar la oportunidad de crear esa adaptación de PC capaz de hacer temblar las tarjetas gráficas de los jugones más exigentes.
Que no se me malinterprete: Final Fantasy VII Remake Intergrade es un juegazo como la copa de un pino. Sobresaliente desde lo argumental hasta lo jugable. Lo he disfrutado al máximo en PCs. Pero tampoco nos vamos a mentir, esta conversión a medida podía -y debía- haber recibido un trato acorde a cómo son llevados los grandes bombazos a los equipos de escritorio. Sobre todo, tratándose del juego que es: Final Fantasy VII es la entrega más emblemática de una saga de culto, y el embajador definitivo del JRPG en occidente.
FF7R Episode INTERmission: Yuffie entra en escena rebosante de energía
Sobran los motivos para jugar a Final Fantasy VII Remake en PC, tanto si jugaste al original de Squaresoft como si vienes de cualquier otra entrega de la saga; pero también existe un reclamo muy especial que no pasará inadvertido para todos aquellos que ya exprimieron al máximo el Remake en PS4 y todavía no han dado el salto generacional de sobremesas: la versión de Epic Games Stores también incluye FF7R Episode INTERmission, popularmente conocido como el Episodio de Yuffie.
La ausencia de la pizpireta Yuffie Kisaragi en el Remake de FF7 de PlayStation de 2020 no afecta realmente al desarrollo de la historia. Es más, si nos vamos al juego original de PlayStation, la ninja es uno de los dos personajes ocultos de Final Fantasy VII junto a Vincent Valentine. El segundo personaje oculto, por cierto, ni aparece ni se le espera.
Ahora bien, pese a lo anterior, la adición de Yuffie es todo un incentivo. Lo suficiente como para liderar la tanda de novedades y contenidos creados para Final Fantasy VII Remake Intergrade en PS5. De hecho, y según Square Enix, el nuevo episodio protagonizado por Yuffie no está disponible en PS4 porque estaba optimizado para la nueva consola de Sony y, como ya es posible ver, también para PC. Pero, ¿qué ofrece?
Yuffie es muchas cosas a la vez: una joven rebosante de energía, una hábil cazadora de materia y una excepcional ninja que domina con maestría el shuriken. Y en Final Fantasy VII Remake Intergrade también es, además de todo lo anterior, una agente especial del nuevo gobierno de Wutai que se ha infiltrado en Midgard con el propósito de hacerse a toda costa con la materia suprema del edificio de Shinra.
Si bien, en Final Fantasy VII Remake cada personaje tiene un trasfondo mayor y más rico, así como una identidad propia en los combates; Yuffie no podía ser menos: además de ofrecer dos capítulos nuevos de aproximadamente siete horas de historia se aporta un nuevo y divertidísimo estilo de combate que combina la destreza, la agilidad del ninjutsu e incluso una habilidad de cambiar de elemento en sus ataques al instante.
Sin embargo, lo más llamativo del estilo de combate de Yuffie es su manera de sincronizarse con Sonon Kusakabe, un nuevo protagonista creado expresamente para la ocasión, lo cual da pie a nuevos y espectaculares ataques combinados que le dan mucha más espectacularidad y dinamismo a las batallas.
De hecho, el Episode INTERmission tiene muchas peculiaridades que lo hacen único y perfectamente disfrutable, incluso sin tener que pasar por el juego principal:
- De partida, podremos acceder de primeras o cuando queramos al nuevo episodio desde el propio menú inicial del juego. No tendremos ni que completar la historia principal ni realizar ningún trámite previo para empezar a jugar como Yuffie, aunque es muy recomendable hacer los tutoriales con Cloud.
- Además, Yuffie comienza su propia aventura partiendo del nivel 25 de personaje y con prácticamente todas su habilidades adquiridas. Square Enix elimina el tedioso ritual de empezar desde un nivel bajo si ya le hemos dedicado buenas horas a Cloud y compañía.
- Por supuesto, se ha aprovechado para aportar novedades interesantes, incluyendo dos nueva materias y un sistema de combates coordinados. Ahora bien, a diferencia de Final Fantasy VII Remake, en el Episode INTERmission solo controlaremos a Yuffie en combate, aunque podremos dar instrucciones y personalizar a Sonon.
A lo anterior, que no es poco, hay que sumar dos minijuegos. Por un lado, en la barriada de Midgar podremos volver a jugar a Fuerte Cóndor, una nueva versión del juego táctico de tablero que vimos en el FF7 original. De reglas sencillas, desde luego pero diseñado con la ambición de un juego completo y que, entre partida y partida, nos permitirá obtener materia mientras vemos como se dispara el contador de horas de juego. Además, una vez hayamos entrado al edificio de Shinra en el segundo capítulo tendremos un nuevo desafío de romper cajas perfecto para obtener recompensas.
Si bien, Episode INTERmission se trata de dos capítulos adicionales que añaden una aventura nueva, el regreso de la intrépida ninja de Wutai deja muy buen sabor de boca al jugador. No se siente como un aperitivo de lo que está por venir ni tampoco como una extensión forzada e insustancial, sino que ofrece una historia paralela que redondea el valor y la ambición de un Remake espectacular.
En buena parte debido a la carismática Yuffie y su novedoso y resultón estilo de combate. Pero también porque, pese a tratarse de una historia paralela, complementa y expande con maestría esta espectacular reimaginación del clásico de Squaresoft que conquistó y sigue conquistando a generaciones enteras de apasionados por los RPGs.
La opinión de VidaExtra
Final Fantasy VII Remake Intergrade es la revisión definitiva de un clásico que rubricó una profunda huella en la historia de los videojuegos. Una aventura de paso obligado para todos los apasionados por los JRPGs y un reencuentro de ensueño de personajes que por separado poseen un calado muy especial y juntos vuelven a protagonizan una historia cuyo impacto continúa resonando con fuerza un cuarto de siglo después de su estreno en PlayStation. Palabras mayores.
¿Un regreso del mejor Final Fantasy? Definitivamente, Final Fantasy VII Remake cristaliza con maestría la esencia de los clásicos con el espectáculo y la ambición desmedida de las entregas más actuales. Quizás, muy probablemente, el FF7 original no sea tu entrega favorita pero, con sus más y sus menos, el clásico de Squaresoft es uno de los videojuegos más incluyentes de la historia; y su Remake recoge el testigo con orgullo y eleva su contenido a los estándares de las superproducciones actuales.
Es más, Square Enix no se limita a hacer una simple puesta al día del juego de 1997, sino que se atreve a insuflar nueva fuerza y más emoción; renovando de manera genuina la alucinante ambición original para que su ya de por sí incalculable calado resuene con energías renovadas entre los que quedaron fascinados con el original y quede definitivamente perpetuado en las generaciones venideras de jugadores.
Una alternativa que no eclipsa al clásico, pero le sabe dar más carga emotiva en todos sus apartados. A través de sus cinemáticas y sus combates; desde luego, pero también se atreve a darle más tiempo y peso a los acontecimientos clave. Otorga mucho más protagonismo y desarrollo a sus personajes, y es plenamente consciente de sus comparaciones con el original en sus compases finales. Lo cual, por otro lado, tiene un efecto colateral inevitable: el modo y la ambición con la que se ha abordado esta nueva versión de Final Fantasy VII imposibilita que llegase a través de un único juego. O al menos, en una sola entrega y sin recurrir a un modelo episódico.
La versión de PC de Final Fantasy VII Remake Intergrade es alucinante. Su historia, que ya desbordaba ambición y llena el ojo desde sus compases iniciales en PS5, supera lo ya visto intercalando el espectáculo de sus gloriosas batallas a 120 FPS sin renunciar o hacer concesiones a una resolución en 4K. Está claro que Square Enix podía y debía haber ofrecido una versión que colmase las expectativas de los más exigentes, se mantuviese más estable durante las partidas, eliminase cualquier bloqueo de frames y resolución y, ya puestos, implementase características exclusivas; pero -siendo justos- lo que de verdad te acaba dejando huella son sus personajes y su ambiciosas temáticas y acontecimientos.
Logrando que Final Fantasy VII Remake Intergrade sea toda una experiencia que traspasa la pantalla a base de alternar secuencias de epicidad pura y batallas espectaculares con momentos de reflexión y todo un abanico de personajes que, a veces, contrastan un aire de severidad y cierta melancolía con momentos de candidez; encontrando espacio para el humor sencillo y la diversión casual incluso cuando el destino del propio planeta está en juego. Ofreciendo en una misma historia todas las posibles formas que ofrece el entretenimiento, y siendo tan vanguardista y transgresor como lo fue Squaresoft en su día.
Final Fantasy VII Remake Intergrade es la primera parte del renacer de un clásico de culto, pero también un juego completo por derecho propio. Un JRPG espectacular que encuentra en PC su nuevo medio natural. El lugar en el que despliega con mayor fuerza su genuina grandeza y, por cierto, la única alternativa -hasta la fecha- para poder reencontrarse con Yuffie en una intensa y original aventura totalmente hecha a medida de la intrépida ninja de Wutai. Y pese a que el episodio de Yuffie es una historia que no puede medirse con los acontecimientos principales del remake, a su modo desborda la misma ambición de las mayores superproducciones de Square Enix y redondea la grandeza de un nuevo imprescindible.
FINAL FANTASY VII REMAKE INTERGRADE
Final Fantasy VII Remake Intergrade
Plataformas | PC (versión analizada). También disponible en PS5 |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Square Enix |
Compañía | Square Enix |
Lanzamiento | 16 de diciembre de 2021 |
Lo mejor
- La actualización definitiva del RPG de culto brilla con nueva luz en PC
- Si te enamoraste del clásico, prepárate para nuevas sorpresas y todavía más emoción
- FF7R EPISODE INTERmission es un grato añadido a un Remake que ya desbordaba ambición
Lo peor
- Pese a que cuenta con una duración equivalente a la de un RPG completo y ofrece rejugabilidad, la llegada de la siguiente parte del Remake parece que va para largo
- Hay un salto de calidad técnica frente a consolas, pero se echan en falta características y ajustes propios de las grandes adaptaciones a PC