Separarnos de una persona y volver a intentarlo puede tener sus beneficios. Pero también podemos cometer errores comunes que nos involucran en un círculo vicioso. Por eso, te contamos cómo afecta personalmente esta decisión.
Cuando uno comienza una relación no piensa en la posibilidad que terminar con esa persona. Sin embargo, con el paso del tiempo puden existir rupturas. Ante esta decisión, hay opiniones que apoyan el seguir caminos separados ya que las segundas partes no son buenas. Otros apuestan en volverlo a intentar para fortalecer el vínculo. Sin embargo, el volver puede convertirse en un bucle capaz de producir un gran desgaste.
¿Por qué repetimos el ciclo de cortar y volver con una pareja?
Lo primero que debemos entender es que las relaciones no son estáticas. Son vínculos que se van transformando con el tiempo. El enamoramiento inicial pasa y es necesario que la pareja avance a un romance más comprometido y teniendo tolerancia con el otro.
Sin embargo, esto no siempre sucede y ese amor no evoluciona con el tiempo. Cuando comenzamos a ver errores en el otro, nos asustamos y muchos desean huir de ese compromiso. Luego, en algunos casos, se piensa nuevamente en la decisión tomada y se arrepienten de la ruptura. El extrañar la compañia del otro hace que se desee volver a los brazos de esa persona.
El problema surge cuando no comprendemos que existen diferencias con el otro que siempre estarán presentes. La relación cambia con el tiempo y es algo natural. Si no entendemos eso, no tenemos un plan de acción que nos ayude a lograr que esta vez todo sea diferente. Solo actuamos por impulsos que nos hace ir y volver de manera crónica.
¿Cómo nos afecta cortar y volver muchas veces?
Repetir esta conducta es más dañino de lo que pensamos. Estamos en un constante estado de alerta y ansiedad que hace que nuestro organismo pase por elevados niveles de estrés, lo que afecta en nuestra salud.
Además, estar todo el tiempo en estado de peligro hace que perdamos la capacidad de procesar información y comenzamos a actuar por impulso. Lo que hace que ataquemos al otro para defendernos o directamente nos hace huir.
No debemos olvidar que cortar y volver con la pareja es un patrón que suele repetirse y se convierte en algo crónico. Por lo que el sufrimiento y el desgaste emocional se prolonga por más tiempo. Al no poder ponerle fin a la relación, no se logra alcanzar un punto en la que esta contribuya a su equilibrio y bienestar.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com