Con los datos en la mano, no queda ningún lugar a la duda. Nintendo está demostrando una robustez tremenda gracias a las enormes cifras de ventas en Nintendo Switch, tanto en hardware como en software. Sin embargo, la compañía japonesa tampoco es ajena a lo que sucede más allá de sus oficinas.

Tras las compras de Activision Blizzard y Bungie, el presidente Shuntaro Furukawa ha aclarado en la llamada con los inversores que la política de la compañía en cuanto a inversiones no va a cambiar, tal y como desvela Bloomberg. La Gran N apostó en noviembre por invertir 100.000 millones de yenes para fortalecer el desarrollo de videojuegos propios.

A pesar de todo, el propio Furukawa explica que no están en contra de realizar adquisiciones si fuesen necesarias. Eso sí, ha desarrollado su postura de esta forma:

«Nuestra marca se basó en productos elaborados con dedicación por nuestros empleados, y tener un gran número de personas que no poseen el ADN de Nintendo en nuestro grupo no sería una ventaja para la empresa»

Por otra parte, el responsable ha vuelto a incidir en que Nintendo Switch se mantiene justo en la mitad de su ciclo de vida. Recordemos que la consola híbrida vio la luz el 3 de marzo de 2017, por lo que estamos a apenas un mes de que se cumpla el quinto aniversario. Aún le queda mucho que decir al sistema, tal y como indica Furukawa:

«Switch está justo en la mitad de su ciclo de vida y el impulso de este año es bueno. Está lista para romper un patrón de nuestras consolas anteriores que vieron cómo se debilitaba el impulso en su sexto año en el mercado para seguir creciendo».

Los síntomas de debilidad que presenta Nintendo Switch radican en un problema que está afectando a todas las plataformas, no solo de videojuegos. La falta de componentes provoca escasez de PS5, Xbox Series y recortes en la previsión de ventas futuras.