Uno de los grandes clásicos del cine, Cantando bajo la lluvia, cumple 70 años. Y la viuda de uno de sus protagonistas, el inolvidable Gene Kelly, aprovecha el aniversario para contar curiosidades del “detrás de escena” de la filmación.
Patricia Ward Kelly se ocupa, además, de desmentir algunos mitos alrededor del filme y sus intérpretes, Debbie Reynolds y Donald O’Connor, además de su marido.
Estrenada en las salas estadounidenses el 11 de abril de 1952, Cantando bajo la lluvia ya forma parte de la historia grande del cine, con una canción que suena en el inconciente colectivo de varias generaciones.
Habla la viuda de Gene Kelly
Según Ward, el éxito y la trascendencia del filme incorporado a la cultura popular, no dejaban de sorprender a los propios protagonistas, todos con categoría de “estrella de Hollywood” y ya fallecidos. Kelly en 1996, O’Connor en 2003 y Reynolds en 2016.
“Gene siempre decía que nunca se imaginaron que la gente recordaría tanto la película muchos años después”, explica. En realidad Kelly pensaba que la película que quedaría en la historia era Un americano en París que arrasó con los Oscar en 1951. Cantando bajo la lluvia, que Kelly también había codirigido, no ganó ninguno pero se transformó en un clásico.
Cantando bajo la lluvia, protagonizada por Gene Kelly, Debbie Reynolds y Donald O’Connor, cumple 70 años
Después de diez años de matrimonio, luego de la muerte de su esposo, quien le llevaba 47 años de diferencia, Ward se dedicó a deshacer algunas creencias que rondan el filme hace décadas. “Mi trabajo es desmontar mitos”, asegura.
1-La lluvia no se filmó con gotas de leche
Uno de los mitos asegura que la lluvia que caía sobre Kelly en el número musical principal del filme, justamente cuando está “cantando bajo la lluvia”, no era agua sino leche. Según cuenta la leyenda, la preocupación era que las gotas de lluvia no se vieran en la cámara, por lo que agregaron leche a la mezcla para darle al agua el brillo adecuado.
Esa versión es totalmente absurda, según asegura Ward que atribuye a la dirección de fotografía y la iluminación fenomenales de la época” el impacto de la impecable escena en la que las gotas de lluvia estallan como cristales.
“Gene siempre decía que era muy difícil iluminar la lluvia a contraluz, y por eso tuvieron que hacer varias tomas porque podían ver algunos de los equipos reflejados en los vidrios de la ventana frente a donde se rodaba”, detalla la viuda.
“Cantando bajo la lluvia”, un hito del cine musical, se estrenó el 11 de abril de 1952.
2-La coreografía no era complicada
En la misma escena, los pasos de baile de Kelly, salpicando sobre los charcos, fueron fruto de una aparentemente complicada coreografía que permitió que se viera como algo simple y etéreo.
“Gene quería que otros sintieran que podían imitar los pasos. Lo hizo accesible y lo que lo hace tan atemporal es que la gente piensa que puede salir bajo la lluvia y hacerlo”.
3-Nadie bailó hasta sangrar
“Cantando bajo la lluvia”, la película no ganó ningún Oscar pero se convirtió en un clásico.
Una de las anécdotas que también circula alrededor de la película tiene que ver con que la protagonista femenina, Debbie Reynolds, no tenía ninguna experiencia con el baile cuando fue contratada por la productora MGM. Al parecer, eso sorprendió y también molestó a Gene Kelly que no estaba de acuerdo con la elección de la actriz.
Fue entonces cuando el actor, bailarín y coreógrafo diseñó un régimen de entrenamiento intenso para Reynolds que soportó una enorme presión física y mental. “Me sangraban los pies de tanto bailar y manchaba el piso”, contó la actriz en una entrevista de 2013. “Y cuando se lo comentaba, Gene me contestaba: ‘¡Límpialo!’.
La viuda de Kelly, sin embargo, desmiente esa versión de la actriz. “La mayor parte de lo que Debbie dijo al respecto fue inventado”, dice. “Gene dijo que nunca vio sangre en el piso”. Ward también cuestiona los recuerdos de Reynolds diciendo que muchas veces los médicos tuvieron que atenderla por las lesiones en los pies.
“Si revisas las notas de producción, sabés exactamente cuándo entró y salió y cuándo almorzó. Y si se llama a los médicos para el set, siempre se anota. Eso nunca pasó”, cuenta. Y agrega que su esposo no tuvo inconveniente en enseñarle a bailar a Reynolds, porque opinaba que daba muy bien para el papel de ingenua que necesitaba la historia.
4-Gene Kelly no quedó exhausto
Gene Kelly en”Un americano en Paris”. Foto: AFP.
A diferencia de Reynolds, Donald O’Connor sí tenía experiencia de baile a la altura de Kelly. A pesar de la destreza de ambos, las jornadas de filmación eran agotadoras pero ninguno lo quería admitir.
Según recordó O’Connor más tarde, un día, después de diez tomas, Kelly hizo un alto y se fue al camarín. Al rato, él llamó a la puerta y encontró a Kelly durmiendo. “Estaba cansado pero no quería decírmelo”. Según la viuda de Kelly, O’Connor exageró con la anécdota.
Un punto de inflexión
Así como la historia de Cantando bajo la lluvia unió la era del cine mudo con los inicios de la etapa sonora de Hollywood, la película en sí misma se presenta como el punto de inflexión donde la edad de oro de las películas musicales dio paso a un período más complicado para el género. E incluso algunos hablan de ese momento, a pesar de ser la cúspide, como un principio del fin de la carrera de Kelly.
El mismo actor reconoce que estaban ocurriendo cambios importantes en la industria cinematográfica y en la cultura popular en general. “Eran los comienzos de la televisión, estaban Elvis Presley, The Beatles. Gene era consciente de que todo se estaba transformando”, dice su esposa.
Olivia Newton-John en “Xanadu”,con coreografía de Gene Kelly.
El regreso en Xanadu con Olivia Newton-John
Fue entonces cuando Kelly eligió ponerse detrás de cámaras y en 1969 dirigió el éxito de Barbra Streisand, Hello Dolly! mientras, como actor, se alejó del musical y probó haciendo personajes dramáticos. “Quería hacer otros papeles, pero quedó encasillado como el chico del teatro musical”.
Veintiocho años después de Cantando bajo la lluvia, Kelly hizo su última aparición en una película musical, en Xanadu de 1980, junto a Olivia Newton-John. Pero no fue una experiencia feliz. “Decía que era la única vez que nadie sabía lo que hacía, no había guión y era delirante para él ver a la gente perder el tiempo y el dinero”, asegura Ward sobre esa película.
Sin embargo, gracias a Xanadu, nuevas generaciones conocieron el talento de Gene Kelly.”Tengo que darle crédito por eso. Y Gene adoraba a Olivia. La coreografió para que ella se viera genial, y lo logró”.
Una experiencia fallida con Madonna
En los último años del actor hubo otra experiencia que tampoco no funcionó, esta vez con una estrella como Madonna. La reina del pop fue quien convocó a Kelly para coreografiar algunos números para su gira Girlie Show, en 1993.
Una escena del espectáculo “The Girlie Show” de Madonna. Foto: AP
“Estaba muy emocionado de hacerlo”, recuerda su viuda. “Tengo las notas y pequeños bocetos de los números. Estaba muy feliz de trabajar con los bailarines”.
Pero la dupla no funcionó. Madonna y Gene Kelly no se llevaron bien, la colaboración entre los artistas fue breve y tensa y finalmente no terminó de concretarse. “No creo que ella quisiera un colaborador”, recuerda Ward, “realmente no quería lo que Gene podría ofrecerle. Lo dejó ir”.
MFB