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La típica buddy movie, ésa en la que dos personajes que son antagónicos terminan a la fuerza y por necesidad, en una relación de amistad/compañerismo/ayuda mutua o lo que sea, El hombre de Toronto (Netflix) cumple en su afán de entretener, con una historia y una manera de estar filmada algo -algo bastante- retro.

También, es un filme que se sostiene más por las interpretaciones que por su trama o sus líneas de diálogo.

Teddy Jackson (Kevin Hart, muy prolífico por el catálogo de Netflix -tiene unos stand ups muy divertidos, dicho sea de paso-) es un tipo del montón, al que nada le sale bien, excepto que mantiene el amor de su esposa. Sube videos online de inventos o clases de gimnasia (trabaja en un gimnasio), que tienen 7 visitas y tres comentarios. Es un desastre y, encima, lo echan del trabajo.


Woody Harrelson y Kevin Hart, dos gotas de aceite. Fotos Netflix

Con tanta mala suerte que cuando al fin planea una escapada para festejar el cumpleaños de su mujer, tiene poco toner en su impresora (se ve que el whatsapp lo usa solo para hablar con ella) y, como no se ve bien la dirección de la cabaña que alquila, se adelanta para sorprender a Lori (Jasmine Mathews, de La guerra del mañana), y va a parar a una donde estaban esperando al Hombre de Toronto.

Confusión

Que, claro, no solamente no es él, sino que es un asesino a sueldo, un tipo tan temible como que lo contratan para sacar información a gente a partir de la tortura. Y algunas víctimas, con solo escucharle lo que él les dice que les va a hacer con sus cuchillos, largan todo con tal de que no los toque.


Kevin Hart no es el Hombre de Toronto del título (lo confunden con él), pero es el protagonista.

Que el Hombre de Toronto sea interpretado por Woody Harrelson, a casi 30 años de Asesinos por naturaleza, no sabemos si es un guiño, pero el actor de Los juegos del hambre y Venom: Carnage liberado lo hace con gestos mínimos, pocas palabras y una sequedad que contrasta con la ampulosidad de Hart.

Comedia de confusiones, una tras otra, ni vale la pena narrar qué es lo que deben hacer juntos Teddy y el Hombre de Toronto. Poco importa. Hart es el protagonista y el australiano Patrick Hughes (director de Los indestructibles 3, y de Duro de cuidar y su secuela, con Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson) sabe que con que imponga ritmo en las escenas de pelea y deje la cámara fija cuando le toque hacer comedia al actor de las nuevas de Jumanji y Paternidad, alzcanza.


El hombre común y el asesino parco, o Kevin Hart y Woody Harrelson.

Harrelson, rapado, suplantó a otro pelado, Jason Statham, en esta superproducción que le costó 75 millones de dólares a Sony -la plata mucho no se ve, salvo algunas explosiones de automóviles; estará en las cuentas bancarias de Hart y Harrelson- y que estrena directamente por streaming Netflix.

Kaley Cuoco (Penny en The Big Bang Theory y protagonista de The Flight Attendant) pasa como si fuese un rayo en el elenco (ya había trabajado con Hart en Alquiler de padrinos, o The Wedding Ringer), casi lo mismo que una reaparecida Ellen Barkin.

“El hombre de Toronto”

Buena

Comedia/Acción. EE.UU., 2022. Título original: “The Man from Toronto”. 110′, SAM 13. De: Patrick Hughes. Con: Kevin Hart, Woody Harrelson, Jasmine Mathews, Kaley Cuoco. Disponible en: Netflix.

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