Silvia Peyrou cuenta con una gran carrera tanto en televisión como en cine y teatro pero en los últimos años estuvo un tanto alejada de los medios. Y hoy, por primera vez, la exvedette relató el motivo de su alejamiento: le detectaron cáncer de mama.
Fue en un diálogo exclusivo con Daniel Gómez Rinaldi, Nico Peralta y Romina Carballo en el programa Detrás de escena (AM 540), donde Silvia habló como nunca de su lucha contra el cáncer y de su presente, que la trajo de nuevo al ruedo.
“Me llegó la propuesta de hacer Cómo evitar enamorarse de un boludo y no pude decir que no. La obra es de Marcelo Puglia y se da en varios países adaptado a la versión local. Me llamó el productor Claudio Cabré, con quien ya había trabajado en Convivencia obligada en el Regina y me encantó volver a hacer teatro. Vengo de un año bastante complicado por un tema de salud y necesitaba volver a conectarme con la actriz y la alegría”, comenzó diciendo.
Fue entonces cuando los integrantes del programa quisieron saber a qué se refería, y Peyrou sostuvo: “Hoy estoy bien y por eso recién me animo a contarlo por primera vez. Venía de hacer temporada con Germán Kraus en Las Grutas, me hice los chequeos generales y me apareció cáncer de mama. Me operé en plena pandemia y fue todo muy guardado porque no quería que se sepa. No me podía mostrar de esa manera tan expuesta con un tema tan sensible y triste. Seguí trabajando por zoom en la pandemia y a la par hacía el tratamiento para curarme”.
“Hice quimioterapia y se me cayó un poco el pelo… Lo cuento porque sé el amor que me tienen Dani y Nico y además está bueno dejar el mensaje de que se puede salir. El humor me salvó muchísimo a mí. Se me cayó el cabello y Diego Impagliazzo me hizo una peluca exactamente igual a mi pelo, bien pelirroja. Nadie se dio cuenta y mi actitud de estar todo el tiempo trabajando, me ayudó. A la par hacía el tratamiento, que no es fácil pero se hace más llevadero cuando uno tiene ganas y fuerza para salir”, reconoció la actriz.
Respecto a cómo lo detectó, declaró: “Saltó con los chequeos generales. Me hice los estudios en Buenos Aires hacia fines de año y me fui a Las Grutas para arrancar la temporada con Kraus en 2020. En enero estuvieron los resultados y ahí me llamó mi médica pero decirme que tenía que hacerme una biopsia. Se me vino al mundo abajo porque estaba sin mi familia en Las Grutas; entonces me vine a Buenos Aires a tratarme el 2 de marzo y sentí que por algo me había tocado. ‘Debe ser que tengo que parar un cambio y ver qué pasa. Cuidarme y pensar un poco más en mí’, pensé. El 4 de marzo del 2020 me hice la biopsia y seguí los pasos que me indicó el médico. Con mi actitud y mi fuerza pude salir”.
“Hice biodecodificación con mi amiga Sandra Villarruel, que hablamos siempre y me llevó a practicar una terapia que me hizo muy bien. Fue un flash, lloré, descargué y por supuesto que hice terapia tradicional, además de muchas otras terapias alternativas para poder estar bien. Gracias a Dios que mi hijo Santino (27) estuvo a mi lado y es un ángel que me sostiene”, contó al respecto.
Luego, se detuvo en lo difícil que fue tratarse en plena pandemia del coronavirus. “Lamentablemente, cuando me sucedió era plena pandemia así que me operé en ese contexto, cuando estaba todo cerrado y el mundo estaba aislado. Me atendí en La Providencia por la obra social de Actores y me operó la doctora Norese. Ahora sigo con el tratamiento, con una mediación oral y cada tres meses me hago los chequeos”, detalló.
“Fue muy duro y lloré mucho. Cuando te aparece esa palabra, no sabés para dónde disparar. Pensás: ´Uy, ¿ahora qué hago?´ No tenía síntomas, me hago siempre los chequeos y por suerte lo detectaron a tiempo. Fue todo en el pecho derecho y me pudieron operar perfecto. No se había ramificado y estaba ahí encapsulado”, expresó ante la pregunta de como se sintió cuando le dijeron que tenía cáncer.
Asimismo, valoró la actitud de su compañero de teatro de ese entonces, Germán Kraus. “El lo supo desde el comienzo, se lo compartí y me dijo: ´Tranquila que vos sos una leona, tenés fuerza y no va a pasar nada´. Fue un gran sostén pero para mí era tremendo: tenía la cabeza explotada por la enfermedad y tenía que subir al escenario a hacer reír a la gente. El humor, el trabajo y estar positivos es fundamental. La cabeza funciona muy rápido con estas enfermedades. Si te ponés depre, restás y es peor. Tuve una molestia en un momento, se me bajaron las defensas y me tuvieron que internar 20 días. La pasé mal en ese momento porque fue en plena pandemia y mi hijo solito podía estar al lado mío en la internación. Ahí sí pensé feo, se me puso duro y sentí miedo. Pero Santino me dio mucha fuerza y pude salir”, resaltó.
Silvia Peyrou: «Aprendí a valorar lo que realmente importa»
Cuando le preguntaron que había aprendido de esta situación, ella, sincera, respondió: “A valorar lo que realmente importa y a priorizar la salud. Le doy valor a cosas que antes no y estoy en contacto con gente positiva. Pienso en positivo, aprendí a generarme proyectos, a estar creativa y a estar con la cabeza ocupada en cosas hermosas. A ser más solidaria también. Trabajo ad honorem en la Casa del Teatro y en una fundación de cáncer, a la que doné mucha medicación. Entendí que tenemos que ayudarnos entre todos y el humor y el trabajo ayudan un montón. A mí me cambió la vida y fue un antes y un después”.
“¿Tu gran sostén fue tu hijo Santino o tenés una pareja también?”, le consultó Gómez Rinaldi. Y, como si eso fuera poco, la sex symbol de los 80′ agregó un capítulo más dramático aún dentro de su doloroso cuadro: “No, no, pareja no. Mi familia, mi madre y mis hermanos me sostuvieron. Mi mamá, Mabel, fue imprescindible y lamentablemente hace dos meses partió también por la misma situación. Ella dijo: ´¿Por qué a Silvia y no a mí?´ y las paradojas de la vida hicieron que luego ella se enfermara también por cáncer de mama. Tuvo el mismo cáncer que yo, pero ella en la mama izquierda, se le complicó mucho y estuvimos juntas transitando la lucha de cada una. Mi vieja se apegó mucho a mí y hasta ensayaba conmigo la obra que estoy haciendo ahora. Me hacía el personaje del boludo, que lo hace Fernando Dabove en el teatro, y mamá me daba los pies para los ensayos. Estaba por cumplir 87 años y ayer fui a llevarle flores al cementerio de Flores”.
A modo de reflexión, Peyrou deslizó: “Creo que mamá se enfermó porque se angustió mucho por lo mío y además la gente grande no se hace los chequeos como debería. Mamá era súper activa, vital y cuando se lo detectaron, estuvo haciendo el tratamiento, la operaron y salió bien pero después, desde octubre del año pasado hasta la fecha, fue empeorando. La internaron y la pasamos mal pero por respeto a mi familia, no quiero dar muchos detalles. Me duele mucho, era muy pegada a mi vieja y la extraño con todo mi corazón”.
En tanto a cómo sigue el tratamiento, Silvia subrayó: “Con una pastilla vía oral durante diez años y cada tanto tengo que hacerme chequeos generales, centellogramas, tomografías computadas y análisis de sangre. Gracias a Dios estoy tan activa y contenta que eso me hizo y me hace bien”.
Actualmente, Silvia Peyrou se presenta los domingos a las 20 en el teatro Picadilly con Cómo evitar enamorarse de un boludo. Sobre eso, contó: “Estoy en el living de mi casa contando un montón de situaciones de todos los boludos que pasaron por mi vida y no sabés la catarsis que hago. Es maravilloso y la gente se muere de risa. Hago dos cambios de ropa en escena y el personaje de los boludos que me hace Fernando Dabove son geniales”.
Y concluyó: “También estoy dando talleres de teatro y por empezar un programa de televisión; pero no puedo adelantar nada. Solo decir que es para la noche y va a tener mucho show y entrevistas. Además, doy talleres de teatro para adultos en Boca Cultura, que es el departamento cultural del club Boca Juniors. Arranqué por zoom en estos dos años y, además, produje la obra San Martín El Padre que la llevamos a colegios de barrios vulnerables, con la ayuda de Boca Cultura».
F.E.D.V
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