jennifer-grey,-la-actriz-de-dirty-dancing,-luce-irreconocible-en-su-nuevo-papel

La película Dirty Dancing es considerada un clásico de los años ’80 y una de las más exitosas de todos los tiempos. Ambientada en 1963, cuenta la historia de la adolescente Frances “Baby” Houseman (interpretada por Jennifer Grey), quien tiene una aventura durante un tórrido verano con el instructor de baile Johnny Castle, a quien da vida Patrick Swayze.

Dirty Dancing recaudó más de US$214 millones en todo el mundo y también fue ganadora de un Oscar a la mejor canción (I’ve Had) The Time of My Life. El público se enamoró de los personajes, la música y las icónicas rutinas de baile, incluido el famoso “levantamiento”.

Pero ahora la actriz de 62 años se ha vuelto rubia para su último personaje.




Jennifer Grey, en “Dirty Dancing”, con su nariz original que lucía en los años ’80.

Grey les ha dado a sus fanáticos un adelanto de su nuevo papel en Instagram, en el que interpretará a la líder de culto Gwen Shamblin, la autora estadounidense, fundadora del programa de dieta cristiana ‘The Weigh Down Workshop’ y de la iglesia ‘Remnant Fellowship’, que falleciera trágicamente el año pasado en un accidente de aviación.

La actriz de Dirty Dancing personalizó a la gurú de la dieta cristiana y su puso una larga peluca rubia, peinada al estilo característico de Gwen.




Jennifer Grey les ha dado a sus fanáticos de Instagram un adelanto de su nuevo papel en el que interpretará a la líder de culto Gwen Shamblin. Luce irreconocible con cabello rubio y su nariz operada.

Jennifer, quien es conocida por lucir mechones rizados morenos más cortos, se ve completamente diferente en la peluca, mientras hacía un puchero serio para la cámara.




Jennifer Grey recreará la vida de Gwen Shamblin, fallecida trágicamente el año pasado.

La estrella tomó Instagram con la fotografía y escribió: “Llámame Gwen”, mientras se burlaba del nombre de su nueva película, “Starving for Salvation”.

Sus fanáticos inundaron rápidamente la sección de comentarios de su cuenta de IG para hablar sobre la increíble transformación y compartir su entusiasmo por la película.




La auténtica Gwen Shamblin, que falleciera en un accidente de aviación el 29 de mayo de 2021, en Tennessee.

Entre ellos estaba el actor Michael J. Fox, quien escribió: “Está bien, tienes toda mi atención”, mientras que la estrella de NCIS, Sasha Alexander, dijo: “AH-MA-azing”.

Dirty Dancing, un ícono del cine​

El éxito de Dirty Dancing lanzó al estrellato a Patrick Swayze, quien murió de cáncer en 2009 a la edad de 57 años.




GRey y Swayze fueron una pareja icónica del cine de los años 80.

Pero no tuvo la misma suerte su partenaire, Jennifer Grey, quien en unos pocos años desapareció de la escena pública por lo que ella consideró un gran error en su carrera.

Las memorias de Jennifer Grey y su operación de nariz

Este 2022, Jennifer Grey publicó sus memorias, en las que cuenta las razones que hicieron que su carrera cinematográfica no prosperaran: una operación de nariz que la dejó irreconocible para el gran público y que hizo que los grandes estudios de cine dejaran de ofrecerle papeles.

En el libro Out Of The Corner (Fuera de la esquina, que hace alusión a una de las frases más memorables de la película), Grey -quien tiene ahora 62 años- cuenta cómo al inicio de su carrera, mientras luchaba por obtener papeles, su madre, la también actriz Jo Wilder, le sugirió que la falta de trabajo podía tener algo que ver con su nariz “judía”.




Una gran pareja. Patrick Swayze y Jennifer Grey, en “Dirty Dancing”.

“A esa altura, tenía casi 30 años y había pasado gran parte de mi vida adulta tratando de amarme y aceptarme tal como era”, cuenta en el libro la actriz. “Así que pasar por el quirófano lo sentía como peligrosamente cerca de admitir la derrota”.

Sin embargo, tras el enorme éxito de Dirty Dancing decidió dar el paso y le habló con un reconocido cirujano plástico. Le pidió que la operara, que solamente “afinara” su nariz, pero le dejara la característica “protuberancia” que tenía en el tabique. El procedimiento fue un éxito y Grey empezó a conseguir más papeles y a ganar más dinero.

Lo que vio un director




La famosa escena del levantamiento en “Dirty Dancing”, con Jennifer Grey y Patrick Swayze.

En 1992, mientras filmaba Wind, el director de fotografía de la película notó que un trozo de cartílago sobresalía de la punta de su nariz.

La actriz habló con su cirujano y quedaron en arreglarlo. La idea era simplemente que no se viera ese trozo de cartílago, pero el resultado de esa segunda operación le cambiaría la vida.

Cuando pudo quitarse las vendas, Grey se asustó con lo que le mostraba el espejo. “No podía entender lo que estaba viendo. Sabía que algo malo había sucedido“.




Más levantamientos: una escena clave de “Dirty Dancing”, con Jennifer Grey y Patrick Swayze.

Esa segunda operación cambió tanto su apariencia, que el gran público ya no la reconocía. “Parecía que había cometido un crimen imperdonable: despojarme deliberadamente de lo único que me hacía especial”, cuenta Grey, quien era consciente de que su nariz original también era una conexión física con su identidad judía.

En una entrevista con la periodista Katie Couric el pasado mayo de 2022, Grey reflexionó sobre lo que había sucedido.

Según contó, las familias de sus padres eran judíos originarios de Europa del Este y al llegar a EE.UU. se cambiaron el apellido. Y para los judíos que trabajaban en el mundo del espectáculo (su padre es el actor Joel Grey, ganador del Oscar por Cabaret), cambiarse la nariz “era algo normal y se consideraba algo inteligente”.

“Mi madre sabía cómo funcionaba el mundo del espectáculo y ella pensaba que me resultaría más fácil obtener papeles, porque no había muchos papeles para chicas que tuvieran mi aspecto y fueran judías. No había muchas oportunidades y ella quería que yo tuviera más. Quería que yo tuviera la carrera que ella no tuvo”.




Jennifer Grey luego de la intervención quirúrgica para corregir su tabique nasal.

Los cambios estéticos

“No sé qué hizo, pero cambió la proporción de mi rostro (…) tenía un aspecto diferente de una manera que no tenía sentido”, relató Jennifer Grey en la entrevista con Katie Couric.

“Fue el momento más duro, solitario y confuso de mi vida. Fue muy devastador. Y ser tan incomprendida en todo el mundo durante décadas… La falta de generosidad y humanidad me hirió tanto”.

Según Grey, tras la operación “no podía encontrar trabajo” ni subsistir. “Decidí tirar la toalla. Nunca más le pedí a nadie que me diera su aprobación o que les gustara”.

La vida después de Dirty Dancing




Dirty Dancing. un clásico de los años ’80.

A partir de ese momento, tuvo que descubrir quién era “sin ese personaje, sin Dirty Dancing”. “Y en esa soledad toqué fondo. Y entendí quién era y cuánto valía de una manera que nadie podía volver a quitármelo”.

La actriz -quien ahora trabaja en la producción de una secuela de Dirty Dancing– pasó años tratando de entender por qué el público le dio la espalda tras su cambio de aspecto.

“En algún momento pensé que quizás sentían que [el personaje] Baby era ellos y se sentían muy identificados con ella, porque hay muy pocas películas en las que la protagonista se parezca a ellos, o no sea perfecta o sea más humana… y les dolió que (con la operación) estuviera diciendo algo sobre ellos, que no eran lo suficiente”.

“Pasé demasiados años pensando en esto y no encontrando una respuesta. Sólo me di cuenta de que nadie me iba a rescatar (…) Fue un drama y me di cuenta de que era una persona muy fuerte”, relató Grey.

“Todas las cosas duras que me han pasado, me han pasado para mí y me han cambiado y no querría ser otra persona (…) Ahora soy más feliz que nunca y me siento muy agradecida de haber sobrevivido. Y no pienso en mí o en mi nariz. Pienso en lo que he contribuido en esta vida, como madre, como amiga,…”.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here