russell-crowe-no-logra-un-juego-perfecto

El actor también se dirige en este filme sobre amigos que juegan más que dinero en una mesa de póker. Con Liam Hemsworth y RZA.

Quizá haya demasiadas cosas en la segunda película del actor de Gladiador como director. Tras Camino a Estambul (o The Water Divine, 2014), Russell Crowe vuelve a dirigirse a sí mismo.

Porque ¿qué hay en Juego perfecto (Cara de póker es el titulo original, bastante más sutil y enigmático, también)? Suspenso, drama, algo medio telenovelesco, traiciones varias, intentos de robos, de envenenamientos y siguen los rubros.

Hay un prólogo en el que cinco chicos, presumiblemente por fines de los ’70, ya están obsesionados con el juego de póker. Están al aire libre, cerca de un acantilado, y cuando llega otro muchacho, la cosa se desmadra, por esas cosas del juego.




Crowe, en su segunda película como director, tras “Camino a Estambul” (2015). Fotos: BF Paris

Salto en el tiempo. Jack Foley (Crowe) hoy es un extra mega multimillonario, con cara de preocupación. No es que no sabe si comprar o no bonos argentinos, sino que hay algo, no lo revelaremos, aunque se sabe muy pronto, suficiente como para que el actor de Una mente brillante tenga una expresión compungida.

Es un magnate tecnológico, y tras un encuentro con un gurú o shaman (el australiano Jack Thompson, a los 82 años, algo irreconocible), que le da algo que será im-por-tan-tí-si-mo a Jack, el protagonista está listo. Para hacer lo que tenga que hacer.




Los amigos, encerrados, miran cómo los ladrones entran a la mansión.

La cosa es que Jack llama, después de mucho tiempo sin ver a varios de ellos, a los amigos del comienzo, los del prólogo. Quiere hacer una reunión, con bastante secretismo. A nadie le fue mal: Alex (Aden Young) es un escritor famoso, Paul (Steve Bastoni) es un político en el poder, Drew (el también músico RZA), un empresario. Bueno, la oveja negra del grupo es Mikey (Liam Hemsworth), al que las cosas no le han salido bien.

Mansión sofisticada

Reunidos en la mansión de Jack en las afueras de Sydney, Australia, el anfitrión les hace una propuesta: pueden quedarse con el auto en el que llegaron (se los regala, cada uno valuado en un millón de dólares), o perderse el obsequio, pero pasara a jugar con US$ 5 millones en una ronda de Texas Hold ‘Em, un aversión del juego de póker.




Liam Hemsworth es Michael. ¿Pero cómo puede ser amigo de la misma generación de Crowe, si tiene 26 años menos?

Antes de que piensen en El menú, reciente estreno en el que el chef que interpreta Ralph Fiennes invita a 12 comensales a comer a una isla desierta, y uno se huele a que algo está cocinando entre manos, Juego perfecto se olvida del adjetivo de su título en castellano y muestra las cartas casi de inmediato.

En el elenco también está Elsa Pataky, cuñada de Liam y esposa de Chris Hemsworth, en un breve papel y, si se quedan a ver los créditos finales (9 minutos en una película que dura 94), escucharán una de las cuatro canciones que Russell Crowe escribió para su filme.




El neozelandés ganador de un Oscar escribió, dirigió, protagonizó y escribió canciones para el filme.

Porque tenga o no cara de póker, la película es toda de Crowe: dirige, escribe, actúa y compone canciones.

Lo antedicho: tal vez son varias las cosas que maneja el neozelandés.

Una reflexión final. ¿Liam Hemsworth no tiene 26 años menos que Russell Crowe? ¿Cómo puede hacer de su amigo de la infancia, y que nos hagan creer que son de la misma generación?

“Juego perfecto”

Regular

Suspenso/Acción. EE.UU./Australia, 2022. Título original: “Poker Face”. 94′, SAM 13. De: Russell Crowe. Con: Russell Crowe, Liam Hemsworth, RZA, Steve Bastoni, Elsa Pataky, Paul Tassone, Salas: Hoyts Abasto, Cinépolis Recoleta, Showcase Belgrano.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here