La mítica sala abrió su temporada con “Boris Godunov”, una decisión tomada hace tres años. El elenco es casi todo ruso.
La sala lírica más célebre de Italia, el Teatro La Scala, inicia su temporada con la ópera rusa Boris Godunov, lo que ha causado protestas ucranianas por un evento cultural que significa una victoria propagandística para el Kremlin con el telón de fondo de la invasión rusa de Ucrania.
La premier Giorgia Meloni asistió a la tradicional gala de inicio de la temporada junto con el presidente Sergio Mattarella y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Los críticos ucranianos de que se ponga en escena esta ópera, se oponen a celebrar la cultura rusa cuando el presidente Vladimir Putin libra una guerra arraigada en la negación de la cultura propia ucraniana.
Una carta de protesta del cónsul ucraniano en Milán y un petitorio de la diáspora ucraniana no lograron convencer al teatro de que desistiera de presentar Boris Godunov. Funcionarios de La Scala dijeron que el director principal Riccardo Chailly escogió la ópera para iniciar la temporada 2022-2023 hace tres años, por sugerencia del bajo ruso Ildar Abdrazakov.
Elenco casi totalmente ruso
Abdrazakov canta el papel titular al frente de un elenco casi totalmente ruso en su sexta actuación en el estreno de temporada del teatro.
Funcionarios de La Scala han dicho que era demasiado tarde para sustituir una producción programada hace tanto tiempo. Destacaron que la ópera del compositor ruso Modest Petrovich Mussorgsky, basada en una obra de Alexander Pushkin, muestra el enorme precio que pagó un zar ruso por pretender el poder absoluto.
“Al hacer Boris Godunov no hacemos propaganda para Putin… Esta es una gran obra maestra de la historia del arte”, dijo el director artístico de La Scala, Dominique Meyer, en conferencia de prensa reciente. “Debemos ver la diferencia entre la situación política y Rusia”.
Nada de esto convenció a los organizadores de las protestas.
“No sé por qué los italianos tienden a pensar que la cultura rusa no tienen nada que ver con el gobierno o el pueblo de Rusia. Todo está entrelazado con la mentalidad medieval que creó Putin”, dijo Valeriya Kalchenko, nativa de la ciudad ucraniana de Járkov y residente en Milán que organizó una protesta.
POS