Odio el término «placer culpable». Considero el escudarse en esas palabras para admitir con la boca pequeña que te ha gustado una película como un acto de hipocresía tan grande como hablar de «horror elevado» para justificar haber disfrutado de un largometraje de terror; y si empiezo este artículo con esta reflexión es porque voy a hablar de un filme que muchos adjetivaron con este concepto. Este no es otro que ‘Objetivo: La Casa Blanca’.

La cinta de 2013 dirigida por el siempre satisfactorio Antoine Fuqua brindó un par de horas de entretenimiento de primer nivel que, clichés y lugares comunes aparte, se elevó como uno de los grandes actioners de su año. Un apetecible cóctel de disparos, explosiones y frases lapidarias que evocó el espíritu del cine de acción noventero más desenfadado.

Regreso al pasado

Pero ojo, porque no soy el único que defendió —y defiende— a capa y espada el título protagonizado por Gerard Butler. Según ha contado el escocés en una entrevista con Uproxx, nada menos que Robert Downey Jr. le escribió personalmente un email pidiéndole más entregas de una potencial saga —que terminó materializándose sin que le sentase demasiado bien la rotación de directores—.

Así explicó Butler la anécdota mientras reflexionó sobre los vínculos existentes entre ‘Objetivo: La Casa Blanca’ y los actioners de los 90.

«Robert Downey Jr. me escribió el email más agradable después de ‘Objetivo: La Casa Blanca’. Fue en plan ‘Necesitamos más películas de estas’. Estas son las películas que veía de niño cuando estaba en Nueva York, en las que la gente gritaba a la pantalla y tiraba cosas, aplaudía y vitoreaba en plan ‘¡No!’. Creo que eso es lo que es esta película, un regreso a aquello, donde formas parte literalmente de la energía del grupo y todo el mundo está aterrado o animándote.

Son divertidas, y hay varias razones por los que han sobrevivido. Hay motivos que hacen aparecer al público. Es un regreso a las películas de los 90 en las que piensas ‘¡Venga ya!’. Otra cosa que tengo que decir sobre la película es que tiene muchos elementos. Es un drama, es una película de acción, hay elementos de supervivencia, es una película de catástrofes…».

Tanto Downey Jr. como Butler tienen más razón que un santo; necesitamos más placeres como ‘Objetivo: La Casa Blanca’ para gozarlos sin una mínima traza de culpabilidad.