Domingo de noviembre en Nueva York. Cuatro y media de la mañana. La ciudad que nunca duerme se había quedado completamente vacía, pero el motivo no era un atentado terrorista, una emergencia o un desfile, sino el rodaje de una película: ‘Vanilla Sky’. En la calle, Tom Cruise corría de un lado para otro, disfrutando de un placer que solo una persona ha tenido en la historia: tener Times Square exclusivamente para ti.
Cierra los ojos
Cuenta la leyenda que durante los títulos de crédito de ‘Abre los ojos’ en el festival de Sundance, Tom Cruise salió al hall del cine, llamó por teléfono y pidió, como fuera, comprar los derechos de la película de Alejandro Amenábar. Así es como nació ‘Vanilla Sky’, que Cameron Crowe conceptualizó como una reimaginación de la película española pero acabó siendo un remake bastante burdo, obvio y sobreexplicado.
Pese a la creencia popular, la cinta no fue ningún fracaso en taquilla: ganó 203 millones frente a los 68 que costó. Eso sí, uno de esos millones del presupuesto se fue a rodar tan solo una escena, probablemente la única que ha quedado para la historia y que imita aquella en la que Eduardo Noriega se encuentra solo en la Gran Vía (bueno, excepto un par de personas que aparecen en un balcón a la derecha de la imagen).
‘Vanilla Sky’ es la única película de la historia del cine que ha podido cerrar Times Square de forma tan definitiva. Entre las 4.30 y las 8.30 de la mañana, la policía de Nueva York dio permiso al equipo para algo inaudito: grabar una escena a toda prisa. Tom Cruise corrió por las calles vacías durante más de tres horas hasta encontrar los planos perfectos: muchos creen que fue CGI, pero no. Y mereció la pena.
Tom Cruise, la estrella
Para conseguir esta proeza, Tom Cruise, Paula Wagner y Don Lee se reunieron con el entonces alcalde neoyorquino, Rudy Giuliani (conocido también por su papel en ‘Borat 2’), que estaba sorprendentemente encantado con la idea de cortar el tráfico para que el actor pudiera hacer publicidad de la ciudad en los cines de todo el mundo. Pero tenía una condición que no gustó demasiado a Cameron Crowe.
Y es que la condición era… asegurarse de que Cameron Crowe, que tenía fama de hacer muchísimos planos, podía rodar la escena sin demorarse ni un minuto más de los acordados. «Sí, alguien está preocupado. No te quieren en Times Square corriendo alrededor de Tom Cruise sin un plan claro». El director se lo debió tomar como un reto, porque a la hora de rodar descubrieron que… les sobraba una hora y cuarto. Y no la iban a desperdiciar.
Cruise, como el productor estrella que es, tuvo una idea: simplemente, se pondría a correr alrededor. Para adelante, para atrás, como Crowe quisiera, para tener planos de él corriendo. El propio director recuerda que «fue precioso. Estábamos con tiempo extra. Incluso acabamos pronto con aquello, contaron hasta quince y todo el tráfico y la gente simplemente volvió a Times Square. Pareció que lo que hicimos nunca pasó«.
Una y no más
Lo que quedó claro es que esta escena, la del millón de dólares (literalmente) solo pudo pasar una vez en la historia. No es, obviamente, la única película que lo ha intentado, pero sí la única que lo ha conseguido. De hecho, unos meses después, Danny DeVito lo intentó y le tiraron la propuesta. Y es que no todos pueden ser Tom Cruise.
Ha habido escenas más caras a lo largo de la historia del cine, y curiosamente algunas para películas aún más olvidadas. Por ejemplo, ¿os acordáis de ‘Speed 2’? Pues la escena en la que el crucero destruye el pueblecito costó la friolera de 25 millones de dólares, una sexta parte del presupuesto. Si mereció la pena o no, es otro cantar.