Este 10 de febrero se celebra el Día Mundial de las Legumbres para concientizar a la población sobre las ventajas de consumir estas semillas como parte de una dieta nutritiva, saludable y sostenible y entre las más conocidas se encuentran las arvejas, las lentejas, los garbanzos y los porotos.
Las legumbres forman un grupo de alimentos muy nutritivo y con un gran potencial ya que son fuente de fibra y ricas en nutrientes, contienen alto contenido en hierro y zinc y bajo índice glucémico, aportan vitaminas del grupo B, dan saciedad y no tienen colesterol ni gluten.
En la Argentina el consumo es muy bajo, apenas alcanza los 800 gramos al año por persona, según datos pertenecientes a un informe de julio de 2021 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
«Algunos de los motivos del bajo consumo es que lleva mucho tiempo prepararlas, poseen sustancias que generan malestar gástrico y presencia de antinutrientes capaces de limitar la absorción y producir alguna intolerancia, pero para ello se recomienda activarlas poniéndolas en remojo entre 4 a 8 horas. Al activarlas, aumenta su biodisponibilidad y facilita su digestión», explicó la licenciada en Nutrición Laura Chiormi.
«Las legumbres tienen muchos beneficios, contribuyen a la seguridad alimentaria. Es nuestra responsabilidad trabajar por una alimentación cada día más sostenible, promover la alimentación saludable y concientizar sobre la importancia del consumo. Es importante incorporar las legumbres en nuestra alimentación, ya que son alimentos sanos, muy nutritivos, económicos, de buen rendimiento y se pueden almacenar durante mucho tiempo», destacó Daniela Bordenave Tauzia, licenciada en Nutrición y miembro del Colegio bonaerense de Nutricionistas.
Asimismo añadió: «Las legumbres forman parte del mismo grupo que los cereales, porque ambos son ricos en hidratos de carbono complejos o ´almidones´, es decir, la principal fuente de energía que tiene nuestro cuerpo pero a diferencia de los cereales, las legumbres aportan mayor cantidad de proteínas, hierro, fibra y menos calorías».
Los especialistas coinciden en que las legumbres son sabrosas, fáciles de preparar, gastronómicamente versátiles y se conservan muy bien, mientras que además tienen la característica de dar saciedad, aportar textura y, al no poseer un sabor diferencial, pueden ser utilizadas en preparaciones tanto dulces como saladas.
Recomiendan consumirla entre tres a cuatro veces por semana y se pueden agregar en preparaciones frías y calientes (lasaña, hamburguesas, budines, guisos o puré), en entradas o como platos principales, además, se las puede incorporar en varios postres como dulces o budines.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) declaró en 2016 el Año Internacional de las Legumbres para concienciar a la población sobre las ventajas de estas semillas como parte de una dieta nutritiva, saludable y sostenible, promocionando su cultivo y su consumo.
Un año después, se fijó el 10 de febrero para celebrar el Día Mundial de las Legumbres porque además de los beneficios de su consumo, tienen importantes beneficios para la agricultura y el ambiente: son cultivos que favorecen a la sostenibilidad del planeta y contribuyen a mitigar el cambio climático; como fijadoras de nitrógeno mejoran la fertilidad del suelo; y consumen menos agua en comparación con otras fuentes de proteínas; entre otras cuestiones.