2008 fue un punto de inflexión definitivo para los superhéroes en la gran pantalla, con películas como ‘Iron Man‘ y ‘El caballero oscuro‘ estableciendo dos direcciones principales desde las cuáles no se han movido demasiado. Una estandarización ya iniciada con otras películas pero que estas películas llevaron al siguiente nivel, ofreciendo un nivel medio más aceptable pero también más restricción ante lo que podía ofrecer un género marcado por la fantasía.
En este panorama, resulta complicado pensar que tres películas como las de la saga ‘Blade‘ puedan ser replicables. La Marvel de Kevin Feige quiere intentarlo, pero desde los parámetros férreos de su universo. Incluso si se les ilumina la bombilla y deciden hacer algo más atrevido con calificación para adultos van a tener muy difícil conseguir el espíritu salvaje de tres películas que ya se encuentran disponibles en streaming a través de HBO Max.
El superhéroe que derrama sangre
La primera ‘Blade‘ fue toda una sorpresa, empujando hacia adelante el blockbuster superheroico cuando todavía estaba encontrando cómo hacer pie en la piscina. Stephen Norrington encuentra en Wesley Snipes una presencia física imponente e incuestionable, que rinde de maravilla en las escenas de acción y en presentar una fachada impenetrable sin demasiado esfuerzo. A partir de ahí, puede hacer una increíble coctelera que incorpora de maravilla todos los elementos del mito de los vampiros y los lleva a un contexto noventero, muy industrial y lleno de cuero negro.
Una película que no parece cortarse demasiado a la hora de ser salvaje y violenta, ejemplificada a través de un Stephen Dorff en modo Goblin para dar vida a la nemesis de Blade. Incluso aunque parezca algo más estándar en su estructura de película de acción, los valores estéticos de esta primera película son potentes y todo un acierto, además de que logra manejar bien la constante lucha de su protagonista para evitar caer en su parte más oscura.
Como poco, sienta una bases estupendas a partir de las cuáles ‘Blade II‘ puede volar más libre. Guillermo Del Toro es contratado en su primer blockbuster y desde el primer instante le da una vida impresionante. Más comiquera, más pulp, más retozona en el lore vampírico y más efectiva en su acción. El director mexicano desarrolla de maravilla cómo convertir la acción de las páginas en acción cinematográfica, y también deja que reluzca una pasión increíble por personajes que podrían ser considerados monstruos.
‘Blade’: una adaptación fabulosa
Una inyección de vitalidad que, por desgracia, no podía ser eterna. David S. Goyer pasó a tomar las riendas de la dirección tras haber estado firmando los guiones, pero queda clarísimo que se encuentra fuera de su elemento en ‘Blade Trinity‘. La entrega más floja con diferencia no encuentra la manera de mantener el dinámico fervor, con acción menos memorable que hace relucir problemas de base. Ni la introducción de Ryan Reynolds funciona, lo que unido a la caída en desgracia de Snipes (y su extraña insistencia en no abrir los ojos en una escena) precipitó la franquicia a su final.
No por ello deja de ser una trilogía encomiable, irrepetible en su manera de lanzarse hacia la sangre y la violencia cruda aprovechando una calificación adulta. También un impresionante salvavidas para los superhéroes en pantalla tras la caída de Batman en los noventa y los frustrados intentos de recuperar a Superman, mientras que los héroes populares de Marvel tardaban en llegar. Ya llegaría ‘X-Men‘ para establecer un estándar menos alocado y más apto para el público general, pero antes de eso ‘Blade’ pudo cazar con una interesante libertad.
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