Estrenada el pasado mes de febrero, ‘El consultor‘ proponía una siniestra pesadilla laboral en Amazon Prime Video a través de la historia de una compañía de juegos para móviles que es tomada de la noche a la mañana por un misterioso hombre: Regus Patoff (Christoph Waltz). Con episodios de media hora, es una de las series más adictivas de lo que llevamos de 2023.
La serie está basada en la novela homónima de Bentley Little y su paso a la pantalla por parte de Tony Basgallop (‘Servant’) ha conllevado unos cuantos cambios a la hora de retratar tanto a este misterioso consultor como para darle un final a la historia. Y, a mi juicio, a mejor.
El monstruo sin rostro
Y es que los últimos compases de la serie nos dejan un poco con la miel en los labios al decidir no darnos respuesta clara en torno a la verdadera naturaleza de Patoff, algo que el libro resuelve. Jugando con el aspecto de fábula laboral que tiene la novela, Little describe al consultor como un hombre de negocios sin rostro ni boca, que habla directamente en la mente de sus empleados.
Además, el final de la novela nos presenta una guerra entre los diferentes departamentos de CompWare, causando el caos e impidiendo toda mejora en la empresa mientras Craig solo espera que las autoridades logren hacer algo con este ser que parece no existir a un nivel de registro.
Algo que en la serie cambia ligeramente, yendo casi a filosofía de disrupción corporativa de «éxito o fracaso» con una Elaine (Brittany O’Grady) seducida por los modos de Patoff asumiendo el mando de la empresa. Mientras, el siniestro ejecutivo llega a otra empresa que corromper. Lo cual abre la puerta a una temporada 2.
Es curioso, pero diría que si el final de la adaptación de ‘El consultor’ funciona tan bien es porque si bien todo apunta en cierta dirección, lo deja todo en el aire. Incluso las certezas que tenemos (sí, tiene un esqueleto de oro) juegan un poco con esa ambigüedad en pro de reforzar la fábula.
«Esa fue la idea, que era el diablo. El cliché de que el jefe es del infierno, ¿eso es una afirmación figurada o literal?», asegura Tony Basgallop. Con esa máxima, el guionista ha construido la serie y el personaje, dándole un toque mucho más humano (maquiavélico, pero humano) que en el libro.